El Gobierno de Cantabria ha autorizado la caza de diez lobos como medida de control poblacional ante la serie de ataques y daños al ganado. Guillermo Blanco, consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, ha adelantado este martes en rueda de prensa extraordinaria junto a representantes del sector ganadero la serie de medidas aprobadas por su departamento y que mañana serán publicadas en el Boletín Oficial de Cantabria. En concreto, el control poblacional de esos diez ejemplares se hará en los términos municipales de Tudanca y su entorno (2 lobos), la Hermandad de Campoo de Suso (4 lobos), Ruente, Cabuérniga, Los Tojos y la mancomunidad de Campoo-Cabuérniga (4 lobos). El consejero ha indicado que estos permisos se extenderán a «los lugares donde harán falta».
Blanco ha señalado que esta autorización es «conforme a derecho» según los informes recibidos por parte de los servicios jurídicos de la propia Administración cántabra. Ha explicado además que se basa en los informes presentados por los agentes del Medio Natural que han certificado los ataques al ganado por parte de los carnívoros silvestres y ha recalcado la «importancia y recurrencia» de los mismos, siendo estas las «premisas que se necesitaban». Estos agentes serán los encargados de aplicar el control poblacional sobre los ejemplares autorizados.
El consejero ha comentado que los primeros en recibir la noticia de esta autorización han sido «los verdaderos afectados», refiriéndose a los ganaderos, y que se la comunicarán al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico «mañana a primera hora». Blanco ha señalado que, a pesar de comunicar a la Administración central los propósitos de «las extracciones» de ejemplares de lobo, solo han recibido «largas».
Desde que el lobo se incluyese en en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), por lo que quedaba prohibida su caza en todo el territorio nacional, se han registrado 42 ataques al ganado en 18 explotaciones de Polaciones y Tudanca, con un total de 44 animales muertos; mientras que en Ruente, Cabuérniga, Campoo y Los Tojos han sido 46 ganaderías afectadas, perdiendo 79 cabezas de ganado. En la Hermandad de Campoo de Suso es donde más ataques se han contabilizado: 102 ataques en 44 explotaciones ganaderas, con 108 animales muertos.
En marzo de este año se anunció por parte del Gobierno cántabro el inicio «cuanto antes» de los controles de lobo ibérico aunque ello supusiera recibir demandas judiciales. Antonio Lucio, director general del Medio Natural, avanzó que estaban «firmemente convencidos y dispuestos» a realizar el control de la especie, aunque reconocía la existencia de « un marco legal muy constreñido, muy complicado».
Las palabras de Blanco y Lucio surgen tras los constantes ataques al ganado que se producen en las explotaciones de Cantabria, desde las que muchos ganaderos pedían el control de los lobos «sin exterminarlos». El consejero de Desarrollo Rural ha dicho que «la única medida efectiva para evitar los ataques de lobos al ganado es el control poblacional», y el Gobierno de la comunidad pretende hacerlo a pesar de las denuncias interpuestas, aunque fallidas, y la pretensión de asociaciones ecologistas de que la región deje de recibir ayudas europeas.