El jabalí (Sus scrofa) es un mamífero prolífico, omnívoro y extremadamente adaptable, cuyas poblaciones se encuentran en franca expansión. Recientemente, el jabalí viene colonizando los humedales manchegos, un conjunto de ecosistemas acuáticos caracterizado por su elevadísima biodiversidad.
Pero esta mayor presencia de jabalíes en los humedales podría afectar a especies vulnerables de fauna silvestre en un entorno que es especialmente sensible.
La “Mancha Húmeda” de la cuenca del Guadiana es una Reserva de la Biosfera conocida por ser el principal complejo de humedales interiores del suroeste de Europa.
Un grupo de investigadores de Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET, Universidad Complutense de Madrid), de la consultora Sabiotec y de la Fundación Global Nature, visitaron 26 de estas lagunas y midieron la abundancia de jabalí y otros mamíferos, así como la abundancia, diversidad y productividad de las aves acuáticas.
Los datos obtenidos muestran, por primera vez en España, cómo la sobreabundancia de jabalí afecta negativamente a la conservación de estos singulares y amenazados humedales de clima semiárido.
Concretamente, este estudio científico ha detectado la presencia de jabalí en el 80% de los humedales estudiados, habiendo sido la mayor abundancia registrada en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel.
Los resultados obtenidos indican que la abundancia de jabalíes condiciona la productividad de toda la comunidad de aves acuáticas que se reproducen en las orillas o en las islas de las lagunas.
Además, han revelado una clara asociación negativa entre la abundancia del jabalí y del conejo silvestre, una presa clave para muchos depredadores amenazados en el entorno de estas lagunas.
El estudio en su conjunto pone de manifiesto que el impacto causado por la sobreabundancia de jabalíes puede estar alcanzando niveles insostenibles en algunos de los humedales estudiados.
Por otro lado, evidencia que la protección de ciertos entornos, y particularmente la ausencia de caza, puede dar lugar a la proliferación de especies problemáticas como el jabalí, con efectos en cascada sobre el conjunto del ecosistema.
Finalmente, el estudio demuestra que la gestión y la conservación de la fauna silvestre requiere un seguimiento de sus indicadores poblacionales, especialmente cuando los cambios demográficos de algunas especies pueden afectar al funcionamiento de todo el ecosistema.
Puedes descubrir más detalles sobre este trabajo de investigación a través de este artículo divulgativo preparado por el Departamento de Comunicación del CSIC.
Por otro lado, el trabajo asociado a esta investigación acaba de ser aceptado para su publicación en la revista científica Ecological Indicators: