De las principales cualidades que tiene que tener un perro de caza, la afición es posiblemente la más importante. Por encima de otras características, como el olfato o la muestra, la pasión por la caza es lo que siempre debemos buscar….. pero con ciertas condiciones.
Tenía una perrita teckel llamada Eliott, que fue muy especial. Un día se sentó delante del televisor y allí estuvo horas, mejor dicho, estuvo días. De broma decíamos que le gustaban los “telediarios”, hasta que de repente, dio un salto y cogió un ratón. Tuvo la santa paciencia, y la afición, de permanecer allí quieta durante más de 5 días hasta conseguir su objetivo, cazar el roedor.
Creo que todos los cazadores, de manera innata, saben diferenciar un perro con afición del que no la tiene. Las ganas de cazar, la pasión por la caza, está por encima de todo, de la climatología, de la orografía, de las hembras en celo, etc… Recuerdo un adiestrador que solía decir que hay perro que les gusta la caza, y hay perros que “solo piensan” en la caza, viven para ello. Estos son los interesantes.
En cambio, los perros con falta de afición, manifiestan una absoluta falta de interés por la caza y las especies cinegéticas. En el campo su lugar favorito es detrás de los pantalones de su dueño, mientras que caminan con pasividad respecto a su entorno.
Recuerdo hace años, cuando dedicaba tiempo a la caza del zorro en madriguera, conseguí un cachorro de terrier que me dijeron que era muy bueno. Por entonces cazaba muchos zorros, ya que vivía en una zona donde las especie era muy abundante, y tenía muy buenos perros. Nunca conseguí hacer entra a aquel animal en la madriguera, incluso cuando los otros estaban en plena pelea que les excita mucho.
Un día, cuando el perro ya tenía cerca del año, estaba sentado en la entrada de la madriguera, mientras que los otros bregaban dentro. Saltó el zorro y le pasó a menos de 5 centímetros, le miró con indiferencia y con cara de “¡donde va este..!” sin levantar el trasero del suelo. Unos días después, le encontré una familia donde vivió como una animal de compañía el resto de sus días.
La afición por la caza es algo genético, que se transmite de padres a hijos. Por lo tanto, conseguir perros con estas características se basa en la selección genética reproduciendo tan solo con los mejores ejemplares que posean esta característica.
Por ello, si lo que deseamos es hacernos con una cachorro con mucha afición, es importante buscar buenas línea genéticas y ver cómo funcionan los padres en el campo. Tengo que decir que, en la actualidad y gracias precisamente al trabajo de los criadores, se pueden encontrar perros con muy buenas características en este sentido.
Incluso algunos, con demasiada afición…. Pero además, es importante trabajar con el cachorrillo desde edades tempranas estimulándole esta característica. Esto significa que, si tiene una buena basé genética, estaremos reforzando las aptitudes que más nos interesan y estimulando las partes del cerebro que se destinan a esta actividad.
Así, si lo que queremos es un perro para el rastro de sangre, estimularle a rastrear a los 2-3 meses es muy bueno. Lo mismo ocurre con un perro de cobro, de muestra o de persecución. Pasión y entrenamiento son las claves.
Dónde puedo conseguir un cachorrito para la caza