La nueva gama de visores Kahles Helia está formada por tres modelos de altas prestaciones ópticas y mecánicas que poseen relación de zoom de 5x, unidad de iluminación para día y noche con función de apagado automático y un campo de visión y características adecuadas para practicar la caza mayor en cualquier modalidad.
Mientras disparaba el rifle Nesika Long Range, tuve la oportunidad de hacerlo con el visor más potente y luminoso de la nueva familia de miras Kahles Helia: el 2,4-12x56i. Y me pareció que su calidad óptica era tan buena que decidí escribir un artículo sobre las características de todos los visores de la gama, que son tres: 1-5x24i; 2-10x50i; y el ya mencionando 2,4-12x56i.
Los tres modelos tienen la misma relación de aumentos (factor de zoom) 5x que tienen los visores de otra familia Kahles anterior, denominada Helia 5, pero, aunque ambas gamas comparten muchas características ópticas y mecánicas, también poseen otras diferentes.
La más significativa es el sistema de iluminación que, en el caso de los nuevos Helia, consiste en una unidad de larga duración para día y noche, sistema Automatic Light, con función de apagado automático si el arma no está en posición de tiro.
CARACTERÍSTICAS Y APLICACIÓN DE LOS VISORES KAHLE HELIA
Los tres visores se caracterizan por ser miras con un gran campo de visión, ligeras y compactas y de diseño clásico, por lo que pueden utilizarse incluso en armas antiguas.
El cuerpo es de aluminio de una pieza para montar con anillas de 30 mm pero opcionalmente se pueden pedir con carril de montaje Swarovski SR.
Se ofrecen con retícula 4 iluminada (4-Dot) en segundo plano, que es muy delgada por lo que permite apuntar con precisión con toda la gama de aumentos.
Están libres de paralaje a 100 metros y su construcción es muy robusta: a prueba de golpes y del retroceso de cualquier calibre; además son impermeables, no se empañan y sus lentes poseen un tratamiento especial, denominado Oilphobic, que optimiza el brillo y contraste de la imagen.
El modelo menos potente, el 1-5x24i, es una opción excelente para caza en movimiento porque en 1x se puede utilizar con los dos ojos abiertos y tiene un campo de visión excepcionalmente grande: 42,4 metros a los 100. Solo pesa 475 gramos y mide 278 mm de longitud.
El 2-10×50 es un visor multipropósito que, gracias a su calidad óptica y diámetro de objetivo, puede utilizarse en rececho durante todo el día, incluso momentos antes del anochecer o al amanecer, en esperas hasta la última hora del día. Incluso, si no es necesario disparar muy cerca, también puede utilizarle para cazar en montería porque en 2x el campo de visión es de 21 metros. Pesa 585 gramos y mide 341 mm.
Y el 2,4-12x56i es la mira más adecuada para abordar el rececho a cualquier hora del día y las esperas nocturnas porque lo permiten su calidad óptica y su luminosidad. Además, para ser un visor de 12x, no es una mira pesada ni demasiado grande, por lo que se puede montar en la mayoría de los rifles sin que se desequilibren: 680 gramos y 359 mm. También, como visor de rececho o para realizar una espera, tiene un campo de visión muy interesante:16,5-3,3 m a los 100 metros.
Y, por supuesto, al ser impermeables y muy resistentes, las tres miras se pueden utilizar para cazar con condiciones adversas.
PRUEBAS “EN SECO”
Borchers, S.A., que es la empresa que distribuye, entre otras muchas, la marca de óptica Kahles, me envió la nueva gama completa de visores Kahles Helia, pero solo he probado en el campo de tiro uno de los visores (el Helia 2,4-12x56i).
Los demás también los he probado pero ‘en seco’: he comprobado el campo de visión comparándolo con otros visores con los mismos aumentos; la posibilidad de poder disparar con los dos ojos abiertos con el modelo de batida 1-5x (en 1x); la precisión de enfoque y cómo funciona del sistema de apagado automático de la retícula Automatic Light.
Este último me ha parecido muy interesante porque funciona por tramos. Una vez conectada la iluminación aparece un punto de luz roja en la intersección de la retícula, cuya intensidad se puede regular para poder verlo sin que moleste de día o de noche, y la iluminación permanece conectada mientras que el arma no supera una inclinación de 45 grados.
Entre 45-75 grados de inclinación (por supuesto hacia arriba o hacia abajo), la iluminación permanece conectada durante un tiempo de 2 minutos, aunque, cuando se apaga, se vuelve a conectar tan pronto se mueve lo más mínimo el visor (el rifle), por lo que a efectos prácticos permite tirar con la retícula iluminada y además cumple la función de que avisa al cazador que va a disparar con un ángulo muy pronunciado (mayor de 45 grados) y, por tanto, que tiene que realizar ajustes importantes del punto de impacto si no quiere fallar.
Y cuado se superan los 75 grados (y por tanto el arma no está en posición de tiro) la iluminación se desconecta inmediatamente y permanece así hasta que el rifle (visor) no vuelve a estar en posición de tiro.
Cabe añadir que el mando que regula la intensidad se bloquea en la posición de apagado con un clic para evitar que la unidad quede conectada con la mínima intensidad después de utilizarla durante el día, ya que con una intensidad mínima el punto de luz solo es visible si es de noche.
PRUEBAS EN EL CAMPO DE TIRO
La buena impresión que me había causado el preciso enfoque y el sistema de iluminación de los nuevos visores Helia la pude corroborar después en el campo de tiro utilizando el modelo 2,4-12x56i montado en un rifle Nesika Long Range con y sin la retícula iluminada.
Girando el anillo del ocular logré ver perfectamente contrastado y nítido el blanco. Podía apuntar bien con el centro de la retícula al parche blanco que siempre coloco dentro del ‘súper diez’ o círculo central que los blancos de tiro de fuego central llevan en el centro del 10 e incluso ‘intuía’ los impactos del calibre .30 (disparaba con un rifle del .300 Win. Mag. con munición Core Lokt) y donde impactaban los tiros en la diana, por lo que no me supuso ningún problema conseguir regular el visor, cuyos mandos corrigen 1cm/100 m, para que el arma impactara el centro ya que el mando de ajuste en deriva corregía perfectamente y el de ajuste en altura también, aunque curiosamente para subir el tiro había que girarlo en sentido contrario a H, sentido que en la mayoría de los visores (he probado otras excepciones) lo que hace es bajar el punto de impacto.
En resumen, tres nuevas miras con una calidad excelente.
Tengo buenos visores de batida y de rececho, pero créanme que no me importaría ‘jubilar’ alguno y utilizar en su lugar un nuevo Helia.
Tres miras totalmente recomendables. Si les gustan, que ustedes los disfruten.