El empistonado o cebado de las vainas es una de las operaciones más críticas de la recarga porque si no se realiza bien la cartuchería que fabriquemos no será precisa.
Utilizando útiles adecuados, la colocación del pistón no parece a simple vista que sea una operación complicada y de hecho, desde un punto de vista mecánico, no lo es.
Sin embargo, si pretendemos fabricar un lote de cartuchos con el que se puedan conseguir las mejores agrupaciones, hay que cebar las vainas teniendo en cuenta que todos los pistones deben quedar engarzados con la misma presión y a la misma altura (a ser posible apoyados sobre la pared del oído) y, por tanto, esta operación no puede hacerse a la ligera ni tampoco utilizando vainas cuyo alojamiento del pistón no haya sido previamente limpiado ni, por supuesto, pistones o vainas de distintas marcas.
ENCENDIDOS REGULARES
Y es que la misión del pistón no es solo la de encender la pólvora, sino la de encenderla de forma regular, de modo que todos los pistones produzcan el mismo dardo de fuego porque solo de este modo las cargas de pólvora de cada uno de los cartuchos que nos fabriquemos se encenderán también de forma regular y se originará también una presión en recámara muy parecida en cada disparo. Y como consecuencia de esta regularidad, la velocidad inicial del proyectil será también muy regular y realizaremos disparos precisos.
Por supuesto, hay otros factores (que veremos en su capítulo correspondiente) que determinan que una munición sea o no regular, como la dosificación de la pólvora o el engarce de la bala, por ejemplo, pero sin un empistonado de buena calidad no es posible conseguir una munición precisa por mucho que nos esmeremos luego durante la fase de dosificación la pólvora y durante la carga de la bala.
ÚTILES PARA EMPISTONAR
A veces con las máquinas de recarga se suministran de regalo útiles universales para cebar las vainas. Estos útiles permiten colocar de forma muy rápida los pistones, simplemente accionando la palanca de la prensa.
Sin embargo no permiten controlar que la presión de engarce del pistón ni el valor de introducción del pistón sean uniformes (porque la operación depende de la fuerza que hacemos con la palanca de la prensa al insertar cada pistón), por lo que solo son adecuados para recargar municiones que no tengan que ser, necesariamente, precisas.
Por ejemplo, para fabricar cartuchos de tiro informal o de pólvora negra para modalidades de tiro de acción a corta distancias, como la competición de Cowboy Shooting Action (que es, por cierto la utilidad que yo le doy a la unidad de empistonar de una RCBS RC IV): se dispara contrareloj con un revólver o rifle a 12-20 metros (o incluso más cerca) sobre blancos basculantes de más de 20 centímetros de diámetro, que solo hay que tumbar (no cuenta donde pegue el tiro), por lo que la precisión no tiene mucha importancia. Sin embargo, si lo que buscamos es conseguir la mayor precisión porque deseamos disparar con rifle a grandes distancias sobre blancos pequeños, entonces es necesario adquirir un empistonador especial más preciso.
Los hay de muchos tipos pero yo les recomiendo que si pueden utilicen el sistema Ram Priming Unit, de RCBS (referencia 09165) que se usa montado en la prensa y permite regular el valor de introducción del pistón, o bien en un manual (por ejemplo, Lee, Hornady o RCBS), que se utilizan con una mano, como si fueran unos alicates y engarzan con la misma presión cada pistón.
Ambos tipos me gustan, pero cuando quiero extraer (“exprimir”) la precisión que me puede dar un rifle, hace unos 30 años que, aproximadamente, utilizo con plena satisfacción el RCBS Referencia 09165 en diversos tipos de máquinas (pues es universal y se puede montar, como si fuera un die, en cualquier prensa) y puedo asegurarles que es magnífico.
Para ser exactos este útil lo uso casi en exclusiva para cargar cartuchos calibre .222 Remington y lo he regulado de tal manera (utilizando un aro de die proviso de bloqueo, en vez del original) que siempre engarza a la misma profundidad y con la misma presión el pistón en las vainas Norma que uso.
Antiguamente, este útil se servía como accesorio de regalo al comprar una prensa RCBS, pero desde hace unos años se vende por separado.
Por último, indicarles que para manipular los pistones mientras cebamos las vainas, es muy cómodo utilizar una cajita para volver pistones (primer tray): se trata de un recipiente de material sintético en el se vierten los pistones que vamos a utilizar y al agitarlo todos quedan dispuestos con la estrella hacia arriba, para poderlos asir con la mano sin tener que darle la vuelta.
Es un accesorio muy económico que ahorra tiempo y evita que se nos caigan los pistones mientras les damos la vuelta con los dedos.
RESUMEN Y PRECAUCIONES
De todo lo expuesto, se deduce que si se desea realizar una recarga de precisión se deben utilizar pistones de calidad y de una misma marca, vainas con el oído limpio (porque si no lo está cada pistón encontrará una retención distinta al ser introducido y por tanto quedarán engarzados con una presión diferente) y una unidad o útil para cebar que permita engarzar a la misma profundidad y con igual presión cada pistón.
No es buena idea correr durante el proceso de empistonado, en el que es muy importante que se utilicen gafas porque los pistones rara vez detonan mientras se manipulan, pero a veces, y siempre por descuido de quien recarga, tienen la fea costumbre de hacerlo y unas buenas gafas nos salvarán la vista.
No olvidemos que el pistón contiene en su interior una pequeñísima dosis de explosivo y que este detona por percusión: por tanto, no es buena idea golpearlos adrede o por descuido.
Las cajas, normalmente de 100 unidades, son como hueveras diseñadas para evitar que se golpeen y para protegerlos en caso de que se caiga una de estas cajas al suelo. Por eso mientras que no se utilizan para cebar las vainas, deben permanecer en sus cajas originales, recuerden, dentro del armero porque así lo exige nuestro “protector” reglamento que ve lobos (bueno, qué digo, si viera lobos no pasaría nada, que pues de negar su existencia se encargaría Medio Ambiente) donde no existe peligro.
Y créanme que no existe peligro alguno porque en el extranjero, desde siempre y yo los he visto vender de este modo en varios países, los pistones se comercializan en paquetes de mil unidades de todos los tipos y marcas, que están expuestos sobre las estanterías del establecimiento, al alcance del público (en España dentro del búnker de la armería y solo 200).
Es lógico, así el aficionado puede comprar muchos pistones de un mismo lote y de la marca que quiere, no como sucede aquí que cuando has cuajado una buena carga tienes que comenzar de nuevo porque no encuentras pistones de la misma marca y si encuentras la marca no son del mismo lote y el punto de impacto cambia. País de iluminados, así nos va de bien.