Con las mejoras de fabricación y perfeccionamientos técnicos que se han ido introduciendo desde comienzos de este siglo, parece que los visores de puntería son todos cada vez más completos, con más dispositivos y utilidades, y van incorporando una cantidad creciente de características que permiten un rendimiento idóneo en la visión y la puntería.
Esa sofisticación está igualmente trayendo aparejada el que los usuarios tengan que enfrentarse también a un mayor número de reglajes, ajustes y manipulaciones para obtener en su visor un funcionamiento no ya óptimo, sino solamente adecuado. Por desconocimiento, descuido, accidente, o por esa precipitación bastante común en las situaciones de un lance de caza, no resulta raro que nos confundamos, o se modifiquen involuntariamente la posición del anillo de enfoque, las torretas de ajuste, o los cálculos y referencias que hacemos para compensar la puntería con la retícula etc. Las causas son varias, pero el efecto es siempre el mismo: fallamos un tiro que de otro modo hubiese resultado un éxito.
Retículas abarrotadas de líneas para medir y compensar caídas y viento; torretas de ajuste con varias vueltas y distintas unidades de medida; rodillos y anillos de enfoque, interruptores de encendido, reguladores de intensidad, selectores de color… son elementos que, lejos de atraer, en ocasiones han llegado a alejar a un sector de los cazadores más interesados en alcanzar sus fines cinegéticos que en asimilar los medios tecnológicos.
Resolver ese problema, sin renunciar a las ventajas que los perfeccionamientos instrumentales aportan a un mejor resultado final, ha sido la meta que el nuevo Leupold VX3 HD 3,5-10×50 CDS-ZL Firedot ha alcanzado satisfactoriamente.
Hace más de siete décadas que Leupold fabrica visores, sector en el que entró cuando uno de estos instrumentos, con las lentes empañadas, malogró una cacería a M. Leupold, quien de inmediato pensó en ofrecer un diseño mejorado. Ese mismo criterio perfeccionista se ha ido manteniendo y progresando: la gama con Zoom Vari-X introdujo el retículo “Duplex”, al que se añadió el sistema de lentes “Anastigmat” en la Serie II, mientras que la III presentó en 1975 un 3,5-10x, llamado a convertirse en un clásico, y antecedente del modelo que hoy probamos.
No pocos cazadores echaban de menos la eficacia y simplicidad de manejo de aquel Vari-X III, notable por sus cualidades ópticas y mecánicas. La puesta al día de ese clásico de otrora, con ayuda de nuevas lentes, nuevos dispositivos de ajuste, y un retículo iluminado que es compendio de la técnica actual, son los pilares de este producto pensado por y para el usuario.
El primer elemento para lograrlo han sido las lentes con vidrio HD, de alta densidad y baja dispersión, que permite una construcción algo más delgada y ofrece mejoras por mayor transparencia y reducción de distorsiones en imagen y color.
La facilidad de manejo se ha abordado con el nuevo sistema CDS/Custom Dial System, compuesto por una torreta de ajuste vertical con tapas intercambiables, numeradas de acuerdo a las características concretas de la munición empleada, que en este modelo realiza todo el ajuste de corrección dentro de sólo un giro de la tapa, y que va provista con el pestillo Zero Lock, para bloquearla en la posición de descanso, pero permite soltarla fácil y rápidamente.
Además, incorpora la retícula Night Hunter, de 3 puntas y una cruz central fina que incluye el punto luminoso “Firedot”, con muy buena referencia de puntería, pero sin tapar el blanco y, muy en especial, sin perjudicar la adaptación del ojo a entornos con muy poca luz, ya que un retículo excesivamente iluminado echa a perder cualquier ventaja real de luminosidad aparente, como la conseguida por este sistema de lentes HD con diferentes revestimientos antirreflejo. El ajuste de encendido e intensidad se hace oprimiendo un pulsador que ofrece 7 niveles de brillo. Hay un interruptor automático temporizado que desconecta tras unos minutos, y que restaura la iluminación seleccionada en cuanto percibe movimientos (encare) en el arma.
Colmando la línea de atender las necesidades del usuario, Leupold no sólo añade la oferta de enviarnos una tapa CDS de ajustes en altura personalizada con los datos precisos de nuestra munición (velocidad inicial, coeficiente, atmósfera, etc.), sino la muy importante que otorga el quedar cubierto por una garantía perpetua con servicio a cualquier propietario del visor, y no sólo al primer comprador.
Bien protegido en su embalaje ecológico de cartón, en el interior encontramos junto al VX unos tapalentes de neopreno, una pila CR 3032, una llave Allen para separar la tapa CDS de ajuste vertical, y un tornillo para el anillo del zoom, además de una “pegatina” promocional con el logo de la marca. También hay un par de hojas de instrucciones —una muy específica para retículas complejas, diferentes a las de esta versión, y otra muy genérica con pocos detalles sobre las peculiaridades de este modelo— muy bien cubiertas con varios vídeos en la página web de Leupold.
Bastante compacto, pero con una adecuada longitud de tubo por delante y detrás de las torretas que permite montarlo incluso en rifles con mecanismos muy cortos, este VX3 es además muy ligero. Un detalle interesante es que su centro de gravedad está justo en la vertical de las torretas.
La impresión de calidad es inmediata: perfecto en ajustes, terminación y acabados. No menos perceptible es la funcionalidad: posición y tacto de los mandos, tamaño muy contenido y con elementos que no sobresalen (las torretas son menos altas que el objetivo) ni estorban y, sobre todo, peso total muy ligero: sólo 488g con la pila puesta, algo mejor de lo declarado. Más funcionalidad: poco más de ¼ de vuelta para pasar de 3,5 a 10 aumentos, y la palanca (desmontable, y con base quizá demasiado aguda) queda accesible, y siempre por encima de la mitad superior del tubo.
También la calidad se hace notar en la imagen, extraordinaria por estar de borde a borde verdaderamente libre de distorsiones, por su transparencia, y por una reducción de interferencias de color que muy, muy pocos alcanzan. En las mediciones encontramos que el campo visual, a 100m, es de 9,6m a 3,5x, y de 3,6m a 10x, ligeramente menor a lo declarado. El fabricante no detalla los valores de pupila de salida, pero medimos 5mm a 10x, y aprox. 13mm a 1,5x (éste, probablemente limitado por un diafragma). La distancia ojo-ocular (eye relief) es de 9-13cm, y veremos que, junto al gran diámetro de la pupila emergente, tiene importantes repercusiones favorables. Para optimizar el rendimiento, las lentes HD tienen diferentes tipos de revestimientos, algo que se aprecia al comparar las superficies del objetivo y el ocular.
Por su diseño, las torretas de ajuste apenas sobresalen, ni pueden perder el ajuste accidentalmente, pero el pestillo “Zero Lock” permite compensar las trayectorias para tiros a largas distancias, y con diferentes municiones. Medimos 57 clics disponibles en altura, que corresponden a 14 MOA, y es suficiente para compensar la caída de la bala de un cartucho normal (.308 Win 150gr SP) hasta 500m. El ajuste en deriva (lateral) es también adecuado, con un total de 219 “clicks” de aproximadamente ¼ MOA, con distribución asimétrica: 79 a la izda. y 140 clics a la dcha. Menor a lo declarado, pero más que suficiente (compensaría vientos de 10km/h hasta alrededor de 550/900m), las discrepancias sin duda se deben al alojamiento de la pila del sistema de retícula iluminada “Firedot” de esta versión, que reduce el recorrido de ajuste (y quizá el ajuste por clic) respecto a la variante que no lo incluye. Un detalle que abona esta opinión es que las correcciones a la izquierda requieren más fuerza, al ir comprimiendo el muelle de retorno, que seguramente es helicoidal, en lugar de fleje.
Hay detalles importantes que hacen muy válido para uso en batida a este especialista para esperas: con aumentos bajos (menos de 5x) hay imagen definida, aunque con paralaje, desde unos 5m. Unamos a eso el retículo luminoso “Firedot” de referencia muy rápida. Y, sobre todo, la facilidad de este visor para encontrar el círculo de imagen (esa pupila emergente de más de 1 cm) al subir el rifle a la cara: a 3,5x (lo adecuado para batida), el círculo de imagen es utilizable entre 16 y 8 cm casi en cualquier posición de encare.
Así que con todas estas cualidades, unidas al CDS que habilita al visor para tiros largos o rececho, hacen que este VX3 ligero, fácil de emplear, y con gran calidad óptica, resulte válido para casi todas las exigencias prácticas de los monteros, sean o no entusiastas de la espera nocturna.
Distribuidor: Borchers SA
Más información en: borchers.es
Texto y fotos | Rodolfo Villarroel