Marzo de 1998. Con 24 años me encontraba realizando mi proyecto final de carrera en Inglaterra, concretamente en la Universidad de Surrey.
De potentes garras y largos tarsos, poseen un vuelo poco explosivo comparado con los azores, aunque bien es cierto que, dependiendo de la presa, la compensa con su gran inteligencia
Fue en aquella época donde por primera vez vi un águila de harris (Parabuteo unicinctus), aunque la verdad fui consciente de ello varios años después.
En aquel momento mi ya pasión por la cetrería me llevó a ponerme en contacto con Bob Dalton, un reconocido cetrero inglés que a la postre escribió y realizó varios libros y vídeos sobre la caza, adiestramiento y cría del águila de harris.
Casualidades de la vida, once años más tarde adquirí mi primera rapaz, una hembra de harris criada por mi buen amigo Rafa Pérez Luna, quien, al poco tiempo y en una de las tantas charlas sobre cetrería que hemos tenido a lo largo de este tiempo, me contó la procedencia de la pareja de cría que tan buenos resultados le ha dado.
Sí, casualidades de la vida, el criador era Bob Dalton. Éste fue mi primer contacto con esta rapaz de la que tanto se habla y que desde entonces no ha dejado de sorprenderme. Sin duda alguna nos encontramos ante el ave rapaz más inteligente de la naturaleza.
La más sociable. Aún así tiene sus detractores. A veces, su astucia y perspicacia abruman, y esto no siempre gusta. Originaria de Sudamérica, se encuentra presente en Estados Unidos y en la mayor parte del continente latinoamericano.
En Ecuador se la conoce como gavilán alicastaño; en México como halcón o aguililla de harris; en Chile como peuco; y en Perú como gavilán acanelado. Comparada con el resto de aves que se utilizan para la cetrería, podríamos decir que los harris son aves de tamaño medio.
Sus pesos oscilan entre los 600 y 750 gramos en los machos y entre los 850 y los 1.200 gramos en las hembras. De potentes garras y largos tarsos, poseen un vuelo poco explosivo comparado con los azores, aunque bien es cierto que, dependiendo de la presa, la explosividad la compensan con su inteligencia.
Sin duda alguna, junto al despegue de la cría en cautividad, es uno de los fenómenos que ha propiciado el aumento de la popularidad de la cetrería en los últimos años.
Su versatilidad y sociabilidad van acompañados de una facilidad para su cría en cautividad. Esto ha permitido que este ave esté al alcance de cualquiera y que, por sus características, sea muy propicia para adentrarse en el fascinante mundo de la cetrería.
Al igual que ocurre con el resto de especies que se usan en la cetrería, las presas que podemos capturar con este ave dependen de si usamos un torzuelo o una prima (macho y hembra respectivamente). Los torzuelos, por su tamaño y rapidez, pueden ser usados tanto para pelo como para pluma. Las presas más comunes para estos ejemplares son el conejo, la urraca, algunas acuáticas de pequeño tamaño y, en ocasiones, la perdiz, aunque esta última siempre con recace.
Respecto a las primas, el abanico es distinto, pero, por lo general, menos eficaces para la pluma. Así, presas como el conejo, la liebre, la perdiz, el pato o el faisán son las más cazadas por los cetreros. Obviamente, unas con más dificultades que otras.
EL ENTRENAMIENTO
Preparar un harris para la práctica de la cetrería entraña su dificultad. Por muy sociable que sea, por muy inteligente que parezca, no deja de ser un ave de presa, y esto no lo podemos perder nunca de vista.
Los expertos criadores aseguran que una de las cosas más importantes para tener un buen ejemplar es el tiempo que dejamos a los pollos con sus padres. Lo ideal es al menos tres meses, nunca menos, pues correremos el riesgo de que se acabe improntando con el cetrero, adquiriendo una serie de vicios no adecuados, como piar, cubrir las presas una vez capturados o llevarlas en mano para esconderlas tras la caza.
Es más, una harris improntado puede mostrar una agresividad mucho mayor, llegando a atacar a perros, gatos e incluso personas si no ha sido bien adiestrado.
Por lo demás, es bastante sencillo. Bastarán pocas lecciones y no demasiada hambre para hacer que nuestro pollo haga sus primeros saltos al puño, sus primeros vuelos con fiador y, por supuesto, sus primeros vuelos en libertad. Los harris tardan en madurar.
De hecho, es frecuente escuchar entre los expertos que un harris puede ser pollo prácticamente durante su primer año de vida, mientras que en otras especies el cambio de pollo a adulto se produce en los primeros cinco o seis meses de vida.
Este último aspecto hace que la introducción de los harris a la caza sea más lenta de lo normal, sobre todo cuando hablamos de la caza del conejo o la liebre. No ocurre lo mismo con la pluma, donde enseguida muestran su instinto de caza.
En el caso del pelo es algo más complicado. No es la primera vez ni la última que comprobamos cómo un pollo de harris se asusta al ver un conejo que le hemos preparado como su primer escape. Aquí hay que tener paciencia y saber motivar al ave con una presa adecuada y el hambre justa para que el instinto de caza y superviviencia aparezcan.
Enhorabuena por tanto trabajo, exponerlo tan bien, y sobre todo por compartirlo con todos los admiradores de la cetreria.
Como amantes de la cetreria y las aves de presa, desde Cetreria.club foro de cetreria queriamos invitarte a escribir en nuestro foro y asi hacer más grande la comunidad. gracias!!
Hola disculpa donde puedo comprar u obtener unos de estos ejemplares
Todo parece indicar que me va a resultar bien dificil aprender cetreria aqui. Gracias por responder.
Estimado Miguel Angel,
Lamentablemente no conocemos ningún cetrero en La Habana.
Sentimos no poder ayudarte
Gracias por seguirnos
Hola, conoces a algun cetrero en La Habana Cuba que este dispuesto a enseñar este arte? Saludos.