Tanto por gestión como por interés puramente cinegético, pues el zorro puede convertirse en otra pieza más de caza muy interesante y divertida. Este artículo analiza las razones por la que es necesario controlar esta especie.
La mayoría de los cotos caza zorros por gestión, o sea, porque si abundan pueden ser muy dañinos para las especies cinegéticas y no cinegéticas, como por ejemplo las avutardas, o todos los pájaros que crían en el suelo, como las cogujadas, ya que es conocida la pasión del zorro por los huevos.
¿Y POR QUÉ EL ZORRO ES TAN DAÑINO?
Aparte de su fino oído y olfato, sus mejores armas para capturar todo tipo de presas, sobre todo crías, es un predador oportunista, o sea, que aunque en nuestro coto tengamos muy pocos zorros porque apenas hay caza, éstos seguirán presentes porque, a falta de piezas cinegéticas, pueden alimentarse de cualquier cosa: insectos, reptiles, cadáveres, frutos como las peras silvestres, los madroños y las bellotas. Incluso he visto excrementos de zorros formados casi exclusivamente por granos de trigo, comidos de un comedero.
De esta forma, el zorro, a diferencia de otros predadores más oportunistas como el gato montés o el lince, que prácticamente sólo comen conejos, no desaparece en la misma proporción, y aunque tengamos pocos conejos, seguiremos teniendo zorros que continuarán molestando a nuestras pocas perdices y contados conejos, sobre todo en la época de reproducción, y más si ellos eligen nuestro coto para criar, porque suelen tener varios cachorros, casi siempre más de dos.
Y si encima tenemos cerca algún basurero, siempre tendrán comida disponible.
Ahora bien, ese control poblacional deberá también llevarse a cabo en cotos limítrofes, porque si no tendrán nuestro coto como cazadero, criando y refugiándose fuera de él.
EL ZORRO MATA TODO LO QUE PUEDE
Aunque el zorro come principalmente roedores y animales de caza menor, como conejos, perdices y las crías de ambos, también está demostrada su predación de corcinos, y por tanto los cotos de caza mayor con corzos también están en peligro.
Y si un coto decide repoblar, el zorro se convertirá en la peor pesadilla, pues será el principal responsable de la llamada “predación múltiple”, o sea, matará y enterrará un montón de los animales liberados, torpes y abundantes.
Esto parece ser una reminiscencia genética, heredada de la última glaciación, según la cual, ante una comida abundante, el zorro entierra o guarda lo que no puede comer para devorarlo más tarde, cuando vuelva la escasez.
Por último, está demostrado que el zorro, como predador oportunista, “quita” comida y, por tanto, perjudica a predadores más especialistas y minoritarios, como el lince y el gato montés, que sólo comen conejos.
EL ZORRO COMO TROFEO DE CAZA
Pero el zorro, como decía, también puede y debe cazarse como otra especie más, deparando lances emocionantes y divertidos. Existen muchas modalidades para cazarlos, ya sea en batidas o realizando esperas tras rastrear un cebo (principalmente las tripas de algún animal doméstico, cabra u oveja) o con el chillo, un reclamo que imita los chillidos de un conejo herido o capturado por un predador.
También se pueden cazar con perros de madriguera, utilizando para ello fox-terrier o jagd terrier. En el libro El zorro, pasión por su caza, de José Ramón de Camps, se detallan todas estas técnicas y otros muchos datos sobre la especie.
Por ello conviene a la hora de redactar el Plan Técnico incluir estas modalidades, así como otros métodos para el control de predadores, como los lazos con tope o las cajas trampas, y no tener así problemas con la autoridad posteriormente. Como es sabido, los reproductores de sonido están prohibidos, pero no los reclamos bucales.
Una razón que justifica también la caza deportiva del zorro es que nuestro raposo ya es homologable, por lo menos en Andalucía, gracias al magnífico informe que elaboró en su día el juez homologador onubense Lucas Llanes, donde puede homologarse cualquier zorro abatido en España.
De hecho, el segundo zorro del mundo (el primero es checoslovaco) fue abatido en Cataluña. Quien desee homologar un zorro en esta región puede hacerlo llamando al teléfono 955 693 770, donde le informarán de los pasos a seguir.
A propósito de esto, Jesús Jiménez, un eficiente y reconocido técnico cinegético de la Junta de Andalucía, dice de esto en el prólogo del libro Manual de homologación de trofeos de caza mayor, escrito precisamente por Lucas Llanes: Lucas propuso “dignificar” a la especie zorro elevándola desde la desdeñada consideración de “alimaña” a la categoría de “trofeo de caza”, con el consiguiente estímulo para el colectivo de los cazadores, los que a la postre le han dado la razón en concordancia con la manifiesta y plural aceptación de sus ideas, habida cuenta del gran número de trofeos que ya engrosan la lista en el catálogo de la especie.
¿Quieres saber más sobre el zorro? En Trofeo Caza podrás descubrir toda la información relacionada con una de nuestras especies cinegéticas más representativas, los mejores artículos y reportajes sobre la gestión cinegética del zorro, su caza o la revalorización de esta especie.
Los zorros tambien se alimentan de pequeños roedores que estropean muchos cultivos. Para mi lo único que sirve la caza es para equilibrar ciertas especies que se convierten en plagas, para dar un equilibrio al ecosistema.
Habló desde la ignorancia también pero matar por matar no me parece correcto, además que yo en lo personal no podría y mucho menos posar en una foto con el animal muerto… Demuestra una falta de sensibilidad hacia los animales.
O sea, básicamente el zorro es dañino (según ustedes) porque caza conejos, para poder vivir, y eso supone que haya menos ejemplares de conejos para que ustedes puedan seguir matándolos por diversión. ¿Es así no? Lástima que el zorro no cace ovejas, como el lobo, para demonizarlo también y justificar su matanza, ¿verdad?