Borchers presenta dos de las ópticas de apoyo más interesantes para cazadores a rececho y aficionados a la observación de la naturaleza.
Son dos pequeños telescopios terrestres, que extienden las capacidades de los tradicionales binoculares, con un peso similar y portabilidad, pero con una magnificación casi tres veces mayor de lo que es habitual.
Algo que como decimos, apreciarán los amantes de la naturaleza y los cazadores de recechos extremos, que se sorprenderán por su tamaño compacto y peso liviano. Además, el modelo de 15-30×50 mm, es válido para tiradores de precisión.
Características estructurales
Teniendo en cuenta lo anterior, son numerosas las características que se adaptan a la perfección con su orientación de uso. Comenzaremos por las dimensiones y peso, algo crítico si pensamos llevarlo en nuestra mochila, donde cada gramo se hace sentir, sobre todo a medida que subimos y bajamos montañas.
En el caso del telescopio más pequeño, el 10-20×40 mm, su peso es de tan solo 448 g y longitud de 191 mm. En el 15-30×50 mm es también muy liviano con 610 g, sigue siendo más ligero que casi todos los prismáticos de calidad que tienen la tercera parte de aumentos.
Al respecto de su longitud esta tampoco es excesiva, 280 mm. El que ofrece mayor polivalencia de uso es el 10-20×40 mm, ya que puede ser usado a mano alzada por períodos cortos, pero definitivamente necesita un trípode u otro tipo de apoyo para una observación prolongada.
En ambos casos, estos pesos especialmente ligeros, se alcanzan por el uso de la fibra de carbono en su construcción, que además aporta gran robustez a estos telescopios. Son totalmente a prueba de niebla e impermeable para soportar todo tipo de clima. Ya que, como era de esperar, está construido con el proceso de sellado de nitrógeno patentado de LEUPOLD, que se ha convertido en el estándar de la industria, es absolutamente impermeable y antiniebla.
En cuanto a su acabado exterior, este es gris oscuro con motivos dorados, que proporciona a este alcance una apariencia muy formal y elegante.
Transmite una muy buena sensación al tenerlo en la mano, completándose con una bonita correa desmontable y una funda acolchada que combina los colores negro, gris y dorado.
Como el resto de los telescopios LEUPOLD, están equipados con un adaptador de trípode de rosca de 1/4-20, que aceptará el tornillo de montaje estándar, que se encuentra en la mayoría de los trípodes fotográficos.
Esta increíble ligereza no solo supone una gran ventaja en su porte en los recechos o a la hora de viajar con él, sino que además minimiza la necesidad de un trípode excesivamente resistente.
Un trípode fotográfico económico, puede hacer el trabajo si uno necesita viajar con poco peso y/o no se tiene presupuesto para un trípode de fibra de carbono.
Además, es posible emplear pequeños trípodes de cámara de mesa, que son ligeros y prácticos, si encontramos un apoyo lo suficientemente alto como para usarlos cómodamente. Personalmente, creo que un bastón monopie, como puede ser el PRIMOS Trigger Stick Gen 3 que además trae un adaptador fotográfico, es un complemento perfecto para al menos el modelo 10-20×40 mm.
Características ópticas
Considerando ya solo lo anterior, es obvio que existen otras soluciones de tamaño compacto en el mercado. La gran diferencia estriba en su calidad óptica, que se materializa en varios aspectos.
Lo primero que llama la atención es su imagen nítida, con muy buen brillo y contraste en todo el campo de visión y en cualquier rango de magnificación, incluido a máximos aumentos.
Este es generalmente el talón de Aquiles de las ópticas económicas de fabricación asiática, donde la imagen se distorsiona o muestra aberraciones cromáticas.
Este LEUPOLD ofrece una característica única, no sufre los defectos inherentes a los oculares con zoom no premium, porque utiliza un sistema de montaje óptico, no un ocular de aumento variable.
Además, ofrece un gran alivio ocular en todos los aumentos, para el 10-20×40 mm(18,5 mm – 17,2 mm) y (17,50 – 17,1 mm) 15-30×50 mm, en ambos casos con gran entrada de luz, frente a las ópticas baratas, que obligan a meter la cabeza muy cerca del ocular.
Por otra parte, el cristal de prisma es el BAK4, no el BAK7 más barato. Una mirada rápida al objetivo y al ocular muestra un vidrio verde intenso, que muestra una buena calidad de los tratamientos y el interior está pintado de negro para evitar la pérdida de luz. No es de extrañar el buen rendimiento de borde de la imagen en la máxima magnificación.
Durante las pruebas y con el modelo 15-30×50 mm, una vez que el zoom se acercó a 30x, pareció aparecer algo de aberración cromática (un tinte púrpura en el ocular), lo que me hizo pensar que el alcance no era tan bueno como pensaba.
Sin embargo, una vez enfocado, toda la franja púrpura desapareció, dejando una imagen muy buena y limpia que era más brillante de lo que cabe esperar para un objetivo de 50 mm.
Finalmente, algunas consideraciones sobre el campo de visión de estas ópticas. Decir que a 1000 m para el 10-20×40 mm es de 66 m a 10x / 45 m a 20x, en el modelo 15-30×50 mm es de 45 m a 15x / 30 m a 30x.
Que son buenos valores, teniendo en cuenta que son una herramienta de observación y de localización de piezas de caza. Aprovecho, para mencionar que estos telescopios superan a un prismático a la hora de identificar un trofeo en detalle, permitiendo una mejor selección de la presa.
Ergonomía
Ya lo adelantábamos al comienzo de este artículo, el más pequeño de los dos telescopios, el 10-20×40 mm, por sus dimensiones y peso, se puede utilizar a pulso con bastante comodidad, especialmente con bajos aumentos.
Esta es una capacidad desconocida para otros telescopios, a partir de los 15x de potencia de magnificación, será necesario estabilizar nuestro brazo contra el cuerpo u otro apoyo de oportunidad, como puede ser un árbol o una formación de piedras, de cara a estabilizar la imagen.
Enfocar es fácil incluso con guantes, aunque la perilla se siente un poco rígida al principio. También el ocular se nota un poco duro inicialmente. Aunque después de unos minutos de uso, te olvidas de la rigidez tanto en el enfoque como en el zoom.
Es muy cómodo utilizar el zoom, ya que el alivio de los ojos se mantiene constante y no hay pérdida evidente de brillo y nitidez.
RESUMEN
Estamos ante dos ópticas pensadas para su portabilidad, en el caso del 10-20×40 mm, desde mi punto de vista, puede ser una alternativa a unos prismáticos para recechar, sobre todo si lo acompañamos de un bastón monopie.
En el caso del 15-30×50 mm, se trata más de una ayuda a unos binoculares, donde es necesario afinar con la identificación el trofeo de caza. Con una calidad óptica sorprendente para su tamaño, estos dos telescopios suman a sus virtudes la garantía LEUPOLD de por vida.
Mas información: www.borches.es
https://www.borchers.es/blog/100_LEUPOLD-GR-10-20×40-mm-y-15-30×50-mm-Compact