El abandono rural y la transformación del medio natural, principalmente motivado por la agricultura moderna, ha ido en perjuicio de algunas especies de caza menor, sin embargo ha provocado el aumento de las poblaciones de ungulados.
En el caso del corzo, este aumento de sus efectivos y de su Área de distribución ha ido acompañado de un impactante crecimiento de sus trofeos, siendo en la actualidad los mejores de Europa.
Hace casi diez años, también con ocasión de la apertura de la temporada de caza del corzo, el entonces director de Trofeo me pidió que escribiera un artículo sobre la evolución de los trofeos del corzo en España.
Ya en esa época decíamos que el corzo era la especie cinegética española que había experimentado, en proporción, un mayor aumento tanto en la cantidad de ejemplares cazados como en la calidad de sus trofeos.
También apuntábamos que llegaría un momento en que esa evolución al alza se ralentizaría, y que incluso llegaría un momento en que daría marcha atrás.
Sin embargo, de los datos que hemos podido analizar está claro que ese ‘parón’ aún no ha llegado, y que se siguen cazando más y mejores ejemplares. Como ejemplo podemos citar el caso del récord nacional de corzo cazado en el año 1975, que alcanzó 118,17 puntos CIC, mientras que el récord nacional cazado en el año 2016 supera esta cifra en más del doble, al llegar a los 250 puntos CIC.
Para analizar la evolución de los trofeos de corzo en España hemos contado con la base de datos de la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza Mayor.
Desde su creación en la década de los años sesenta, la Junta ha conseguido recopilar y ordenar un archivo de datos sobre los trofeos de caza mayor españoles digno de admiración, siendo en la actualidad uno de los más completos de los existentes en Europa con cerca de 75.000 registros. En relación al corzo hemos tenido acceso a 8.145 fichas de trofeos de corzo homologados tanto por la Junta Nacional como por las comisiones autonómicas.
Hasta 1975 no se utilizaban en España los baremos de homologación fijados por el Consejo Internacional de la Caza y Conservación de la Fauna (CIC), utilizándose en nuestro país una fórmula propia.
Es cierto que, para alguna de las especies, la fórmula ‘española’ que surgió del Primer Concurso Nacional de Trofeos Venatorios y la Exposición de la Caza en el Arte, celebrado en Madrid en 1950, era muy similar a la del CIC, pero en especies como el corzo, gamo o jabalí la fórmula era totalmente diferente, por lo que los resultados de las fichas de los trofeos homologados en ese quinquenio no nos servían.
También es cierto que a partir de 1975 los corzos empezaron a homologarse con la fórmula actual, y que algunos trofeos homologados en base a la fórmula anterior fueron de nuevo homologados en base a la nueva fórmula.
Hay un dato importante que debemos tener en cuenta a la hora de valorar el resultado de procesar toda la información recogida en la fichas proporcionadas por la Junta, y es el hecho de que los baremos de homologación del trofeo del corzo han variado a lo largo de los años para equipararlo al resto de los países europeos.
Desde 1975 hasta 1981 los baremos eran los siguientes:
- Bronce: de 80 a 89,99 puntos CIC
- Plata: de 90 a 99,99 puntos CIC
- Oro: a partir de 100 puntos CIC
En poco tiempo los miembros de la Junta se dieron cuenta de que estos baremos no se ajustaban a la realidad, y partir del año 1981 fueron modificados al alza quedando de la siguiente forma:
- Bronce: de 95 a 104,99 puntos CIC
- Plata: de 105 a 119,99 puntos CIC
- Oro: a partir de 120 puntos CIC
En el año 2005 varios miembros de la Junta presentamos una propuesta consistente en adaptar los baremos de homologación del corzo a la realidad que veíamos en el día a día. La calidad de los trofeos seguía en aumento y los baremos no eran acordes a la calidad de los nuestros.
Pudimos comprobar que en la relación de trofeos de corzo homologados en España durante el periodo 1995-2004 existía una clara desproporción, homologándose más trofeos medalla de oro que trofeos medalla de bronce, desproporción que se mantenía también en los trofeos homologados en el año 2005.
Además el baremo aplicado en España constituía una excepción respecto del resto de países en los que se utiliza la fórmula CIC como base de homologación. Esa excepción se justificó en su día, precisamente, en criterios de equilibrio entre las diferentes categorías. Así, se establecía que cuando no se aplicase el mínimo fijado por el CIC se fijase, al menos, el siguiente criterio:
- Las medallas de oro deberían representar entre el 15-20 % del total de trofeos homologables.
- Las medallas de plata deberían representar entre el 30-40 % del total de trofeos homologables.
- Las medallas de bronce deberían representar entre el 50-60 % del total de trofeos homologables.
Además de todo ello, pudimos comprobar que en el listado de trofeos que publicó el CIC en esas fecha, al menos, veinte de nuestros corzos se encontraban dentro de los cincuenta mejores del mundo, lo que justificaba la equiparación con el resto de los países europeos.
Por todo ello, considerando las reflexiones anteriores y la conveniencia de que la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza dicte normas coherentes con la realidad del panorama cinegético, que contribuyan por otra parte a preservar el valor de las diferentes categorías de homologación en las diferentes especies, la Junta aprobó revisar el baremo aplicado a la catalogación de los diferentes trofeos medalla Oro, Plata y Bronce para la especie Corzo, modificándolo y equiparándolo al establecido por el CIC en el resto del mundo.
Por tanto el baremo sería el siguiente:
- Bronce: 105 – 114,99.
- Plata: 115-129,99.
- Oro: A partir de 130. A partir del día 1 de enero de 2006.
Con el objeto de simplificar, hemos considerado las medallas en base a este último baremo aprobado.