Una vez que tenemos las vainas empistonadas, el siguiente paso es cargarlas con la dosis correcta de pólvora que permita impulsar al proyectil con la precisión y velocidad que necesitamos según la balística de efectos que pretendemos conseguir.
El éxito de la recarga depende en gran medida del tipo de pólvora y de su correcta dosificación, por lo que antes de ponerse a recargar es muy aconsejable leer un poco sobre pólvoras.
En concreto, resulta fundamental conocer que no existe un solo tipo de pólvora que sea adecuada para un mismo calibre ni mucho menos para todos los calibres, sino que el tipo de pólvora que debemos utilizar depende del peso del proyectil y de la capacidad de la vaina que tenga el cartucho.
Por esta razón, los fabricantes, variando su composición química y granulación, comercializan numerosos tipos de pólvoras que se diferencian por su índice de vivacidad o tiempo de quemado, con el fin de poder controlar la generación de gases de combustión que se produce al arder la pólvora y, de este modo, conseguir velocidades altas con presiones en recámara moderadas (*).
(*) Presiones moderadas, hay que aclararlo, solo en el sentido de no peligrosas para el tirador porque es un valor que puede soportar el diseño del arma sin que reviente, pues realmente las presiones en recámara que se alcanzan no son moderadas sino altísimas en la mayoría de los casos. Tanto es así que si fuéramos realmente conscientes de la presión que se genera en condiciones normales delante de nuestras narices cuando oprimimos el disparador de un rifle, seguramente más de uno no dispararíamos: cerca de 4.000 bar en la mayoría de los calibres magnum y más de 3.000 en los estándar de cerrojo.
En concreto, la elección de la pólvora en función de su índice de vicacidad se debe hacer teniendo en cuenta las siguientes reglas fundamentales que enuncia René Malfatti en su didáctico Manual de Recarga No. 3:
1- Para un mismo calibre, la vivacidad de la pólvora debe disminuir cuando la capacidad de la vaina
aumenta Ejemplos: Según esta primera regla, la pólvora que usaremos para recargar un .300 Win. Mag. o un 7 mm. Remington Magnum será normalmente menos viva o “más lenta”, como decimos los que recargamos. que la que usaríamos en un .30-06 o en un 7×64. Igual sucede con el 8×68 y el 8×57; el .30- 06 y el .30-30 Win., etcétera.
2- Para una misma capacidad de vaina y un mismo calibre la vivacidad de la pólvora debe disminuir cuando el peso del proyectil aumenta. O sea: la pólvora que hay que utilizar en un .30- 06 cargado con bala de 220 grains tiene que tiene ser “más lenta” (índice de vivacidad menor) que con bala de 180 grains, etc.
Cabe añadir que los índices de vivacidad de las distintas pólvoras que fabrica una empresa se proporcionan de forma indirecta en los manuales de carga de los fabricantes, en la que normalmente sus pólvoras se comparan con las de otras marcas.
Además en estos manuales de carga, el fabricante indica en las tablas de carga que tipo de pólvora es la adecuada para cada calibre y peso de bala, recomendado una o varias cargas de uso.
Buenos días Gonzalo,
Muchas gracias por ponerte en contacto con nosotros. Este es el link del tercer capítulo de Iniciación a la recarga de cartuchería metálica. https://trofeocaza.com/armas/reportajes-armas-y-municiones/iniciacion-a-la-recarga-de-cartucheria-metalica-iii-colocacion-del-piston/
Nos alegra que te resulte interesante.
Un Saludo
Hola. No se puede ver el tercer capitulo de esta interesante serie de artículos. Iniciación a la recarga de cartuchería metálica III. Colocación del pistón.
Saludos