La Fundación Artemisan ha presentado su balance del año 2019 y los nuevos proyectos que va a impulsar la entidad a medio plazo. Lo ha hecho en su Gala Anual, realizada por primera vez de manera telemática y en la que benefactores, socios y colaboradores pudieron conocer de primera mano un resumen del trabajo realizado el año pasado.
El presidente de la Fundación Artemisan, José Luis López-Schümmer, realizó en su intervención un repaso por el trabajo de la fundación en sus apenas tres años de vida, en el que se ha avanzado sobre los tres pilares básicos que se marcaron como prioritarios desde el primer momento: investigación, comunicación y defensa jurídica. En este sentido, el presidente de Artemisan resaltó que la entidad ha cubierto un espacio imprescindible en el sector cinegético, coordinándose y colaborando en todo momento con las organizaciones más representativas del mundo de la caza.
En esta línea, López-Schümmer destacó que en estos tres años la Fundación Artemisan ha logrado importantes avances en todo lo relacionado con la generación de datos rigurosos y obtenidos de forma científica, de forma que la entidad “se ha convertido en una fuente que ya nadie cuestiona”. Asimismo, incidió en la importancia de que el mundo de la caza esté presente en diferentes procesos judiciales, “apoyando a las administraciones y aportando informes técnicos y científicos”, como un camino esencial en la defensa de la actividad. En materia de comunicación, insistió en la importancia de que la caza siga trabajando en para estar presente en los medios, porque “si nosotros no contamos lo que es la realidad, otros van a decir qué es la caza”.
AVANCES EN PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN
En el ámbito investigador, el responsable de este departamento en la entidad, Carlos Sánchez, indicó que 2019 “fue un año de investigación diversa, porque hicimos proyectos sobre especies y espacios naturales muy variados; e intensa porque compaginamos proyectos a medio largo y plazo con otros que tenemos que completar en muy poco tiempo”.
Entre los datos de los proyectos desarrollados, aseguró que en el proyecto de recuperación del urogallo, tras patear unas 1.200 hectáreas a más de 1.500 metros y hacer foto-trampeo intensivo, se ha confirmado la pérdida de hábitat y los depredadores a los que se enfrenta el urogallo; en el Delta del Ebro y en colaboración con los cazadores se han analizado más de 800 alas y se han realizado más de 200 jornadas de censo de agachadiza y gallineta cuyos resultados ayudarán a planificar mejor la caza de estas especies; y en Fuerteventura también se ha realizado monitorización y ahora se están analizando los censos en los que cazadores y Cabildo han recorrido más de 300 kilómetros.
En el caso de Mixolepus, “ya sabemos que el virus de Mixomatosis de liebre está claramente diferenciado del de conejo, los resultados preliminares de la vacuna son esperanzadores pero no definitivos y también hemos podido calcular las densidades medias de liebres dentro del trabajo de que realizamos en Castilla-La Mancha”.
Uno de los proyectos completados es el de los indicadores de caza y gestión sostenible de jabalí y ciervo, en el que se han analizado más de 1.000 jabalíes y ciervos, “y ya disponemos de esos indicadores sanitarios, fisiológicos y de calidad cinegética que nos van ayudar mucho en el día a día de la gestión en los cotos”.
En el caso de RUFA se ha finalizado la primera fase de trabajo, “ya tenemos 8 cotos en los que estamos trabajando y estamos muy contentos por haber sembrado 33 hectáreas de márgenes multifuncionales”.
Otros proyectos que continuarán en 2020 son el PIRTE, sobre recuperación de tórtola común pero incrementando el esfuerzo de censos mediante escuchas en España en general y Extremadura en particular, y el estudio sobre la supervivencia y dieta de los perdigones, “por el que ya sabemos que casi un 50% de los perdigones no sobreviven durante el primer mes de vida”.
En cuanto a nuevos proyectos, avanzó la monitorización de aves cinegéticas en la Comunidad de Madrid, la participación en el Plan de Caza Adaptativa de la tórtola común; el grupo operativo supra-autonómico sobre tuberculosis (GOSTU); el desarrollo de prácticas agrícolas innovadoras en un coto de Andalucía dentro de un proyecto europeo; y un proyecto sobre gatos asilvestrados en Castilla-La Mancha.
A todos ellos hay que sumar el Observatorio Cinegético, que según explicó otro de los investigadores de la Fundación, José Luis Guzmán, cuenta ya con casi 250 colaboradores en toda España dispuestos a participar en el censo de aves migratorias de 2020, con el que arrancará de manera oficial el Observatorio Cinegético. “En esencia se trata de utilizar el enorme potencial que tienen sus observaciones de campo para conocer el estado de conservación de las especies cinegéticas, y así, poder tomar correctas decisiones de gestión y hacer recomendaciones a las administraciones públicas”, explicó.
ÁMBITO JURÍDICO
El responsable del departamento jurídico de Artemisan, Jorge Bernad, detalló las principales actuaciones en esta materia en 2019, como son las actuaciones sobre la problemática de los caminos públicos, la regulación de la caza en los parques nacionales y el furtivismo, además de haber participado en procesos judiciales en Asturias y Cantabria defendiendo el plan de gestión del lobo.
La acción jurídica es imprescindible, recordó Bernad, porque ya ha habido casos muy relevantes como el que llevó a la paralización de la caza en Castilla y León.
Sobre la polémica surgida en el Estado de Alarma, por la publicación por parte de las Comunidades Autónomas de órdenes autorizando la caza que sectores ecologistas amenazan con recurrir, avanzó que Artemisan ha ofrecido a las Administraciones “la posibilidad de que, en caso de que las resoluciones se recurran, personarnos en su apoyo como codemandados, aportando toda nuestra experiencia jurídica y técnica”.
COMUNICACIÓN
El director de la Fundación Artemisan, Luis Fernando Villanueva, hizo un balance del trabajo de la Fundación en materia de comunicación durante los últimos tres años, con grandes avances en tres frentes: comunicación interna, redes sociales y medios de comunicación generalistas. “Se trataba, sobre todo, de comunicar a la sociedad en general el trabajo de un sector que está adaptado al siglo 21, un sector cada vez más profesionalizado, comprometido con su entorno, dispuesto a asumir retos importantes ante un escenario político y social muy inestable para el mundo de la caza”, añadió.
Sobre los proyectos que se están desarrollando en 2020, destacó la puesta en marcha de un acuerdo de colaboración con El Mundo (en 2019 se inició está línea de trabajo con ABC), mientras que debido a la crisis sanitaria se ha aplazado al año que viene el Congreso Caza y Cultura.