Miras Aimpoint para rifle y escopeta

Disparos rápidos y seguros

Dentro del programa Summer Tour, Aimpoint organizó unas jornadas teóricas y prácticas para profesionales sobre puesta a tiro y técnicas de tiro con rifles y escopetas utilizando principalmente miras Acro y el montaje Piggy Back, cuyas características y utilidad proporcionamos en estas notas.

Las jornadas se organizaron en el campo de tiro de La Bastida (Toledo). Comenzaron el 26 de junio y se prolongaron durante varios días porque se llevaron a cabo de modo que no asistieran más de 10 a 15 armeros cada día, además de representantes de los medios de comunicación especializados que fuimos convocados por Ardesa, la empresa que distribuye en España la marca Aimpoint.

Yo asistí el primer día en compañía de un grupo de armeros de Madrid y de Toledo y, cuando llegué al campo de tiro, no era aún consciente de todo lo que iba a aprender sobre las miras de punto rojo durante las conferencias y los ejercicios prácticos que realizamos, siempre vigilados y asesorados por los dos instructores de Aimpoint: Peder Grönvall, director de Ventas e instructor de tiro, y Frederik Jacobson, director de Formación.

Íñigo López, director comercial de Ardesa, intervino en primer lugar para presentar estas jornadas y, a continuación, Peder Grönvall inauguró el evento con una larga conferencia sobre la historia de la firma (que en el próximo año 2025 celebrará su quincuagésimo aniversario), la utilidad de los puntos rojos, la de sus diferentes tamaños en MOA y la de los principales modelos que fabrica la firma.

Aimpoint AB


La historia de Aimpoint comienza en 1974 cuando Arne Ekstrands tiene la idea de crear una mira de punto rojo para poder disparar con mayor precisión a la caza y en el campo de tiro. Como carecía de recursos, para poder producir su invento se asocia con el empresario Gunnar Sandberg, de la empresa ElektroSandberg, y ambos consiguen lanzar al mercado en 1975 la primera mira comercial de punto rojo: el modelo Electronic, que fue producido en unas instalaciones habilitadas para su fabricación en el puerto de Malmö (Suecia).

Después de cincuenta años, la compañía ha crecido muchísimo; es propiedad al cien por cien de Per Sandberg, su presidente es Lennart Ljungfelt, su sede principal de Investigación, Desarrollo y Ventas está ubicada en Malmö, tiene dos plantas de producción en Malmö y en Cällivare y una filial en Manassas (Virginia, EE. UU.) que opera con el nombre de Aimpoint Inc. En 2023 tenía 415 empleados y había fabricado más de 4 millones de puntos rojos para todo tipo de armas y usos: rifles y escopetas de caza y de tiro, pistolas para tiro y defensa y para numerosos modelos de armas policiales y militares.

Diseñados a conciencia


En teoría, todos los puntos rojos funcionan bajo el mismo principio: poseen una lente que captura la luz de un LED que crea el punto rojo que se usa para apuntar. Y, también, en teoría, todos presentan la ventaja sobre las miras convencionales (alza y punto) y sobre los visores con aumentos de que permiten disparar a distancias cortas y medias de forma más rápida y segura sobre blancos estáticos y en movimiento, entre otras razones, porque carecen de paralaje y la distancia al ocular es ilimitada, por lo que se pueden montar en cualquier parte del arma con la seguridad de que el tiro impactará siempre donde señala el punto rojo. Por ejemplo, cerca de la boca de fuego o del ojo o incluso en un costado.

Sin embargo, los puntos rojos Aimpoint ofrecen, además, muchas prestaciones que no siempre tienen los de otras marcas: la lente posee tratamientos que eliminan los reflejos y permiten ver nítido el punto sobre cualquier fondo; los mandos de ajuste son muy precisos; funcionan durante muchas horas sin necesidad de cambiar la pila; son resistentes al agua, estancos al polvo, a la temperatura y al retroceso, etc. Además, cada modelo se ofrece con tamaños de punto adecuado para el uso principal para el que se han proyectado, porque si es muy fino es útil para disparar lejos, pero no se ve bien de cerca cuando se dispara sobre objetivos en movimiento (*).

(*) Tenga en cuenta el lector que un punto de 2 MOA cubre a 100 metros 6 centímetros, pero tan sólo 1,5 cm a 25 metros. Sin embargo, uno de 6 MOA cubre a 25 metros, 4,5 cm, por lo que se ve mejor y es más apropiado para cazar cerca animales en movimiento. Por esta razón las miras Aimpoint se fabrican con puntos de numerosos tamaños: 2; 3,5; 4; 6 y 9 MOA, etc., que cubren todas las modalidades de caza, tiro y defensa.

De la teoría a la práctica


Tras la presentación de las jornadas, los instructores de tiro nos explicaron cómo se debe apuntar y poner a tiro los puntos rojos montados en rifles y escopetas y, a continuación, tuvimos la oportunidad de probarlos utilizando los dos tipos de armas. En rifles sobre diversos tipos de blancos estáticos (siluetas de jabalí, globos, etc.) en una de las galerías de 25 metros y en escopetas tirando platos de compak.

Según Frederik Jacobson, con los puntos rojos se debe apuntar siempre con los dos ojos abiertos, lo que permite identificar bien el blanco y juzgar mejor la distancia, incrementa la seguridad y el número de aciertos. Además, aunque se dispare sobre blancos estáticos no hay que parar el encare: una vez identificada la pieza, se tiene que dirigir el punto hacia la zona vital y disparar.

Puesta a tiro con truco


Las miras de punto rojo Aimpoint poseen mandos de ajuste en altura y deriva que son muy precisos y se ponen a tiro como se procede con cualquier visor, por lo que no vamos a explicar cómo se centran montadas en un rifle, pero sí en escopeta.

Es mucho más interesante comentar cómo Peder Grönvall nos enseñó a poner a tiro las escopetas de cañones basculantes de forma sencilla, rápida y sin necesidad de disparar: abrió la escopeta y la apoyó de modo que sus cañones apuntaran a un blanco (situado a 25 metros). Luego, introdujo en las recámaras dos vainas sin pistón y, mirando por el ánima a través del agujero que tenían los culotes al carecer pistón, reguló la mira hasta lograr que el punto rojo se divisara centrado en los cañones. Así de fácil y de fiable, porque con esa escopeta (una Fabarm Elos N2 Sporting) todos rompimos muchos platos.

Cabe añadir que los Aimpoint presentan la ventaja de que los clics son táctiles, además de audibles, para que el usuario pueda saber qué corrección está haciendo en ambientes ruidosos. Y también que cada clic corrige de forma muy precisa en altura o deriva el punto de impacto y que en los manuales del usuario de cada modelo de mira se indica a qué equivale el desplazamiento por clic (generalmente, 2 cm a 100 m), cómo hacer las correcciones y cómo montar el visor en el arma utilizando una llave especial multiuso que sirve también para cambiar la pila.

Acro, Acro S-2 y Piggy Back


Durante las charlas teóricas aprendimos a apuntar (y a regular la intensidad del punto rojo) sin disparar utilizando numerosos modelos de miras Aimpoint (Micro H2 y 9.000 SC, entre otras) cuyas características no se tratan por falta de espacio, pero puede conocerlas el lector visitando la página web de Ardesa (www.ardesa.com), así como la del fabricante (www.aimpoint.com).

Pero sí vamos a comentar las que usamos en las pruebas prácticas de tiro, pues, además de modernas, son muy avanzadas y muy efectivas como miras de caza: puntos rojos Acro C-2 en rifles, Acro S-2 en las escopetas e, igualmente, probamos un montaje tan especial como original que se denomina Piggy Back.

Aimpoint Acro


Acro es el nombre de la serie de miras encapsuladas (de armazón cerrado) de calidad profesional más pequeña que fabrica Aimpoint. Se trata de una óptica muy ligera y de perfil bajo que originalmente fue diseñada para pistolas y comercializada en 2018, pero con el tiempo se han producido nuevas generaciones para todo tipo de armas, caso de las Acro C-2 que utilizamos en los rifles. Además, por su pequeño tamaño y prestaciones también se usan en el montaje Piggy Back.

Destacan porque:

  • Utilizan la última tecnología en leds y nuevos circuitos electrónicos que le proporcionan 50.000 horas de funcionamiento continuo (¡5 años!) con una batería CR2032 que se aloja en un lateral del armazón, por lo que se puede hacer con la mira montada en el arma.
  • Tienen tamaño de punto de 3,5 MOA.
  • Sólo pesan 61 gramos sin la montura.
  • Son compatibles con dispositivos de visión nocturna (2 ajustes).
  • Tienen 8 ajustes de intensidad para luz diurna.
  • Son sumergibles a 5 metros.
  • Se pueden instalar en cualquier montura Aimpoint Micro.
  • Además de en color negro, se fabrica y está disponible en España en color naranja.

Montaje Piggy Back


Su pequeño tamaño permite montar el C-2 en el armazón de visores telescópicos con aumentos utilizando anillas adaptadoras Acro especiales. Sirve para poder disparar cerca (y con los dos ojos abiertos) con el punto rojo y lejos utilizando los aumentos del visor, por lo que lo usan desde hace tiempo determinadas unidades militares y policiales. Pero también es útil en determinadas modalidades de caza, como la montería, en las que se desconoce con antelación a qué distancia se puede tirar.

El punto rojo se puede montar en el visor donde se desee, pero Aimpoint recomienda que se fije en un lateral de la mira, lo que exige que es necesario rotar ligeramente el encare del rifle para poder usarlo.

Y así lo probamos montado en el visor de un rifle Sabatti calibre .300 Win. Mag., disparando sobre blancos fijos. A muchos armeros les pareció útil y a mí también, pero yo no lo usaría con calibres potentes, porque, al girar el encare, no tiras con la cara apoyada en la culata y se siente mucho el retroceso, lo que dificulta repetir el disparo con la velocidad que requiere un lance de montería a corta distancia.

Aimpoint Acro S-2


En 2022 Aimpoint lanzó la versión Acro S-2 para escopetas de tiro y caza. Antes de probarla pensaba que yo, al menos, no sería capaz de romper ningún plato de foso olímpico o de compak, pero me quedé totalmente desconcertado porque no fue así y no precisamente porque los platos fueran fáciles.

Todos rompimos muchos platos utilizando dos Fabarm y después de pensar la razón he llegado a la conclusión de que es un resultado lógico, porque con un punto rojo puedes tirar con los dos ojos abiertos, aunque tu ojo rector no coincida con el que apuntas y, por tanto, ves perfectamente la salida y la trayectoria del plato y, además, el tiro va siempre a donde señala el punto rojo, aunque la escopeta no te caiga bien al encararla. Es decir, aunque te quede más alta o baja o ladeada, lo que supondría fallar si careciera de punto rojo.

Me gustaría probarla en caza porque después de los resultados tirando al plato estoy seguro que para cobrar en mano piezas que se alejan, así como en ojeo o desde puesto fijo sobre todo tipo de piezas que vuelen hacia el cazador (zorzales, acuáticas, etc.) no me cabe duda que un S-2 tiene que ser muy eficaz.

Cabe añadir que la mira se puede montar en todas las escopetas que posean solistas ventiladas de 6-12 mm y que comparte con el Acro C-2 todas sus características de impermeabilidad, resistencia, duración de la batería, etc. Pesa 68 gramos sin montura, posee 10 ajustes de intensidad (los más altos para condiciones de cielo brillante) y el tamaño del punto es de 9 MOA, que es el que Aimpoint considera que es idóneo para una mira de escopeta, pues entre otras ventajas, facilita ver la dirección del objetivo. Y estoy seguro de que es así, no sólo porque lo he comprobado, sino porque la empresa sueca tiene también mucha experiencia en el desarrollo de miras para escopeta: comercializó la primera versión (Aimpoint Micro S-1) en 2017 y desde entonces no ha dejado de perfeccionarlas.

 

Distribución y más información en ardesa.com

Texto y fotos: Juan Francisco Paris.