Aunque no es recomendable, en montería se pueden utilizar visores de precio medio porque se caza de día. Sin embargo, en una espera, salvo que nos ayudemos con fuentes de luz artificial, es crucial utilizar miras de alta calidad.
Muchas personas consideran que porque un visor tenga un objetivo grande es suficiente para cazar con la luz de la luna, y no es exactamente así. La potencia nocturna de un visor depende de sus aumentos y del tamaño de la lente de su objetivo, de modo que cuantos más aumentos tiene y más diámetro tiene la lente del objetivo, mayor es la potencia nocturna del aparato, pero eso no significa que esa potencia nocturna sea suficiente para cazar de noche porque en la capacidad de ver mejor cuando hay poca luz influye de manera decisiva que las lentes estén tratadas para impedir que se produzcan pérdidas de luz por reflexión.
Esta pérdida de luz se produce al atravesar las lentes de la mira y puede llegar a ser muy alta si las lentes del visor no están tratadas para evitarlo: del orden de un 40 por ciento, por lo que de noche prácticamente no vemos nada ya que solo llegaría al ojo el 60 por ciento de la escasa luz que hay en el ambiente.
Pues bien, para aumentar la trasmisión de la luz en cada una de las lentes se utilizan tratamientos químicos que son muy caros cuando son realmente efectivos y consiguen, por ejemplo, que la trasmisión de luz total sea del 90 por ciento (solo una pérdida del 10 por ciento al atravesar todas las lentes). Y, lógicamente, al ser muy caros no se ofrecen en las lentes de los visores económicos (ni en otros aparatos ópticos).
Un visor para cazar de noche debe poseer también una unidad de iluminación de la retícula muy precisa para que podamos regular la intensidad del punto de luz con precisión, de modo que no nos deslumbre, así como una generosa distancia de seguridad al ojo, requisitos propios de los visores de buena calidad. La citada anteriormente retícula luminosa 4Ai o cualesquiera de sus variantes, como la Zeiss 60, son adecuadas para cazar en espera porque el punto de luz permite apuntar con precisión.
En caso de utilizar una retícula no iluminable, lo que no recomiendo pudiendo optar por las luminosas, no se debería emplear la 4A ni ninguna otra cuyos trazos no se distingan bien de noche, sino por ejemplo la 4 que, si además está montada en primer plano (se hace más gruesa cuando se aumenta la potencia), se distingue muy bien con luz de la luna.
En caso de utilizar un visor de altísima calidad es suficiente emplear objetivos de 50 mm, pero los mejores resultados se obtienen con los de 56 mm. Las miras de alta calidad del tipo 3-12×56, con la relación clásica de aumentos 4x, son ideales, pero se puede utilizar cualquier otra con mayores relaciones de aumentos siempre que reúna los requisitos mencionados sobre la calidad de las lentes y la unidad de iluminación.