El joven cazador holandés Edurard Korthals buscaba un perro de muestra polivalente que se adaptase a cualquier escenario y a las condiciones más adversas. Así fue como creó este grifón que, en la actualidad, además de llevar su apellido, conserva intactas las características que conforman su razón de ser: versatilidad, gran capacidad de cobro y una peculiar muestra que nos recuerda a un fiero león intentando capturar a su presa en mitad de la sabana africana.
Mi primer viaje a Europa fue en 1983. Estuve todo el verano allí y pronto me convertí en un experto en presentar el pasaporte al cruzar las aduanas y cambiando los dólares canadienses por francos franceses, florines holandeses, marcos alemanes o liras italianas.
Las lecciones que aprendí ese verano me servirían cada vez que volví a Europa los 18 años siguientes. En 2001 alquilé un coche en Alemania y conduje en dirección oeste hacia Holanda. Después de una hora, me dí cuenta de que los letreros de las salidas de la carretera habían cambiado del alemán al holandés. Estaba sorprendido. De alguna manera había llegado a Holanda sin darme cuenta. No había visto ni un solo control de frontera, y cuando había parado a poner gasolina no tenía que cambiar mi dinero para pagar la factura. Pagaba en euros, la nueva moneda de la recién creada Unión Europea.
Mientras conducía, reflexioné sobre el significado de la nueva Europa y sobre cómo era el cumplimiento de un sueño centenario de muchas personas que allí vivían. Pasando por Haarlem, me acordé de uno de los primeros defensores de la unidad europea, un hombre que creció cerca de esa ciudad hace casi 150 años. Su nombre fue Edurard Korthals y, aunque no vivió para ver la unidad europea, tuvo éxito en crear la primera raza de muestra realmente internacional, el grifón.
EL JOVEN KORTHALS, SU CREADOR
Pocos detalles se conocen sobre el inicio del desarrollo de la mayoría de las razas continentales de muestra. Pero cuando se llega al grifón hay una sorprendente cantidad de información disponible sobre la raza y su creador, un joven cazador llamado Eduard Karel Korthals.
Referencias a perros con aspecto de grifones se pueden encontrar desde mediados del siglo XVI, pero el desarrollo de la raza comenzó en Holanda en la década de 1870, cuando Korthals se centró en crear un perro de muestra polivalente.
Hijo de un rico holandés, Korthals desarrolló un gran interés en el arte y ciencia de criar animales mientras que vivía cerca de Haarlem, en Holanda. En 1873, a la edad de 22 años, abandonó su patria para seguir sus proyectos de cría en la finca de un rico patrón llamado Príncipe Albrecht de Solms-Braunfels, en Alemania.
En 1881 estaba trabajando a tiempo completo en la cría del perro que con el tiempo llevaría su nombre. Korthals soñaba con crear una raza de muestra que tuviese las mejores cualidades del setter y el pointer inglés: un fuerte instinto de cobro en tierra y agua, así como una excelente habilidad en pistear animales heridos.
No era el único que tenía este deseo.
Otros perseguían ese mismo objetivo y estaban intentando crear su propia versión de perro polivalente de pelo duro: los criadores de pudelpointer con pudels y pointers.
No está claro lo que los criadores de stichelhaar estaban usando para ello, pero parece que Korthals utilizó todo lo que tenía al alcance de sus manos.
En su libro manuscrito de registros se indica que entre 1863 y 1876 adquirió 20 perros, incluidos grifones, spaniels, un retriver, un cruce de pointer, un spaniel alemán, un barbet, un braco francés, un braco alemán y dos cruces de pointer y braco alemán. Fortuitamente, a través de cruces juiciosos de esos perros y muchos otros, desarrolló su propia línea de perros de muestra de pelo duro que le haría mundialmente famoso.
Pero el éxito no llegó fácilmente. Korthals era un holandés que vivía en Alemania, desarrollando una raza internacional de perros de muestra con un nombre que sonaba a francés. Y esto se llevó a cabo en una época en la que las tensiones por la guerra franco-prusiana de 1871 todavía eran evidentes. Por ello había muchos negativistas dispuestos a despreciar a sus perros como mestizos y “chuchos”.
Se crearon dos corrientes entre la comunidad de criadores de perros de pelo duro. En un lado, los nacionalistas que apoyaban las razas alemanas, que creían que sus perros eran los auténticos perros de muestra de pelo duro y que los grifones de Korthals no eran más que “chuchos” impuros.
Por otro lado, los internacionalistas que creían que todas las razas de pelo duro, pudelpointer, stichelhaars, grifones y spinone eran en realidad una única familia con varias líneas que reflejaban las preferencias personales de sus criadores.
Durante un tiempo, la opinión de la “única gran familia” internacional mantuvo su influencia. Pero cuando algunos criadores empezaron a cruzar perros de pelo duro con bracos alemanes, se perdió la unidad y las razas fueron declaradas separadas e independientes.