Si me dijesen que me dejan solo en una isla y que tengo que decantarme por un perro para que me acompañe y ayude en la caza, no tendría la más mínima duda: elegiría un podenco. A pesar de sus peculiaridades, bien seleccionados, educados y entrenados, son capaces de cazar desde una codorniz a un ciervo o un jabalí.
Aunque el objetivo de estos artículos sobre las razas y sus enfermedades que hemos publicado durante los últimos meses no es tratar las características cinegéticas de las diferentes razas, en el caso del podenco haré una excepción, pues su fortaleza física, gran resistencia y sus cualidades cinegéticas tienen un origen común.
Hay razas que son altamente resistentes a la leishmania, como es el caso del podenco, cuyo sistema inmunitario es especialmente eficiente.
Cuando los británicos describieron a los podencos, especialmente los de las baleares, hablaron de animales semi-salvajes. En muchas zonas, los podencos han vivido en semi-libertad, en ocasiones fuera del control de las personas, y se han tenido que buscar la vida.
Efectivamente, si no cazaban, no se alimentaban, y si no se alimentaban, no sobrevivían. Tan solo los mejores cazadores procreaban. Y esta característica de supervivencia se sigue observando en los podencos actuales, que tienen un instinto innato para la caza.
Yo digo que a los podencos no les gusta caza… ¡viven para la caza! Aportando más datos, es el único perro que conozco que posee una vista equiparable a la de un humano, incluso puede ser que en algunos aspectos nos supere, y que también la utiliza para cazar.
Su mente parece que solo piensa (y con mucho acierto y habilidad) en un solo sentido, la caza. He visto cazar a podencos fuera de serie pero que tenían serias dificultades para adaptarse a ser perros “faldero
RESISTENTES A LA LEISHMANIA
En cuanto a las enfermedades, pasa lo mismo. Los podencos son originarios de la cuenca mediterránea, donde determinadas patologías son endémicas debido a las condiciones de temperatura y facilidad para la reproducción de los parásitos transmisores.
Entra ellas hay que destacar la leishmania, popularmente conocida como la enfermedad del mosquito. Pues bien, los podencos llevan miles de generaciones enfrentándose a ella y, de nuevo, los más fuertes se han hecho resistentes y han sobrevivido, transmitiendo esta característica a las siguientes generaciones, de manera que ha prevalecido en la raza.
En las ocasiones en las que he visitado las Islas Baleares y he hablado con los cazadores locales, me dicen que la mayoría de los perros de las islas son positivos a la leishmania, y los únicos que no padecen la enfermedad son los podencos.
En la actualidad, la inmunidad tiene una importancia sustancial en la aparición de la enfermedad. Hay perros que, habiendo sufrido la picadura del mosquito portador, no la llegan a desarrollar.
En cambio, otros ejemplares, en las mismas condiciones de manejo y alimentación, sí la padecen. Esto se debe a que hay razas que son altamente resistentes a esta patología, como es el caso del podenco, pues su sistema inmunitario es especialmente eficiente.
Precisamente en esta cualidad se han basado los estudios para desarrollar las primeras vacunas contra la enfermedad, que es uno de los métodos de prevención de la misma. Pero antes de hablar de la en vacuna, vamos a repasar brevemente cómo prevenir esta infección, de especial importancia ahora que estamos en verano y existe mayor riesgo de transmisión.
Como siempre, decir que en Medicina es mejor prevenir que curar, por lo que evitar que el perro contraiga la enfermedad es lo más prudente. Para ello contamos con varios sistemas.
El primero de ellos son las barreras físicas que impiden que el insecto pique al perro. En humanos, y contra enfermedades también transmitidas por mosquitos, como la malaria, una simple mosquitera puede ser la diferencia entre contraer o no la enfermedad.
En el caso de los perros, dormir dentro de casa o a la intemperie es un factor clave, ya que el hecho de estar dentro de una vivienda durante la noche (que es cuando están activos los mosquitos) disminuye mucho el riesgo de picadura.
Si además utilizamos mosquiteras en las ventanas y productos repelentes de insectos dentro de la casa, mucho mejor.
¿ES EFECTIVA LA VACUNACIÓN?
La siguiente barrera es la química, a base de collares y pipetas para ahuyentar a los mosquitos y evitar así su picadura. Cada año se lanzan al mercado nuevos productos de cara a prevenir los parásitos externos y las picaduras, y cada vez son más eficaces y, sobre todo, más seguros.
Hasta ahora los más utilizados han sido los collares a base de deltametrina, aunque también se usan las pipetas a base de permetrina. Y en zonas de riesgo es aconsejable utilizar y combinar más de un producto.
Recientemente han aparecido las vacunas contra la leishmania, que comercializa el laboratorio Virbac. En el mundo de los perros, y especialmente en los de caza (que son los que más sufren esta enfermedad) llevaban tiempo esperando este producto, que es una última barrera contra la enfermedad.
No obstante, para que la vacuna sea efectiva debe seguirse un protocolo. Comienza con el diagnóstico del estado sanitario del perro con respecto a la enfermedad. No se pueden vacunar perros que estén enfermos, ya que la vacuna es ineficiente. Después hay que seguir un protocolo de tres vacunas espaciadas cada 21 días.
Por último, llevaremos a cabo una revacunación anual.
DURO Y MUY VALIENTE
Durante años he criado esta raza y nunca he tenido problemas con ella más allá de los relacionados con su trabajo. Tengo amigos y conocidos que también llevan muchos años trabajando con esta raza y afirman lo mismo.
En los años duros en los que la parvovirosis se llevaba camadas enteras, los cachorritos pequeños sufrían esta patología como cualquier otra raza, pero una vez superada esta etapa, eran perros fuertes y sanos. Haciendo memoria, la gran mayoría de los problemas que he observado en los podencos tienen que ver con accidentes de caza, y muy especialmente con la caza mayor.
Son innumerables los podencos que he cosido por cuchilladas de jabalí, así como muchos los que he visto morir en “combate”. Una pena, pues siempre se pierden los mejores.
Veterinario
Juan J. García Estévez
Mi podenco tiene como un bulto (parece un quiste cebáceo al tacto), en el lado izquierdo del cuello. ¿Es normal?
Tengo una podenca Andaluza de 2 añitos, y cada 15, 2,20 días vomita y se pone mala del estomago, con diarreas, sin apetito pero si bebe, vomito blanco espeso, 24h como mucho 48h desaparece y vuelve el apetito y deposiciones normales. Hemos cambiado de lugares de ocio, en el monte igual, incluso en casa se revisado todo, causas ambientales, no padecen los anímeles que nos han acompañado y en casa Convive con gato, y descartan las veces que se ha visitado al veterinario la bola de pelo felino en el animal en todo el tracto digestivo. El veterinario ya no nos cobra por su curiosidad clínica y tampoco sabemos que realizar para evitar estor episodios. En pleno vomito, contracciones o espasmasmos gastricos se han realizado ecografías incluso, con resultados normales…. Alguna idea???
Tengo un podenco y ibicenco y se le cae mucho el pelo .
Estimada Pilar,
Muchas gracias por confiar en Trofeo Caza, vamos a enviarle su consulta a nuestro veterinario, esperamos poder resolver sus dudas lo antes posible.
Atentamente
Tengo una podenco que tiembla las patas traseras se le hizo radiografía y no tiene nada puede ser que al tocarle la espalda fuerte vuelve la cabeza y tendra algo? O es normal en esta raza?