Tras la buena acogida de sus hermanos mayores, Hyundai baja el B-SUV en busca de nuevas piezas. El nuevo Hyundai Kona apuesta por un diseño atractivo y atrevido sin estridencias, un interior bien terminado y bien equipado, un motor potente de última tecnología y un sistema de tracción 4×4 suficiente para la mayoría del público.
Los SUV siguen de moda, pero es el segmento de los B-SUV, los que son algo más pequeños que un compactos (4.3 metros de longitud), los que tienen ahora más tirón.
Todos los fabricantes se están yendo de cabeza a ese coto de caza que no se ha tocado en años. El perfil del cliente es joven, de ahí que las apuestas sean de estilo algo más fresco, pero sin las estridencias que en su momento nos trajo el Nissan Juke.
Hyundai se adentra en este segmento con el Kona, primo hermano del Kia Stonic, al que supera en algunos aspectos con la garantía y buena fama que le ha dado su permanencia en este segmento de los SUV desde sus inicios con el Hyundai Santa Fe o productos tan completos como el Tucson.
El Kona tiene la plataforma más moderna de la marca, no la comparte con el i20 y emplea una nueva que se utilizará para un futuro modelo eléctrico.
Sí toma de las berlinas detalles estéticos como la nueva parrilla de la marca, y con los faros es doble disposición, es decir, las luces de led encima y otro faro para las luces de carretera, es decir, el mismo caso del Juke pero mejor resuelto que el japonés.
Los pilotos traseros también se han dividido en dos. Otro signo distintivo son las protecciones plásticas frontales, laterales y traseras sin pintar, que son las responsables de que le demos el apelativo de campero y que actualmente se está demandando.
Le quedan bien y protegen los puntos débiles o susceptibles de ser dañados en las salidas camperas.
Otros detalles de coche con orientación juvenil es la doble tonalidad de su carrocería, es decir, el techo es de diferente color que el resto del vehículo. Un detalle de personalización que hace que el coche sea menos impersonal. Eso sí, esta opción es incompatible con el techo practicable. Las barras de techo también tienen su aquel, cumpliendo una función meramente estética.
El interior guarda muchas semejanzas con el compacto i30, con ligeras diferencias, acertadas en mi opinión. La calidad percibida es muy buena, a pesar de que encontremos algún guarecido mejorable.
Es el primer Hyudnai en montar head up display (de serie en Style y Tecno), esa pantalla que una vez nos acostumbramos a ella no podemos dejar de tenerla. La información se ve muy bien, resulta de fácil lectura y se pueden configurar los colores de la información.
La pantalla del sistema multimedia está situada en una posición muy elevada, quizá llama la atención al principio pero luego esa posición resulta muy cómoda. Por último, comentar que los interiores se pueden personalizar con pespuntes de tapicería, color de cinturones, color de molduras interiores, etc.
POTENTE Y TRACCIÓN TOTAL
El Kona tiene una oferta mecánica basada en gasolina, los diésel tardarán un poco más en llegar al mercado y se esperan para mediados de 2018. Pero con los motores gasolina que se ofrece, salvo para los incondicionales del diésel, cumple sobradamente.
Se trata de motores de inyección directa turboalimentados los dos que se ofrecen. El menos potente es un tricilíndrico de 1 litro y 120 caballos, en tanto el más potente, el probado en esta ocasión, un cuatro cilindros de 1,6 litros de capacidad y 177 caballos. Este segundo motor está asociado a la transmisión 4×4 y a una caja de cambio automática de doble embrague de 7 relaciones.
Lo bueno del motor más potente es que ofrece las sensaciones de coche potente, sus 180 caballos se notan bajo el pedal y gracias a la entrada en acción del turbo están dispuestos desde los primeros compases de la marcha.
En su agrado de conducción influye mucho el cambio, muy rápido en los pasos de marcha tanto hacia arriba como hacia abajo. Destaca su forma de subir de vueltas, y la progresividad en la entrega de la potencia, notándose mayor empuje por encima de las 2500 vueltas.
Mueve con soltura el conjunto, más pesado de los esperado, más de tonelada y media. Tienen tres programas de funcionamiento, sport, confort y eco.
Para los momentos de ciudad es recomendable el último si queremos gastar algo menos, pues es sport con el motor y cambio más alerta a la conducción. Cuando abordamos una carretera de curvas podemos echar de menos las levas en el volante.
Los consumos pueden ser algo más elevados de lo que estamos acostumbrados, casi 9 litros a los 100 km/h, y el hecho de tener que parar a repostar antes de llegar a los 500 kilómetros de autonomía son las dos notas más reseñables. Y hablando de reducción de consumos, el sistema Start&Stop es algo lento, tanto para activarse como para arrancar el coche.
Para los que gusten abandonar el asfalto, el Hyundai Kona esta preparado con lo justo, es decir, un sistema de tracción integral que funciona en condiciones normales como un tracción delantera y si detecta pérdidas de motricidad conecta el eje trasero mediante un diferencial central multidisco.
Además, y frente a otros competidores, aporte en control de descenso. Cuenta también con bloqueo del diferencial central que permite bloquear el reparto de fuerza que le llega a los dos ejes, de modo que sea el 50 % a cada uno.
Con el control de descenso se permite que en momentos de bajas deslizantes se hagan con mayor seguridad. Su sistema de tracción total está pensado para condiciones climatológicas adversas, no para subir un cortafuegos.
Aun con todo, en terrenos deslizantes como barro o nieve se desenvuelve bastante bien, y si el uso habitual será en circunstancias así no es incorrecto plantearse el empleo de neumáticos M+S, que ayudan en el frío y en barro tienen mejor agarre. Las gamas actuales se pueden usar incluso en verano sin que se produzcan desgastes acelerados por calor.
Por último, señalar que su equipamiento de serie es bastante completo desde el nivel de acceso, que incluye el control de velocidad crucero y la alerta de cambio de carril a los habituales equipos.
El más alto Style, el asociado al motor de 177 CV, aporta como equipamiento diferencial los asientos calefactables y ventilados con regulación eléctrica, ayuda de aparcamiento, volante calefactable y faros led.