Perros de caza: consejos para la veda y la nueva temporada

En tiempo de veda, con el rifle, la escopeta y todos nuestros artilugios guardados, no podemos olvidarnos del perro. En este periodo de menos actividad cinegética junto a nuestros compañeros caninos, debemos recordar y poner en práctica las nociones básicas del manejo del perro de caza y algunas actuaciones oportunas, como las vacunaciones o planear la reproducción con las hembras que han trabajado bien durante la temporada.

No podemos sacar los perros al campo durante la época de veda, y esto afecta a su su fisiología y su metabolismo. ¿Quién no recuerda cuando se podían campear los perros durante todo el año y, en los pueblos, estos entraban y salían a su antojo, manteniendo un buen tono muscular y un peso óptimo. Como la cosa ha cambiado, y mucho, es bueno tener en cuenta ciertas pautas de conducta para que el periodo de inactividad sea lo más llevadero posible. De esta manera, nuestro perro llegará a la próxima temporada de caza en buenas condiciones.

Siguiendo las recomendaciones del veterinario Juan J. García Estévez, repasamos unos consejos para tener en cuenta durante la veda si tenemos perros de caza. Hablaremos del ejercicio, de la alimentación, de las vacunaciones o de la cría.

Ejercicio de forma regular

Teniendo en cuenta que los perros de caza son deportistas de alto nivel, al igual que los atletas, deberán realizar ejercicio físico alternando con descansos. Con los perros de caza, el reposo no debe ser absoluto, y el perro debe mantener un fondo mínimo realizando un mínimo de actividad. Para mantener ese “tono base” necesario bastaría con sacar al perro al campo unos 45 minutos, y dos o tres veces por semana, en aquellas áreas habilitadas para ello, como zonas de entrenamiento o espacios de nuestro acotado en donde se permita el campeo.

Campear sabuesos o perros de caza mayor tiene problemas, ya que es muy posible que cojan un rastro y no solo se salgan de la zona autorizada para perros, sino que se salgan del coto (y algunos de la provincia). Con estas razas, el planteamiento debe ser diferente y tener cercones donde puedan ejercitarse.

La importancia de la alimentación

Lo ideal es que un perro mantenga un buen peso durante todo el año. ¿Cómo saber cuál es el buen peso? Un perro está en su peso cuando al mirarle no se le ven las costillas, pero al tocarle el costado se le notan perfectamente. En plena temporada de caza, tendrá unas masas musculares muy fuertes, duras y voluminosas, especialmente en las patas traseras.

El alimento es muy importante, en cantidad y en calidad. Un perro de tamaño medio que cace una mañana entera de invierno a 0ºC de temperatura ambiente, puede necesitar más de 600 g de pienso de buena calidad. Las necesidades del mismo perro en reposo, y si la temperatura es buena y la perrera esta bien diseñada y el animal no pasa frío, puede descender a 270 g del mismo pienso de calidad. Esto pone de manifiesto la gran diferencia en la cantidad que necesita ingerir un perro de caza durante el invierno en plena temporada y la inactividad de la veda durante el verano.

Para el verano y las épocas de menos actividad tenemos los piensos de mantenimiento, que cubren las necesidades básicas de un perro para que esté en perfecto estado. Aunque las cifras varían de una marca a otra, el valor medio de un pienso de mantenimiento suele ser entorno al 25% de proteína, y entorno al 10% de grasa. Con esto, un perro que ingiera 270 g al día, obtendría las 1.800 kilocalorías que necesita al día.

García Estévez aconseja alimentar a nuestros perros de caza con piensos de mantenimiento durante todo el año, siempre que el ejercicio sea moderado, porque la relación proteína/grasa de 25/10, correcta para la fisiología del animal. Solamente cuando el ejercicio sea muy elevado conviene cambiar a un pienso de alta energía, que tienen niveles altos de proteína que no son buenos para el organismo del perro. Está demostrado que las dietas prolongadas altas en proteínas terminan perjudicando el riñón, y por tanto acortando la vida del animal.

¿Cuándo vacunamos a nuestros perros?

El periodo de veda es el ideal, según García Estévez, para vacunar a los perros de caza. ¿Por qué? El veterinario explica que al vacunar a un animal le inyectamos el agente que causa la enfermedad para que su propio organismo cree anticuerpos y, de este modo, quede protegido. En ocasiones, la respuesta del perro puede ser diferente a la esperada y puede enfermar.

Todos los fabricantes de vacunas aconsejan que no se vacune un perro que está sujeto a estrés. En plena temporada de caza, con temperaturas bajas y con alimentaciones, a veces, no acordes al ejercicio realizado por los perros, no es el momento oportuno para vacunarlos. Por ello, durante la veda, con la calma y tranquilidad, es el momento oportuno de llevar a cabo esta actuación.

Vacunas obligatorias

Vacunación antirrábica. Obligatoria en la mayoría de las comunidades autónomas. Nuestro país está oficialmente libre de la enfermedad, pero a pesar de ello es obligatoria su aplicación ya que vecinos como Francia y Marruecos tienen la enfermedad. En 2013 hubo un brote de rabia cuando un perro introducido ilegalmente desde Marruecos mordió a cuatro niños y un adulto en la provincia de Toledo. Además, miles de murciélagos migran cada año, pasando por estos países, y pueden ser portadores de la enfermedad.

 Vacunas voluntarias. Las más importantes de todas desde el punto de vista de la salud del propio animal. Existen numerosas enfermedades frente a las que se puede vacunar un perro, pero las principales son el moquillo, la hepatitis, la leptospirosis y la parvovirosis. Todos los cazadores tienen muy claro que hay que vacunar a los cachorros frente a estas enfermedades, pero no lo tienen tan claro que haya que hacerlo en un adulto. García Estévez ha visto varios casos de perros adultos que han muerto por alguna de estas enfermedades al no estar revacunados.

Esto se podría haber solucionado con una simple vacuna, aplicándola cuando el perro está en perfecto estado de salud. Por ello, las revacunaciones anuales en perros adultos son tan importantes.

Criar nuevos cachorros

La veda es buen momento para criar. En Francia o Alemania muchos buenos criadores tienen dos o tres perras de alto nivel que cazan durante la temporada, pero que solo crían con ellas en el momento en que termina la temporada de caza. La razón es que una hembra sana, que esté al aire libre, entra en celo cuando empiezan a alargarse o a acortarse los días, es decir, al principio del otoño y al principio de la primavera. El celo de final del invierno y principios de la primavera es perfecto para criar los cachorros.

Los nuevos cachorros nacerán en primavera durante los meses de más horas de luz y mejor temperatura, y se iniciarán en la caza el otoño siguiente. Además, la perra no pierde la temporada, ya que cuando ésta comience, si se la ha cuidado un poco, estará en plena forma para empezar a cazar.

Para criar tenemos que tener en cuenta la edad de la perra. Desde el punto de vista veterinario, la mejor edad para criar se sitúa entre los 2 y los 4 años. A pesar de ello y pensando en el relevo, muchos cazadores no piensan en criar hasta que sus perras son mayores. Esto estará bien, advierte el veterinario, siempre que se tenga en cuenta que no es conveniente criar con una perra mayor de 8 años, ya que tienden a tener problemas en la gestación y en el parto, así como tener camadas muy reducidas.

Si tenemos pensado criar con alguna de nuestras perras, hemos de recordar que hay que desparasitarla siguiendo un protocolo (al menos 15 días antes y después del parto) y tenerla convenientemente vacunada. Esto va a suponer que los cachorros van a nacer con menos riesgo de contraer parásitos intestinales, y que estarán protegidos de enfermedades las primeras semanas de vida.