La traviesa o cortadero se sitúa habitualmente en las zonas centrales de las manchas de montería cortándola en dos. Suele tratarse de caminos, cortafuegos o zonas de bosque bajo, más o menos limpio, y siempre están rodeadas de zonas de gran densidad de vegetación y escondite para las reses.
Al estar ubicados en la zona central de la zona a cazar, son proclives a un mayor paso de reses perseguidas por las ladras de las rehalas y recovas.
¿Cómo es un puesto de traviesa?
Los puestos de traviesa van ubicados en el borde de una pista, cortafuegos o claro, estando todos los puestos ubicados en el mismo lado de la traviesa para obtener la máxima seguridad de los monteros.
En muchas ocasiones, los monteros cambiarán de lado de la traviesa tras el paso de los perros para esperar su retorno, dando esta instrucción nuestro postor al colocarnos y toda la armada cambiará a la vez.
Nos situaremos de espaldas a la zona de donde provenga la caza y esperaremos a su cruce. Dispararemos una vez la res haya superado la zona central de la traviesa y respetaremos la línea de disparo para no poner en riesgo a otros monteros, nunca encararemos el rifle en dirección a otro puesto.
Llegando al puesto iremos observando los laterales de la traviesa para localizar pasos, trochas y claros, buscando posibles zonas por donde salga la caza. Si la postura se ubica en una gatera o paso, recomiendo no centrarse justo en el paso ya que un animal podría aparecer en una de las múltiples carreras y atropellarnos y darnos, como mínimo, un buen susto.
Claves para el éxito en el cortadero.
El puesto de traviesa es exigente y hay que saber cazarlo. De hecho, se caza bastante más con el oído que con la vista y tiene una serie de claves para sacarle máximo partido.
Atención. Tanto si los animales vienen apretados por las rehalas como si se acercan silenciosamente ante las ladras distantes, el oído es muy importante y nos indicará por el lado por el que se acerca el animal.
Un animal que entra zorreando, si no lo oímos, es más que probable que se nos cuele. Es curioso, pero cuando los animales no vienen a la carrera, tienen la tendencia a parase antes de salir a lo limpio, sobre todo los jabalíes, y es bastante normal que se queden ahí un buen tiempo o, incluso, que se den la vuelta.
Silencio. Es muy importante sobre todo cuando no hay perros cerca, ya que cualquier ruido puede dar al traste con el cruce de una res.
Posición en el puesto. Decíamos antes que nos ubicaremos de espaldas a la zona de donde provengan los perros para maximizar nuestro ángulo de visión tanto a izquierda como a derecha.
No hay ningún problema si queremos mirar hacia la mancha, pero si nos pasa una res y no la hemos detectado, tendremos que girarnos para el encare y el disparo y, muy probablemente, llegaremos tarde.
Encare rápido. Un encare rápido y correcto aumentará mucho nuestras posibilidades de acierto. Un factor muy importante es llevar un arma con la que estemos cómodos, que no tengamos dudas en el encare, que sepamos llevárnosla a la cara de manera instintiva. Como parte del encare es vital que, cuando estemos encarados, ya tengamos la cara y ojos encuadrados con los elementos de puntería y podamos seguir al animal.
El equipo ideal.
Un arma con la que estemos cómodos y que tenga un calibre con poder de parada razonable será nuestra mejor aliada. En estos disparos en corto no es tan relevante la velocidad de la bala como la contundencia y la energía que transmita la misma.
No hay un mejor calibre pero sí los hay más adecuados. Sorprendentemente, por poco popular que sea en estos últimos años, el más efectivo para este tipo de disparos es el calibre 12 de escopeta con bala. En rifle, realmente con una punta más o menos contundente, nos vale cualquier calibre habitual en montería, siendo los más rápidos los que, aún acertando al animal, quizá nos obliguen a pistear.
En cuanto al tipo de arma será a gusto de cada montero. Los hay que defienden los semiautomáticos o express argumentando la mayor cadencia de disparo, pero realmente, el buen disparo en cortadero es el primero y, habitualmente, el único por falta de espacio.
¿Visor sí o visor no? Pues depende. Hay cortaderos con disparaderos más largos, hasta rozar los 100 metros, y los hay cortísimos, con muy pocos metros. Cada cazador conoce sus habilidades y debe saber si es capaz de meter un jabalí en el visor en menos de un segundo o si le va a estorbar y no va ni a poder ver al animal.
Para esto las monturas de los visores son desmontables, precisamente para poder retirar el visor en tiraderos cortos. Personalmente, llevo unos años empleado punto rojo para este tipo de puestos y confieso que facilita mucho las cosas, permitiendo disparar con ambos ojos abiertos y ubicando el punto rojo sobre la res o justo delante de una manera muy rápida e intuitiva. De hecho, más de una vez he dicho que parece hasta trampa por lo que ayuda en esos disparos rápidos.
Es muy recomendable portar un cuchillo de remate en este tipo de posturas ya que muchos disparos de cortadero terminan en agarre de los perros cercanos. En los agarres y remates hay que meterse sólo si uno se siente cómodo y tiene experiencia en el asunto, pero si el perrero está lejos y hay riesgo para los perros, es muy probable que puedas ahorrar heridas e, incluso, la muerte a alguno de los perros.
Habitualmente los perros ayudan inmovilizando la pieza y deberemos entrar con decisión buscando el costillar lateral pegado a la pata y clavar de manera rápida y firme hacia la zona central del pecho del animal.
Normas básicas en el cortadero.
Como siempre, no nos moveremos en ningún caso del puesto marcado. Sólo en caso de agarre y avisando a los puestos vecinos y volveremos tan rápido como sea posible. Piensa que, si te mueves, estropeas la caza a los cazadores de tu alrededor y a ti no te gustaría.
No iremos a ver las reses o a meterlas en la traviesa antes de acabar la montería. Si necesita hacer necesidades, mala suerte, le toca meterse dentro del monte justo donde esté ubicado el puesto y sólo un metro o dos. No dispare hacia la mancha o a lo sucio. El límite lo pone el cortadero, si se ha ido, se ha ido.
Cuidado con los perros cuando persiguen al animal, no dispare si los perros están sobre la pieza de caza. Ojo también si se cruza una res cuando hay perros o perreros en la traviesa porque un rebote puede ser fatal y no hay res que merezca la pena. Evite realizar encares con el rifle alineado con el puesto vecino u otro lejano. Si al vecino se le cuela algo, mala suerte, no dispare a la que no es tu caza, cada uno es dueño de la caza que le entra y decide si la caza o no.
Y, como siempre, no tire nunca al viso y cuidado con lances demasiado largos en la propia traviesa, ante la duda, dispare en el borde de la traviesa para minimizar los riesgos. Buena caza.
Joaquín de Lapatza