Fina es el nombre de mi perra y compañera de lances recientemente fallecida.
Tengo un gran dolor y pena por dentro de mí. Supongo que ello es lo que me ha motivado a escribir unas líneas que sirvan para despedir a mi fiel amiga.
La narrativa no es mi fuerte, por lo cual espero que se me perdonen mis errores literarios.
Tenía once años y medio y muchísimos kilómetros de páramos y montes, sobretodo recorridos por las provincias de Burgos y Álava tras las perdices y codornices principalmente, y ocasionalmente persiguiendo a la dama del bosque. Precisamente una becada fue la última pieza que cazó, después de tres levantes y unas muestras espectaculares conseguimos hacernos con ella y cuyo recuerdo permanecerá para siempre en un lugar principal de mi memoria.
Era un precioso ejemplar hembra de Pointer. Una máquina como solemos decir orgullosos siempre pensando que nuestro perro es el mejor, por lo menos para cada uno, potenciando sus virtudes y dejando de lado los defectos que no queremos apreciar.
Parece mentira lo que podemos sentir los humanos por un perro sea de la raza que sea. Pues pienso que se queda corto en comparación con el aprecio que tenemos los cazadores hacia nuestros fieles compañeros de cuatro patas, aunque haya gente que crea las mentiras que arrojan animalistas sobre el trato que damos a nuestros perros y no merece la pena ni comentar.
Ya para terminar sólo quiero decir que disfrutemos de cada momento de nuestros perros cazando como si fuese el último instante que vamos a vivir con ellos.
Gracias Fina por toda la vida que hemos compartido.DEP.
Julen Aguado.
Desde Vitoria -Gasteiz.