Barcenillas es una población del municipio cántabro de Ruente en la que habitan sobre un centenar de personas. De un tiempo a esta parte, duermen mal. La mayoría son ganaderos y viven de la economía local. Aunque este municipio presume de tener un rico patrimonio histórico, destacando su arquitectura tradicional montañesa, los continuos sucesos que viven sus vecinos están empobreciendo al pueblo. Piden a la Administración que solucione un problema que llega del monte y que ellos califican de «extrema gravedad».
Barcenillas está enclavada en una ladera junto al río Saja. Un paisaje atlántico de robles, hayas y castaños se ve salpicado por prados y zonas con matorral apretado. Muchos vecinos buscan su sustento en la ganadería que se ha desarrollado de manera tradicional en Cantabria: pequeñas explotaciones familiares de vacuno, ovino o caballar. Ahora, como denuncian los vecinos, están sucediéndose «demasiados ataques de lobos en zonas próximas al casco urbano».
Pedro José Gutiérrez Pardo pertenece a la Asociación Cultural Barcenilla y describe la situación de «miedo, nerviosismo y alarma social» que sufren sus vecinos. Afirma que se están incrementando los ataques de lobos al ganado y que se están viendo afectadas las ganaderías locales. Reconoce que las indemnizaciones por ataque de lobo que paga la Administración se cobran, pero pide un control de la población de estos carnívoros, sin llegar a su «exterminio».
Gutiérrez Pardo explica que el ganado atacado «pertenece a familias, que con su trabajo y esfuerzo diario, sacan adelante a sus familias». Los ataques se han producido en el mismo pueblo, según indica este cántabro, y esta proximidad sitúa a los vecinos en una situación de «extrema gravedad».
Los vecinos son conscientes de la protección que tiene el lobo, ya que fue incluido en septiembre de 2021 en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), pero reclaman a la Administración que se haga un control poblacional de la especie. Sin buscar su exterminio, piden «un equilibrio entre todos los animales y, sobre todo, la protección de las personas y sus medios de vida».