Para el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente los daños causados por la fauna silvestre en la agricultura constituyen una cuestión en la que confluyen varios de sus ámbitos de competencia, como son la conservación de la biodiversidad, la regulación de la actividad cinegética y la gestión de los riesgos agrarios.
La fauna silvestre constituye un riesgo de origen biológico para las explotaciones agrícolas, que viene a añadirse a los riesgos derivados de los factores meteorológicos y de las plagas o enfermedades, ya de por sí elevados en España. Por otro lado, cuando se trata de fauna cinegética, este tipo de daños pueden generar conflictos entre los agricultores, los grupos conservacionistas y los titulares de los aprovechamientos cinegéticos.
Una de las principales medidas puestas en marcha desde la Administración española para racionalizar la gestión de los riesgos que afectan a la agricultura es el Sistema de Seguros Agrarios, que cuenta con casi 40 años de antigüedad y que, desde 2009, incluye los daños producidos por la fauna silvestre entre los riesgos cubiertos.
No cabe duda de que la inclusión de esta garantía en el seguro agrario ha contribuido de forma decisiva a reducir la conflictividad entre el sector agrario y los gestores de fincas con fauna silvestre.
Sin embargo, la cobertura de estos daños genera algunas tensiones para el sistema, ya que, por un lado, los daños por fauna silvestre no se distribuyen de la misma forma que los riesgos de origen climático, sino que se concentran en determinadas localidades y parcelas específicas, generando un exceso de siniestralidad que hace insostenible la continuidad de esta cobertura en algunas de las explotaciones más afectadas.
A fin de abordar esta cuestión, en marzo de 2011 se logró el Acuerdo para la cobertura de los daños causados por fauna silvestre en el marco del seguro agrario, promovido por ENESA y con la participación de las comunidades autónomas y de los sectores agrario, cinegético y asegurador, con el fin de garantizar el mantenimiento de las coberturas de los seguros agrarios y abordar los problemas que se planteaban en cuanto al alcance de la responsabilidad de los cotos de caza ante los daños causados por la fauna cinegética.
Transcurridos siete años desde la celebración de dicho acuerdo, la cuestión de los daños causados por la fauna silvestre a las producciones agrícolas sigue de actualidad, ya que las poblaciones de ciertas especies de fauna silvestre, especialmente los grandes ungulados, el conejo y algunas especies de aves, están evolucionando tanto en su tamaño como en su distribución geográfica, lo cual hace que se incremente en muchos casos su interacción con la actividad agraria.
Ante esta situación, se hace evidente que la gestión de los daños de la fauna silvestre a la agricultura debe abordarse con un enfoque integral.
El seguro agrario debe seguir formando parte de este enfoque, pero no puede ser la única medida aplicada, sino que debe ir acompañado de medidas de prevención y mitigación del riesgo, incluida la gestión de las poblaciones silvestres, en cuya aplicación deben estar implicados, de forma coordinada, todos los actores interesados tanto de la Administración como de los sectores agrario y cinegético.
Escrito remitido por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y ENESA