Caza menor internacional
Cr贸nica de la extinci贸n de 3 parientes de las palomas
Os contamos la historia de 3 aves, parientes de las palomas, que llevaron su adaptaci贸n a un medio terrestre hasta las 煤ltimas consecuencias, perdiendo la facultad de volar por completo y con ella, la posibilidad de sobrevivir en sus islas de acogida tras la llegada del hombre y otras especies asociadas.
EL DODO PARADIGMA DE LA EXTINCI脫N DE ESPECIES Y DE LA ESTUPIDEZ
El dodo es uno de los muchos animales que se ba帽a en el mar de l谩grimas que provoca Alicia con su llanto al viajar al Pa铆s de las Maravillas.
All铆 ya da muestras de sus pocas luces organizando una descabellada carrera en la que propone que todos los participantes ganen. Lewis Carroll se suma as铆 a los que lo tachan de animal un tanto est煤pido, como antes lo hicieron, entre otros, el prop铆simo Schopenhauer, quien en su libro Sobre la Voluntad en la Naturaleza, alude a su torpeza, su poco desarrollo intelectual y a su falta de herramientas evolutivas para no extinguirse; o el mismo Lineo, quien en su nomenclatura binomial de las especies lo tilda de Didus ineptus.
El dodo o dronte era un ave end茅mica de las islas Molucas, archipi茅lago situado al este del oc茅ano 脥ndico en Indonesia. Se han descrito dos subespecies, el dodo com煤n (Raphus cucullatus), que viv铆a en la isla Mauricio, y el blanco (Pezophaps solitaria), originario de la isla vecina de Reuni贸n.
Evolucionaron seguramente a partir de palomas migratorias que viajaban entre 脕frica y el sudeste asi谩tico, y que se establecieron en estas islas haci茅ndose sedentarias al encontrar unas condiciones clim谩ticas adecuadas, sin alteraciones estacionales, para m谩s tarde perder la capacidad total de volar al no existir all铆 predadores naturales.
Se cree que la paloma de Nicobar (Caloenas nicobarica) es su pariente vivo m谩s cercano.
Todo parece indicar que esta columbiforme, gracias a los malos h谩bitos adquiridos en la islas, que recuerdan a los de muchos adolescentes occidentales, se convirti贸 en un ave disforme de entre nueve y diecisiete kilos, de una holgazaner铆a y torpeza palpables.
Aunque actualmente se tiende a pensar que seguramente los restos y dibujos suyos que se conservan pudieran provenir de ejemplares criados en cautividad, con lo que eso implica a la hora de mantener la forma f铆sica y la figura. En cualquier caso, lo cierto es que el dodo no tuvo defensa y se extingui贸 a los pocos a帽os de ser descubierto.
Las primeras noticias sobre esta ave en Occidente llegan de manos de los conquistadores espa帽oles y portugueses a finales del siglo XVI, aunque ya deb铆a ser conocida por los navegantes a principios de este siglo. Su nombre com煤n parece derivar de la expresi贸n portuguesa doudo o doido que significa 鈥榚st煤pido鈥, aunque no hay consenso a este respecto.
Tampoco lo hay en cuanto a c贸mo era su forma, color o sabor. Por ejemplo, en neerland茅s tambi茅n se conoc铆an como walghvogel (鈥榓ve repugnante鈥, 鈥榩avo nauseabundo鈥 o 鈥榟ediondo鈥) en alusi贸n a su valor gastron贸mico.
Sin embargo, no todos eran de la misma opini贸n; por ejemplo, un reputado experto culinario de la 茅poca, Leonardo Boschetti, autor del Tratado de las artes culinarias, afirma en esta obra que el dodo deb铆a dejarse al sereno al menos tres d铆as tras ser desollado para que perdiera ese desagradable olor que le hab铆a valido tales sobrenombres. Tras orearlo, recomienda aderezarlo con un bouquet garni de eneldo, or茅gano, ajedrea y tomillo, y de esta manera asegura que tras guisarlo se convert铆a en un plato excelso, digno de las m谩s exigentes mesas europeas.
Coinciden tambi茅n en que el dodo era delicioso las cr贸nicas de los propios marineros, que acostumbraban a 鈥榬ecolectarlo鈥, aunque habr铆a que ponderar el valor de su juicio teniendo en cuenta que esta era quiz谩s la 煤nica carne fresca que probaban en muchos meses, con lo que, dada su necesidad, 鈥榙elicioso鈥 puede ser un t茅rmino muy relativo.
El hecho de que este pich贸n descomunal fuera cada vez m谩s escaso hizo que su fama como exclusiva delicatessen fuera inversamente cada vez mayor, disparando su demanda hasta que en pocos a帽os desapareci贸 por completo.
No solo la acci贸n directa de los marineros fue la responsable de su extinci贸n; junto a ellos llegaron a las Molucas gran cantidad de otras especies, como cerdos, macacos, perros, gatos, ratas, etc., as铆 como virus y bacterias que no contribuyeron a su supervivencia en absoluto.
El 煤ltimo ejemplar confirmado fue documentado en 1662, aunque existen datos del avistamiento posterior por parte de un esclavo huido en 1674.
Lo que es seguro es que ning煤n dodo lleg贸 vivo al siglo XVIII.
EL SOLITARIO DE RODRIGUES, UN PARIENTE CERCANO
Casi al tiempo que desaparec铆a el 煤ltimo dodo fue descubierta otra especie similar, que seguramente evolucion贸 de la misma forma en una isla al otro lado del 脥ndico, el solitario de Rodrigues (Pezophaps solitaria).
La isla de Rodrigues fue colonizada por hugonotes franceses, los protestantes que se vieron obligados a abandonar el pa铆s tras el Edicto de Nantes en 1685. Henri du Quesne, capit谩n de nav铆o, decidi贸 establecer una colonia en Reuni贸n, pero tras conocer la noticia de que Francia hab铆a enviado buques de guerra a esa isla, reclut贸 un grupo de diez voluntarios con la intenci贸n de explorar otras opciones.
Un a帽o despu茅s, en 1691, ocho de los expedicionarios fueron abandonados en una isla a 560 km de Mauricio, la isla Rodrigues.
Despu茅s de m煤ltiples peripecias, en 1698 tres de los supervivientes consiguieron llegar a Europa, donde uno de ellos, Fran莽ois Leguat, public贸 sus vivencias en un libro en el que documentaba sus aventuras en estas islas y daba fe de lo que m谩s le hab铆a impresionado: el avistamiento y captura de los primeros ejemplares de estas aves, de las que afirmaba que pod铆an llegar a los 90 cm de altura y alcanzar los 28 kg de peso.
Recibidos con escepticismo, los relatos de Leguat fueron m谩s tarde refutados por otros naturalistas y, sobre todo, por el descubrimiento de restos f贸siles, los primeros en 1786, que sirvieron a Johann Friedrich Gmelin para publicar la primera descripci贸n cient铆fica de un solitario. Seg煤n el relato, a los colonos les apasionaba la carne de estas aves y apreciaban particularmente la de los pollos.
Entre los restos se encontraban piedras de buen tama帽o, que el ave tragaba para triturar en su molleja las semillas que le serv铆an de alimento y que, seg煤n Leguat, los hugonotes utilizaban para afilar sus armas.
La tr谩gica y reciente desaparici贸n del dodo no evit贸 que su primo corriera la misma suerte, coincidiendo con el apogeo de la caza de tortugas entre 1730 y 1750; y ya en 1755 fracas贸 una expedici贸n organizada por Joseph-Fran莽ois Charpentier de Cossigny para obtener alg煤n ejemplar, algo de lo que no fue capaz tras dieciocho meses intent谩ndolo y pese a ofrecer suculentas recompensas.
A帽os m谩s tarde, en 1761, Alexandre Guy Pingr茅 visit贸 Rodrigues para observar el tr谩nsito de Venus y tampoco encontr贸 ning煤n solitario, d谩ndose entonces la especie por extinguida ese a帽o.
La paloma de Nicobar (Caloenas nicobarica), 煤nica especie viviente del g茅nero y pariente vivo m谩s cercano de estas especies. Vuela en bandos entre las peque帽as islas de Indonesia, donde elige las que no tienen predadores para pasar la noche, comportamiento que posiblemente dio origen a estos endemismos desaparecidos.
LA PALOMA PERDIZ DE CHOISEUL
Aunque t茅rminos como paloma perdiz o paloma corredora puedan sonar a m煤sica celestial al o铆do del cazador, lo cierto es que el valor cineg茅tico de estas aves, m谩s all谩 de lo que se pueda apreciar una especie salvaje en su entorno o su calidad culinaria, no deb铆a ser muy alto, si nos atenemos a lo que se conoce de su comportamiento.
La historia del dodo y el solitario de Rodrigues se repite en el siglo XX con la paloma perdiz de Choiseul (Microgoura meeki), otra columbiforme end茅mica de la isla de Choiseul y posiblemente presente tambi茅n en las islas vecinas de Bougainville, Santa Isabel y Malaita, al nordeste del archipi茅lago de las Salom贸n, situado al otro lado de Nueva Guinea.
La presencia de esta especie en la isla se achaca a los mismos motivos que en los casos anteriores, es decir, la adaptaci贸n de palomas migratorias al entorno isle帽o para hacerse sedentarias.
La especie fue dada a conocer a Occidente por Albert Stewart Meek, quien en 1904 caz贸 seis ejemplares y los llev贸, junto con un huevo que tambi茅n consigui贸, al museo zool贸gico deTring, en Gran Breta帽a, donde fue descrita cient铆ficamente por Walter Rothschild, que m谩s tarde vendi贸 el lote al Museo Americano de Historia Natural.
Cuando en 1927 y 1929 se organizaron nuevas expediciones para conseguir alg煤n ejemplar m谩s, ya no se encontr贸 ninguno.
En este caso se achaca como causa m谩s determinante de la extinci贸n el efecto de la introducci贸n de especies da帽inas for谩neas antes que la acci贸n directa del hombre.
LAS CAUSAS DE ESTAS EXTINCIONES
Tradicionalmente se ha achacado la desaparici贸n de estas especies a su caza indiscriminada por parte de los marineros para obtener carne, aunque actualmente parece demostrado que, si bien las causas de estas extinciones est谩n relacionadas con la llegada del ser humano a estas islas, la acci贸n directa de la caza no fue el 煤nico motivo, y la introducci贸n de especies que llegaron con 茅l, como gatos, perros, ratas o cerdos, as铆 como las enfermedades para las que las aves no ten铆an defensas o la transformaci贸n de los bosques que las cobijaban mediante talas o quemas, se apuntan como causas de al menos el mismo peso.
Saurio
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