Opini贸n Santiago Ballesteros
Maltrato y bienestar animal
He tenido la ocasi贸n de asistir al primer Congreso de Veterinaria y Bienestar animal celebrado en Espa帽a en Ciudad Real. Me sorprendi贸 el clima que me encontr茅. Un colectivo profesional polarizado.
Las dos Espa帽as, la animalista que habla de la Declaraci贸n de los Derechos de los Animales y de abolir la caza con galgos; y la no animalista, partidaria del bienestar animal desde la cordura, la ponderaci贸n y el sentido com煤n.
Mi sensaci贸n es agridulce pues tuve ocasi贸n de comprobar c贸mo la doctrina animalista ha colonizado las estructuras colegiales y algunas instituciones. Y tengo la impresi贸n de que, hasta ahora, vamos perdiendo.
De forma silente, e imparable, comprob茅 c贸mo el animalismo ha ido infiltr谩ndose en la Administraci贸n y en el colectivo de veterinarios. Percib铆 (es una sensaci贸n muy personal), en relaci贸n a la persecuci贸n del maltrato animal, una especie de euforia colectiva en la construcci贸n de un nuevo cuerpo jur铆dico o una especie de 芦derecho sobre la violencia a los animales禄.
Solo al representante de la Guardia Civil le escuch茅 hablar de sentido com煤n y sentido de la realidad.
Es curioso conocer que en el Foro Internacional sobre Bienestar Animal celebrado en Murcia en agosto de 2017 se invit贸 a veterinarios y a protectoras de animales, pero no a ganaderos, criadores de caballos o cazadores, por ejemplo.
Me llama la atenci贸n c贸mo la caza con galgos es objeto de todas las miradas y c贸mo 鈥揺s una sensaci贸n鈥 se pretende la criminalizaci贸n de cualquier conducta que suponga no ya un da帽o f铆sico, sino incluso ps铆quico, a un animal.
Ya me dir谩n c贸mo se puede explorar a un perro o un gato sobre este particular. Incluso se habl贸 de una especie de nueva 芦medicina forense de los animales禄, de la creaci贸n de un Observatorio sobre el Maltrato Animal, e incluso de una suerte de comisi贸n sobre negligencia del profesional veterinario del delito o la infracci贸n de maltrato.
Sinceramente, a m铆 el congreso me pareci贸 tendencioso, m谩s volcado a un lado que a otro y poco plural. Me da la impresi贸n de que, como en el independentismo, hay una mayor铆a de gente que no se hace o铆r y una minor铆a animalista mucho m谩s activa, din谩mica y organizada.
Que el decano del Colegio de Veterinarios de Murcia presentara la Ley de Protecci贸n Animal como una suerte de avance y de liderazgo que, entre otras cosas, proh铆be el tiro al pich贸n me produjo estupor y decepci贸n. Lo dije en mi intervenci贸n.
Me parece que le hacemos un flaco favor a los ciudadanos de este pa铆s a帽adiendo al alambicado puzle normativo un nuevo rompecabezas legislativo con otras diecisiete leyes de bienestar animal.
Me llam贸 la atenci贸n la definici贸n de maltrato de algunas leyes auton贸micas de nuevo cu帽o donde pr谩cticamente cualquier cosa es maltrato; y, sobre todo, me preocupa la inacci贸n de la mayor铆a, que desde hace a帽os asiste impasible y sin reaccionar 鈥揷omo si no fuera con ella鈥 a la imposici贸n de todo un nuevo cuerpo de obligaciones y responsabilidades relacionadas con los animales de los que se sirven.
Tiene mucho que ver este movimiento animalista con la existencia de una sociedad urbana, alejada de la realidad rural. De hecho, es com煤n a todas las sociedades occidentales y m谩s desarrolladas. No ocurre lo mismo en las comunidades rurales, donde al animal se le ve a trav茅s de toda la historia de la humanidad como un auxiliar del hombre y no como un sujeto de derechos (pero no de obligaciones).
En mi intervenci贸n record茅 que en Espa帽a rige el principio de intervenci贸n m铆nima del derecho penal y que no se puede criminalizar cualquier conducta; que el derecho penal est谩 para las situaciones m谩s graves. De otra forma el derecho sancionador administrativo quedar铆a vac铆o de contenido. Y adem谩s nos volver铆amos locos, am茅n de colapsar comisar铆as y cuartelillos.
En C贸rdoba organizamos el primero de los foros Caza y Sociedad sobre el animalismo. Descargar las conclusiones.
Contamos con la presencia de Juan Jos茅 Badiola, presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios en Espa帽a; y, la verdad, se sacaron unas conclusiones la mar de interesantes.
La conclusi贸n es que o nos despabilamos o nos barrer谩n a base de nuevas imposiciones, nuevas leyes y una suerte de superioridad moral y 茅tica que, sin contrapeso en la balanza, nos har谩 parecer como lo que no somos: una especie de b谩rbaros y de seres primarios que disfrutan con la muerte del animal.
Tuve la ocasi贸n de conversar con un representante del PACMA en estas sesiones. Tras una conversaci贸n cordial y de palabras medidas, se esconde un mensaje inequ铆voco: su objetivo es la abolici贸n de la caza. No lo duden ni un solo segundo.
Despu茅s de tantos a帽os perdidos, creo que a煤n estamos a tiempo de reaccionar. Espero y deseo con autocomplacencia que las notas de prensa y la seguridad de hablar a los nuestros no nos hagan pensar que el peligro no est谩 ah铆 y que es imposible que se proh铆ba la caza en Espa帽a. Nada est谩 escrito.
Los 鈥榗aminantes blancos鈥 del animalismo est谩n ah铆, dispuestos a barrer del mapa todo lo no huela a lo suyo. Espero que todos estemos a la altura y que el corporativismo rancio, sectario, la falta de miras y los 鈥榡uegos de tronos鈥 cineg茅ticos nos dejen ver la amenaza real que se viene encima.
Ya se han perdido demasiados a帽os y recursos.
El movimiento se demuestra andando.
Santiago Ballesteros Rodr铆guez
Abogado. Experto en caza y medio ambiente
santiago.ballesteros.abogado@gmail.com
2 comentarios
Mar铆a Gabriela Barrera
marzo 20, 03:39Daniel
enero 24, 14:40