Respondiendo a la carta que publicaba hace un par de días el periódico El País y lo desacertado de la comparación que se hace en la misma, equiparando casi a los proxenetas con los cazadores, y a la afirmación que hace la firmante en el texto, considerando que con toda seguridad los perros de caza son los más maltratados, quisiera señalar que el hecho de que la ley de bienestar animal excluya a los perros de caza no significa en modo alguno que los perros de caza estén desprotegidos respecto al resto de razas de perros. Gozan de la misma protección. El maltrato es un delito. Tampoco es cierto como se dice que los perros de caza sean los más maltratados. Por desgracia el maltrato afecta a los perros de todas las razas y a otros muchos animales como caballos, gatos, burros…
El Código Penal en su artículo 337 ya tipifica el maltrato animal con penas de cárcel con una pena que oscila entre los tres meses y un año de prisión. Sobre esta cuestión, si quisiera decir que las penas me parecen muy laxas y que muchas veces no llegan a cumplirse cuando el maltratador carece de antecedentes penales, rebajando la pena a una mera sanción económica.
En mi opinión debería endurecerse el Código Penal para los casos de maltrato, equiparándolo con la legislación europea que contempla penas más elevadas.
Soy cazador desde hace más de cuarenta años y me duele que se criminalice a todo el sector por lo que hacen unos pocos y se nos llame maltratadores o asesinos. Mis perros son parte de mi familia y gozan de todas las atenciones sanitarias, de alimentación y, por supuesto, de cariño.
Respecto al número de perros de caza abandonados, que es otra de las grandes mentiras que se difunden por ciertos sectores interesados en acabar con la caza, voy a citar datos del Seprona de la Guardia Civil: en 2019 se abandonaron 8 galgos y 38 perros de caza. En total: 46.
Otro informe de Affinity, que es una fundación que data de 1987 señala que los perros de caza son los menos abandonados y suponen el 11% del total. Los perros del entorno urbano representan el 88,4% de los abandonos. Tampoco es cierto como se dice que el abandono de perros coincida con el fin de la temporada de caza que es en el mes de febrero. Cuando más abandonos se producen es coincidiendo con las vacaciones de verano y con las fiestas de Navidad.
Estas cifras chocan frontalmente con las que difunde la organización animalista Pacma que habla de 50.000 perros de caza abandonados cada año. Unos datos falseados de la realidad que lo único que buscan es criminalizar a todos los cazadores, llamándonos maltratadores.
Los cazadores y todas las personas relacionadas con el mundo rural, el campo y la naturaleza somos los primeros interesados en combatir de forma activa el abandono de perros de caza y el maltrato animal.
Patricio Simó.