Un estudio revela que corzos, jabalíes y ciervos tienen la bacteria que provoca la fiebre Q, un enfermedad zoonótica causada por la bacteria Coxiella burnetii que se encuentra frecuentemente en ganado vacuno, caprino y ovino. Investigadores del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario han detectado la bacteria tras analizar muestras del bazo de 652 ungulados silvestres y 218 aves salvajes recogidas entre 2011 y 2019 en el País Vasco.
Los autores del estudio ‘Prevalencia estable de Coxiella burnetii en la fauna salvaje tras una década de vigilancia en el norte de España’ analizaron mediante PCR en tiempo real muestras de bazo de mamíferos y aves. Entre las aves silvestres, sol0 una cigüeña blanca dio positivo, pero la cosa cambió para los ungulados silvestres. Los resultados del análisis de bazos en el norte de España muestran la presencia de la bacteria en el 7% de los corzos analizados, el 2,4% de los ciervos y el 1,9% de los jabalíes. Los investigadores comprobaron que la tasa de infección en corzos en muy superior a la detectada en jabalíes y ciervos.
La Coxiella burnetii es una bacteria zoonósica intracelular causante de la fiebre Q que se encuentra ampliamente extendida en la naturaleza. Las fuentes de infección más comunes para los humanos son los rumiantes domésticos, aunque se ha comprobado que la fauna silvestre también puede actuar como reservorio de la infección.
Los investigadores, tras analizar los resultados y teniendo en cuenta el aumento de poblaciones de corzo y jabalí, recomiendan «seguir monitorizando ambas especies para detectar posibles cambios en las tasas de infección».
El Principado de Asturias ha informado este mes de la existencia de 8 casos de la fiebre Q, y tres de ellos no tienen aún determinada su fuente de origen, según ha informado el jefe de Vigilancia Epidemiológica del Principado de Asturias, Mario Margolles. La fiebre puede transmitirse también por vía alimentaria o por consumo de leche cruda, pero no entre humanos, advierte Margolles.
«Sin haber contacto es posible que aparezcan los casos si en un momento determinado una persona pasa por un sitio donde haya estado ganado. La transmisión principalmente se produce por vía respiratoria, por la inhalación de las esporas de la bacteria Coxiella burnetii», ha explicado el jefe de Vigilancia Epidemiológica.