Caza menor nacional
¿Cómo recuperar las liebres?
Tradicionalmente la liebre no se ha gestionado. Su mayor o menor abundancia dependía de cómo viniera el año, del control de predadores y de la abundancia de presas más fáciles, como el conejo. Sin embargo, el conejo ya no es tan abundante cómo era y a la liebre le acechan hoy muchos otros peligros, como la agricultura moderna y el cambio climático, por lo que también resulta imprescindible emprender medidas específicas de gestión que aseguren su futuro.
A la mayoría de los lectores les chocará el título del artículo, lo que no me extraña porque, siendo sincero, son muy pocas las zonas conozco en las que se gestiona la liebre como especie objetivo. A excepción de los galgueros, y de algún que otro cetrero, no hay mucho cazador que se centre en esta especie, siendo más bien un aprovechamiento secundario en los cotos de caza menor.
Como es lógico, las actuaciones en favor del resto de especies de caza menor favorecen a la liebre, como a multitud de otras especies no cazables, pero no se realiza ningún tipo de gestión centrado en esta especie en la gran mayoría de acotados.
Así, la liebre en nuestros cotos es la pobre gran olvidada que depende únicamente de su suerte, de cómo venga el año y del control de predadores y abundancia de presas más fáciles para éstos, como el conejo, por no hablar de las zonas afectadas por tularemia. Y los cazadores en general, según avance la temporada, comentarán lo “floja” que está la liebre o qué bien se está dando la temporada, pero poca más atención recibe la protagonista del artículo como norma general.
Hay que añadir además que es la gran perjudicada de muchas de las malas políticas llevadas a cabo tanto a nivel agrícola como forestal en España. Desde la quema de rastrojos, ahora ya prohibida, pasando por el uso de semillas blindadas, la guerra tóxica contra los topillos o la mala ordenación forestal de nuestras fincas, acaban por dar la última nota de abandono a la gestión de la liebre en España.
Así pues, hay años en los que aparentemente y sin causa alguna vemos más liebres y parece que se recuperan, y años de bajones, pero sin que, en general, nos llame demasiado la atención.
¿ES POSIBLE GESTIONAR LA LIEBRE?
Pero si nos interesa la especie, debemos saber que sí existen algunas medidas específicas para la mejora del medio físico, entre otras muchas comunes que además benefician el resto de especies de caza menor. Es decir, sí es posible realizar una gestión en nuestro coto enfocada a la liebre, aunque sea de manera indirecta.
En España podemos encontrar tres especies de liebre (Lepus sp.) y, las medidas que trataremos son positivas para todas ellas, debido a su mayor abundancia y generalidades de sus hábitats nos centraremos en la liebre ibérica (Lepus granatensis), la protagonista en la península ibérica, frente a sus vecinas, la liebre europea (Lepus europaeus), que se limita a la franja Norte Peninsular y la liebre de piornal (Lepus castroviejoi), mucho más escasa y exclusiva de la montaña occidental cantábrica. La mayor de las tres es la europea, que puede llegar a los cinco kilogramos, mientras que la ibérica, la menor, oscila entre uno y tres kilos.
CAUSAS DE SU DECLIVE
A principios de los años noventa, cuando el conejo comenzaba a hacer estragos en muchas zonas, al igual que la perdiz, la liebre salvó muchas jornadas de caza. Las poblaciones de liebre parecían ir en ascenso, pero las prácticas agrícolas agresivas, el deterioro de los ecosistemas, el aumento de la predación y el uso de productos agresivos en la agricultura, junto con las famosas semillas blindadas, han logrado disminuir gravemente las poblaciones de liebre ibérica en menos de dos décadas.
Especialmente, la liebre pasa por una situación muy peligrosa en algunas zonas de Castilla-La Mancha, como Cuenca, por la famosa tularemia, que la golpea desde finales de los noventa. Y en otras prácticamente ha sido exterminada por la pésima batalla que mantiene el gobierno de Castilla y León contra los topillos desde hace años. A la hora de plantearnos cuál es el ecosistema ideal, hay que tener en cuenta que la misma especie puede variar sus hábitat, como lo hacen muchas otras, en función del área geográfica que ocupe.
No es lo mismo el hábitat de liebre en León que en Toledo o en Córdoba. Además en una misma zona variará su posicionamiento en función de la época de año y según sus necesidades (barbecho, baldíos, rastrojos, siembras, etc.). Conociendo estos datos, podremos centrar nuestras acciones en el medio para favorecer sus necesidades estacionales.
Dos cosas imprescindibles necesita la liebre para sobrevivir, aparte de comida y agua: cama y perdedero. Son dos conceptos que junto con el control de predadores y las prácticas agrícolas empleadas constituirán la ecuación del posible éxito de las poblaciones. En este sentido y en el contexto actual de conservación de la biodiversidad, no se entiende el mantenimiento de rumbo en la nueva PAC, en la que bajo mi punto de vista, se debería obligar en los condicionantes para recibir cualquier ayuda, no sólo a mantener linderos, sino a recuperarlos para enmendar los errores de la concentración parcelaria.
No me cabe en la cabeza que no exijan ciertas cosas ni a nivel europeo ni en nuestra querida España. Claro está que la caza menor y la totalidad de especies ligadas a los agrosistemas tienen un enemigo mortal y “todopoderoso” en España que se llama agricultura moderna. Sería muy fácil exigir medidas de conservación de la biodiversidad como condicionalidad para poder percibir las ayudas, cosas sencillas, como mantenimiento de linderos, no cosechar de noche, respetar una altura y una duración mínima del rastrojo, limitar fitosanitarios agresivos, semillas blindadas, etc. Medidas que no afectan ni de lejos lo que se cree a la productividad y sí, en gran medida, a la fauna silvestre ligada a los medios agrícolas.
CONTROL DE PREDADORES
Aunque realmente pertenece a la actividad de la caza y control de poblaciones, es decir al sector forestal, he querido darle protagonismo pues principalmente en algunas épocas, como desde un mes antes hasta un mes después de la paridera, cobra una importancia muy alta.
La liebre como especie lleva a cabo una estrategia reproductiva del tipo “K”: tienen pocas crías pero las cuidan y vigilan, es por ello que debemos controlar las poblaciones de predadores especialmente cuando las crías y los progenitores son más vulnerables.
- Control de perros y gatos asilvestrados (Escopeta y cajas trampa).
- Control de zorros (lazos selectivos en alar y cajas trampa).
- Control de córvidos (Jaulas córvidos y escopeta).
- Control de poblaciones de jabalí.
Debemos conocer bien la normativa de la comunidad autónoma en la que nos encontremos, pues varían muchísimos, incluso entre provincias.
MEJORA DE LAS INFRAESTRUCTURAS DEL COTO
Debemos mantener el coto lo más preparado posible para la gestión de la especie y su explotación.
- Puntos de agua. La liebre requiere algo más de agua que el conejo, si carecemos de puntos naturales debemos instalar bebederos y mantenerlos debidamente. También deben ser suficientes conforme a la extensión del coto para evitar la concentración de ejemplares.
- Vallados. En zonas de carretera o caminos muy querenciosos, la instalación de pequeñas mallas gallineras de bajo coste, puede reducir la siniestralidad, aunque debemos consultar la legislación autonómica. También en canales de riego serán muy útiles.
- Guardas. En la medida de lo posible, sobre todo para perros sueltos y furtivismo nocturno desde coche.
- Furtivismo. Si carecemos de posibilidades para tener guarda, el uso de cierres en caminos privados, lo dificulta.
- Caminos vecinales. Estudiar la opción de instalar vallado si hay caminos vecinales en zonas querenciosas, ya que la realidad es que pasean con perros sueltos.
Todas las medidas contempladas en los diferentes ámbitos, deben ir acompañadas de un seguimiento, una evaluación (viabilidad) y unas acciones de mantenimiento y mejora, a ser posible por un profesional cualificado. Con esfuerzo, como siempre han hecho los cazadores para mantener a las especies y la biodiversidad en general, podremos seguir disfrutando de la rabona.
MEDIDAS PARA MEJORAR EL HÁBITAT
Como he comentado, existen algunas medidas específicas para la mejora del medio físico de cara a la especie, y otras muchas comunes para el resto de especies de caza menor, de las que detallo las más significativas a continuación:
Respecto al medio agrícola: Sin duda la liebre ibérica está íntimamente ligada a los agrosistemas, si bien podemos encontrarlas en zonas de monte, serán poblaciones mucho menos densas. Pero grandes extensiones de cereal, girasol, sorgo o alfalfa no son suficientes, recordemos que necesitan además camas y perdederos.
- No cosechar en horas nocturnas.
- Respetar una mínima longitud de altura del rastrojo y una mínima duración del mismo (un par de meses).
- No quemar rastrojos.
- No usar semillas blindadas.
- No usar productos agresivos.
- No usar productos en dosis superiores a las recomendadas.
- Respetar linderos y baldíos y no usar productos en ellos.
- Rotación de cultivos.
- Espantar las liebres con perros de las parcelas más querenciosas antes de meter maquinaria.
- Cosechar las parcelas desde dentro hacia fuera.
Existen muchas más medidas, pero he citado quizás las más significativas. Muchas de ellas a priori no serán aceptadas por los agricultores, pero quizás la mejor inversión de aquella sociedad que quiera tener liebres en su acotado, sea una reunión entre agricultores y técnicos que se lo expliquen e incluso demuestren, pues se puede tener un año alguna parcela como “experimento” para comprobar que no existe tanta rentabilidad en el uso de ciertos productos en el balance económico final, y además como es valorable, se podría compensar al agricultor, al igual que el aumentar en medio metro los linderos de ciertas zonas. Repito, una de las mejores inversiones para la liebre.
En el forestal: En éste ámbito sin duda, una buena planificación de la caza es primordial. Las densidades admisibles de liebre en nuestro coto pueden variar muchísimo dependiendo de la zona, del tipo de terreno, de las especies que lo pueblen y de los usos del mismo, pero a priori y generalizando, densidades entre 0,05 y 0,4 liebres/ ha serían las que se podrían conseguir.
- Repoblación de linderos.
- Mantenimiento de cobertura vegetal apropiada.
- Ordenación cinegética adecuada.
- Implantación y mantenimiento de bosques isla.
- Potenciación de pastos y baldíos.
- Evitar traslocaciones de origen lejano.
- Posibilidad de zonas de cría y manejo.
Actualmente existen ayudas para la realización de planes de ordenación forestal. Éstos pueden estar enfocados a potenciar las especies que más beneficien a las poblaciones de liebre y a mantener sobre todo coberturas vegetales óptimas. La repoblación de linderos con especies de la zona, de las que hubiera antes en esos mismos linderos, sin complicarnos, y el establecimiento de pequeños bosques isla en grandes plantaciones, pudiendo incluso compensar al agricultor por aquellos metros cuadrados que pierda de siembra, darán resultados muy positivos.
Juan Pascual Herrera Coronado
Ingeniero Técnico Forestal.
Experto en Caza y Pesca
¿Quieres saber más sobre la liebre? En Trofeo Caza podrás descubrir toda la información relacionada con una de nuestras especies cinegéticas más representativas, los mejores artículos y reportajes sobre la recuperación de la liebre, la situación actual y enfermedades y su ciclo de vida, la opinión de los principales expertos y las mejores recetas de esta especie.
3 comentarios
Juan Pascual Herrera Coronado
marzo 05, 21:01Jose Madrid
agosto 27, 18:17Miguel Sandoval
agosto 23, 19:54