Así se fabrican los proyectiles y cartuchos Sax

Sax Munitions GmbH fabrica en Alemania más de 75 calibres diferentes para caza y tiro con distintos tipos de proyectiles de cobre. Uno de estos proyectiles, denominado KJG-SR, se utiliza para fabricar la cartuchería Sax KJG-SR, que posee características balísticas óptimas para la caza que se practica en España, y se caracteriza por su gran poder de parada, notable precisión y altísima velocidad. Si continúan leyendo estas notas conocerán cómo es el proceso de fabricación y comprenderán por qué es tan efectiva.

Cazando en Cazorla con la munición Sax KJG-SR (ver prueba y características del proyectil ) conocí a Tobias Büttner, propietario de Sax Munitions GmbH.

Tobias me explicó las características de su bala, cómo actúa cuando impacta y cómo la había ideado y desarrollado durante 13 años. En un momento de la ‘conversación’ (no habla español y traducía Antonio Teruel, responsable de Scandinavia Distribuciones & Logística, que es la empresa española que distribuye la munición Sax), quizás porque yo solo hablaba de lo eficaces y rápidos que me habían parecido sus cartuchos, Tobias comentó que también eran muy regulares y precisos, por lo que le pregunté cómo los fabricaba, pues no resulta nada fácil conseguir que una bala ligera y muy veloz sea también muy precisa.

Y la cartuchería Sax KJG-SR no es rápida sino más veloz que un rayo, incluso en los calibres estándar. Su contestación fue algo así como

«te invito a que visites Sax y lo entenderás».

EN SAX MUNITIONS GMBH

Y ya lo creo que lo he entendido. Mientras viajaba en coche en compañía de Antonio Teruel desde el aeropuerto de Berlín a la fábrica (unos 300 kilómetros), ubicada a las afueras de Ostseeheilbad Zingst, tuve tiempo de recordar las palabras de Tobias sobre la precisión de su cartuchería. «Pues a ver si lo entiendo», pensé cuando por fin aparcamos en la puerta de Sax…; y así fue.

Nada más traspasar la puerta y acceder a una de las salas de carga descubrí, para mi asombro, que todos los calibres que fabrica Sax se cargan a mano utilizando material de recarga de primera calidad, es decir, con dies, prensas, empistonadoras, etc., útiles como los que usan los tiradores de alta competición para hacer una munición más precisa que la comercial, con el fin de conseguir las agrupaciones más cerradas.

DISEÑOS EXCLUSIVOS DE UN INGENIERO

Además del material de recarga, que no me costó ninguna dificultad reconocer porque yo también recargo (aunque con útiles más modestos), en algunas dependencias había máquinas que no había visto en otras visitas a fábricas de municiones.

Pregunté y nueva sorpresa: se trataba de herramientas exclusivas diseñadas y fabricadas por Tobias para optimizar los procesos de carga, la prueba de las municiones fabricadas y su control de calidad, porque es ingeniero (Dipl. Päd. f. Technik), además de cazador, tirador y aficionado a la recarga.

Asombro, o mejor dicho admiración, que aún aumentó más cuando acto seguido supe que también ha diseñado todos los proyectiles que fabrica e incluso ha inventado municiones que ni siquiera conocía, como por ejemplo el cartucho de caza 8,5×63 (que también fabrica en versión para express 8,5x63R). Lo desarrolló en 2008 y ya algunas fábricas de armas lo están adoptando.

EXCLUSIVOS CONTROLES DE CALIDAD

Se puede decir que Sax solo utiliza máquinas industriales (modernos tornos CNC) en la fabricación de los proyectiles de cobre. Para ello, parte de barras de cobre, que desde 2011 tienen una aleación desarrollada por Tobias para que el material se adapte a la dureza y composición adecuadas al tipo y calibre de proyectil que se va a fabricar, que son transformadas por los tornos, previamente programados, en balas con el diseño, calibre y peso deseados.

Como los tornos trabajan con el material de cobre lubricado (prácticamente sumergido en aceite), una vez torneados los proyectiles se desengrasan y, a continuación, se les añade con una máquina manual la punta de plástico.

Ahora bien, aunque los tornos fabrican balas que tienen un peso muy similar, debido a las tolerancias de fabricación (de la bala y de la punta de plástico), no todas pesan exactamente igual, razón por la que se pesan cuando están terminadas y se clasifican en lotes del mismo peso.

A continuación, con cada lote de proyectiles idénticos se fabrica otro de cartuchos utilizando las máquinas manuales de recarga para conseguir la mayor regularidad posible en el cebado de las vainas, dosificación de las cargas de pólvora y engarce del proyectil. En concreto, utiliza pistones de la mejor calidad y pólvoras RS, fabricadas en Suiza, que proporcionan un rendimiento balístico inmejorable.

Una vez cargados los lotes de cartuchos con proyectiles del mismo peso, Sax realiza tres controles de calidad previos al envasado y etiquetado de la munición:

1. El primero consiste en hacer pasar uno a uno todos los cartuchos fabricados por una máquina que los fotografía, escanea y comprueba que todas las cotas y peso del cartucho sean correctos.
2. Se comprueba, disparando una muestra de munición con un cañón probeta, que la cartuchería desarrolla la presión y velocidad correctas.
3. Todos los cartuchos de un mismo lote y calibre producidos que han pasado las pruebas de calidad se revisan manualmente, se limpian y embalan en originales cajas de 20 cartuchos: son cuadradas, en vez de rectangulares como las que utilizan los demás fabricantes.

BANCO OFICIAL DE PRUEBAS

Otra de las muchas sorpresas que me deparó el viaje fue descubrir también que Sax está reconocido como uno de los seis bancos oficiales de pruebas de Alemania, razón por la que no solo dispone de la tecnología necesaria para hacer cualquier prueba a cualquier munición, propia o ajena, sino que puede certificar que se ajusta a las normas internacionales y aprobarla o rechazarla.

Tobías no solo nos mostró las instalaciones del banco de pruebas, que también ha diseñado o mejorado en muchos aspectos él mismo, sino que nos demostró cómo funcionaba disparando una muestra de cartuchos Sax KJG-SR calibre 9,3×62, a los que primero se les hace un pequeño orificio en su vaina que se enfrenta con el sensor piezoeléctrico que mide la presión.

Para cada calibre se utilizan, como es lógico, cañones distintos que se acoplan a un armazón que se encuentra en una galería de tiro. La galería posee sensores para medir la velocidad del disparo y al tubo o cañón del calibre que se va a probar se le acoplan el que mide la presión en recámara así como el cable de disparo.

Los sensores están conectados a un ordenador que registra los valores de presión y velocidad y que está situado en otra estancia contigua desde la que también se dispara el cañón oprimiendo un pulsador (no están en la misma sala por motivos de seguridad: si se disparan municiones desconocidas o defectuosas puede reventar el cañón).

Una interesante experiencia que me hizo reflexionar de nuevo sobre la calidad de de esta munición: ¿Puede un banco oficial de pruebas permitirse el lujo de fabricar una cartuchería mediocre? Yo creo que no. Pero incluso si Sax no tuviese este ‘estatus’, después de conocer cómo Tobias fabrica sus cartuchos, su inventiva y afán por la perfección, menos aún. Es una cartuchería excelente. Si la prueban me darán la razón.

Cabe añadir que, además de visitar Sax, tuvimos la oportunidad de probar la munición de tiro más potente que fabrica, así como visitar Heym, pues a ambas empresas les une una gran amistad.

Juan Francisco París