Gracias a un acuerdo comercial entre las empresas belgas Kite Optics y Browning International, a partir de ahora los cazadores podremos disfrutar de nuevos modelos de visores y binoculares de caza que, como todas las marcas de Browning, distribuirá en España Aguirre y Cía.
Browning International diseña y produce numerosos modelos de armas, y particularmente rifles de caza que, como todos sus productos, se caracterizan por su gran calidad.
Sin embargo, no fabrica óptica ni disponía hasta la fecha de una línea de visores y prismáticos para caza mayor que reuniera una calidad y prestaciones acorde con la de sus armas.
Ya no es así, porque Browning acaba de asociarse con Kite Optics, una experimentada empresa belga cuyo departamento de I+D está en Brujas y monta en Japón los productos. Desde hace décadas produce binoculares y telescopios de muy buena calidad y recientemente ha comenzado a fabricar también una moderna línea de visores para Browning.
En concreto, los orígenes de Kite Optics se remontan a 1955 cuando Georges De Putter pasa a hacerse cargo de la tienda de su padre Robert y decide hacerla evolucionar hasta convertirla en un almacén dedicado a la venta de óptica destinada a la observación ornitológica, su gran pasión.
Durante varias décadas, este almacén se forjó una sólida reputación gracias a un asesoramiento adecuado pero, sobre todo, gracias a un servicio posventa irreprochable; y, por fin, en 1992 Georges decide revalorizar todos los conocimientos acumulados en el sector de la óptica y lanza una gama de prismáticos con su propia marca: Kite Optics (cuyo logotipo es la silueta de un milano) que rápidamente se hace famosa por su precisión óptica, sólido diseño y excelente servicio posventa.
Tanto es así que rápidamente sus productos comienzan a distribuirse por los países europeos más importantes, incluido España, y la marca termina por convertirse en una referencia del mundo de la observación, y especialmente entre los ornitólogos.
Por fin, en 2015 Kite Optics comercializa sus dos primeros visores (un modelo para batida y otro para rececho) que despiertan el interés de la casa Browning que, tras un periodo de reflexión, decide aliarse con Kite Optics con el objetivo de ampliar la gama de óptica para cazadores y mejorar la ya existente.
Según Ghislain De Liederke, Program Manager Optics de Browning,
«los conocimientos técnicos de Kite Optic, su experiencia en el terreno, así como la tecnicidad, la solidez y la precisión de sus productos comparten el mismo ADN».
PRISMÁTICOS KITE OPTICS
Como la marca Kite comenzó haciendo prismáticos y lleva fabricándolos desde hace décadas, la gama de prismáticos es mucho más amplia que la de visores.
En concreto, además de varios modelos compactos, produce cuatro familias de prismáticos de gama media garantizados por 5 años que se denominan Bonelli y Forster (con sistema de prismas en techo) y Birdwatcher y Fitis (con prismas porro), así como cuatro familias de prismáticos de gama superior que tienen en común que poseen sistemas de primas en techo y están garantizados por 30 años: los modelos Ibis ED; Linx HD; Toucan y Petrel, siendo este último prismático el que hemos probado en versión 10×50.
Cabe añadir que, además de prismáticos y visores, Kite Optics también fabrica monoculares con diferentes aumentos y diámetros de objetivos y arneses para portar los prismáticos sujetos al torso.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LOS PRISMÁTICOS KITE PETREL 10X50
Entre los de mayor gama hemos probado, por su alta relación precio-calidad y prestaciones ópticas, el modelo Petrel 10×50.
En efecto, con esta denominación se ofrecen cinco prismáticos: 8×32; 8×42; 10×42; 8,5×50; y el modelo 10×50, que es el más potente y luminoso (el factor crepuscular es de 22,4) y por tanto adecuado para cazar a rececho con mala visibilidad.
Bueno, con mala visibilidad y con cualquier tiempo porque, como todos los binoculares de la gama más alta de Kite Optics, su construcción es estanca y resistente al agua.
Todos los binoculares de la marca Kite Petrel, y en particular el modelo probado, poseen un diseño derivado del modelo Forster, pero incorporan un sistema de lentes mejorado y son más ligeros, y, por tanto, más adecuados para usos cinegéticos.
Sus características principales son:
- Chasis es de aluminio recubierto de goma de color verde
- Rueda de enfoque central estriada
- Conchas de oculares giratorias (retráctiles, para usuarios con o sin gafas)
- Anillo de compensación de las dioptrías debajo de la concha del ocular derecho.
Se sirven en un estuche de cartón con tapas para los objetivos y los oculares, correa ancha para el cuello y bolso de transporte de Cordura con correa. Y lo más interesante es que su precio (aproximado) no supera los 510 €.
PRUEBAS DIURNAS Y NOCTURNAS DE LOS PRISMÁTICOS KITE PETREL 10X50
Durante los días que he tenido en mi poder los Petrel 10×50 ha llovido, ha estado nublado y ha salido el sol, por lo que he tenido la oportunidad de probarlos de día y de noche con buenas y con adversas condiciones para la observación, y puedo aseguraros que en todas las ocasiones el Kite Petrel 10×50 salió airoso.
- Proporciona una buena calidad de detalle.
- Reproduce fielmente los colores.
- Es capaz de enfocar con precisión a menos de 3 metros de distancia, por lo que se pueden utilizar para realizar macrobservaciones.
- Son cómodos de portar y manejar porque por detrás poseen zonas rebajadas para apoyar los pulgares
- Debido a sus objetivos de 50 milímetros, su cuerpo tiene una forma acampanada que permite asirlo con comodidad, hasta el punto que parecen más ligeros de lo que son (pesan 715 gramos).
Sí se aprecia, observando de día a distancias medias, comparado con otros binoculares de mayor precio, que su campo de visión no es tan amplio, pues no llega a los 90 metros, pero por todo lo demás, teniendo en cuenta su precio, sorprende gratamente por su acabado y prestaciones.
Producto totalmente recomendable.