A continuación resumimos todo lo que debemos tener en cuenta para poder disfrutar al máximo de la media veda, marcada por los rigores del verano, en la que, un año más, tórtolas, codornices y sobre todo torcaces estarán en nuestro punto de mira.
Básicamente en estas notas vamos a tratar las escopetas y cargas más aconsejables, dependiendo de las especies y de cómo se realice la caza (puesto fijo o bien caminando), sin olvidar algunos consejos y aspectos interesantes a tener en cuenta sobre la manipulación de los cartuchos y la indumentaria a emplear.
CAZA DESDE PUESTO FIJO
Independientemente de nuestras preferencias personales, lo cierto es que para esta modalidad la que mejores resultados proporciona es una escopeta semiautomática bien equilibrada que no sea muy ligera porque no hay que bascularla para poder alimentar su cargador tubular o recámara, por lo que se recarga más rápida y cómodamente y sin prácticamente hacer movimientos con el cuerpo que puedan delatar nuestra presencia a otra pieza que venga hacia el puesto.
Además, carga un tiro más, que resulta extraordinariamente útil en muchas ocasiones, sobre todo cuando sobre el puesto nos pasa un bando o varias piezas “chorreadas”, como dicen en mi tierra.
Personalmente es el tipo de escopeta que más he utilizado, y después de más de 30 años usándola sólo le encuentro un inconveniente (aunque desde desde puesto fijo no lo es tanto): recoger las vainas.
El hecho de que sólo tenga un cañón y por tanto un sólo choke no es un inconveniente cazando estas especies desde puesto fijo, pues con tres estrellas y munición de 34 gramos o dos estrellas y cartuchería de 32 gramos se consiguen plomeos suficientemente densos como para derribar una tórtola o una paloma en el 100 por 100 de los lances a distancias normales de tiro.
No sucede lo mismo con el calibre 20, ni con calibres inferiores, salvo que se disparen la misma cantidad de perdigones citadas para el 12 (y por tanto utilicemos un 20-70 semimagnum o un 26- 76 Magnum, lo que no es aconsejable por motivos que veremos más adelante).

A falta de mecanismos antiretroceso, como los tres amortiguadores que lleva la Beretta Xplor , es importante que la escopeta que usemos desde puesto fijo posea cantonera antiretroceso y un sistema que permita alargar o acortar la longitud de la culata.
Nótese que hemos dicho que la escopeta debe ser “equilibrada y no muy ligera”. La razón es obvia: si tenemos la suerte de que nos toque un buen puesto y tenemos que pegar muchos tiros de 32 ó 34 gramos, una semiautomática desequilibrada o muy ligera nos puede “desarmar”, y nunca mejor dicho, máxime cuando en verano utilizamos además, chalecos, camisetas o camisas finas que nos protegen poco el hombro.
Por esta razón, si además de bien equilibrada y no muy ligera, utilizamos una moderna escopeta con cantoneras o sistemas antiretroceso, mejor aún: el hombro ni se enterará y además el arma se desencarará menos.
Si nos gusta más cazar con armas de dos cañones, también conseguiremos mejores resultados no utilizando municiones excesivamente potentes y armas bien equilibradas que posean cantoneras antiretroceso.
Este tipo de escopetas también es interesante que posean selector de disparo para poder elegir el cañón que vamos a disparar en función del choke que necesitemos.
Si el arma además es yuxtapuesta es muy aconsejable que su guardamanos sea del tipo cola de castor para que proteja bien la mano del calor de los cañones cuando la escopeta se caliente.
CAZA EN MANO O AL SALTO
Tras las codornices (o los conejos) y en general cazando en mano o al salto cualquier especie, las ventajas de una semiautomática sobre las armas de dos cañones no son tan evidentes.
No sólo es un tostón, sino que a veces es muy complicado recuperar las vainas disparadas y su único cañón nos obligará a usar un sólo choke para piezas que pueden salirnos de los pies o bien lejos, lo que nos obligará a elegir un choke intermedio que a veces podrá ser demasiado abierto o cerrado según la distancia a la que se produzca el lance.
Un arma de dos cañones, superpuesta o yuxtapuesta, que esté equilibrada y sea ligera para que podamos llevarla y encararla con rapidez, no presenta estos inconvenientes y nos permitirá conseguir inmejorables resultados.
Por supuesto, es una gran ventaja que la escopeta tenga chokes intercambiables y selector de disparo, lo que es raro en las yuxtapuestas (aunque las hay y muy modernas, caso de la nueva Beretta 486 Parallelo).
Por último, comentar que también es importante que se pueda variar mediante espaciadores la longitud de la culata de la escopeta porque en verano necesitaremos que sea algo más corta al utilizar menos ropa.

Escopeta superpuesta Winchester Selet y semiautomáticas Beretta Xplor Light y Remington Versa Max en versión de camuflaje.
ARMAS Y EQUIPOS DE CAMUFLAJE
Cualquier cazador sabe que en el puesto uno debe moverse lo menos posible y no encarar (vamos, ni mirar directamente a la pieza) mientras se aproxima para que nos descubra.
Lo ideal es que el puesto esté a la sombra y orientado de modo que la paloma vuele hacia el sol; sin embargo esto a veces no se puede controlar, por ejemplo, cuando asistimos a una tirada organizada donde los puestos se sortean.
Pues bien, tanto si el puesto está bien orientado como si no, un moderno equipo de camuflaje permite mimetizarse perfectamente con el entorno hasta que decidamos encarar y disparar, pues entonces la pieza nos verá aunque ya será tarde para ella si hemos aguantado bien “el tipo” y encaramos cuando la tenemos a tiro.
La primera vez que me vestí de camuflaje para cazar torcaces desde puesto fijo lo hice en verano en Inglaterra en el año 2002, creo recordar, probando escopetas Browning no camufladas (entonces no era frecuente que las escopetas estuvieran terminadas así, pero sí la ropa).
Utilizamos pantalones, camisa y máscara, así como redes para camuflar el puesto, que me dejaron maravillado por el resultado que nos dieron.
Hoy día, además de muchas más marcas de ropa de camuflaje técnico de gran calidad, que incluso se tratan para que repelan los mosquitos, como los mosquitos y otros insectos, casi todos los fabricantes manufacturan escopetas totalmente acabadas en tonos de camuflaje (culata, guardamanos, armazón y cañón) que, igual que la ropa, son muy recomendables para cazar desde puesto fijo.
Curiosamente, la última escopeta camuflada que he probado es la versión Camo de la nueva Browning A5 que utilicé para cazar tórtolas en Marruecos durante dos días.
Si no nos gusta mucho ir vestidos de camuflaje (entre los cazadores extranjeros es normal), podemos optar por adquirir prendas camufladas muy ligeras que se llevan en la mochila y que se ponen sobre el pantalón y la camisa normal.
CUIDADO CON EL SOL
Y no me refiero al hecho de que, tal y como está (o mejor dicho, estamos dejando a) “Lorenzo”, es muy aconsejable protegerse con crema solar en esta época del año.
El calor que éste genera puede ser el responsable directo de que nos llevemos un buen susto si no tenemos la precaución de mantener en un lugar fresco (y seco) la munición.
Las altas temperaturas modifican la combustión de la pólvora en el sentido de que incrementan peligrosamente las presiones que genera en la recámara.
Por tanto, especialmente cuando utilicemos escopetas antiguas, las cajas de los cartuchos no se deben dejar al sol ni en el maletero del coche si éste también está expuesto al sol. Lo mejor es llevarlos dentro de una nevera sin hielo, en vez de en un maletín para cartuchos, y siempre dejarlos a la sombra.
Lo dicho, que puede terminar en susto con munición normal, pero puede ocasionar un grave accidente si empleamos cartuchos sobrecalentados semimagnum o magnum.
Tenga en cuenta el lector que la temperatura ambiente y el calor del sol no solo son los únicos factores que sobrecalientan la munición. El cartucho también se puede calentar y mucho si permanece unos minutos sin dispararse dentro de la recámara del cañón de la escopeta si ésta ha disparado antes muchos tiros.