Aunque el coche eléctrico está todavía en fase de desarrollo, en cuanto se solvente el problema de la autonomía, quizá la principal traba que tiene todo usuario cuando se plantea su compra, será sin duda la solución de movilidad del futuro.
La capital de España, que posiblemente corte su circulación en un futuro no muy lejano a los vehículos de combustión interna, se sumará a la iniciativa de otras muchas capitales europeas que por sus centros históricos sólo permiten la circulación a vehículos eléctricos o híbridos.
Sin embargo, las ciudades todavía no están preparadas para soportar su circulación. El manejo de un coche eléctrico requiere poder cargarlo y no hay puntos suficientes de recarga. En este sentido España va muy por detrás de muchas capitales europeas, especialmente las nórdicas, donde el uso del coche eléctrico se ha potenciado con otras muchas medidas, no solo en reducción de impuestos, también en aparcamientos específicos gratuitos, entre otras.
Al margen de estos temas, que formarían parte de un debate más bien político, pues se puede tomar como una primera medida eficaz para la reducción de emisiones contaminantes, y del poco interés que suscita en los distintos equipos de gobierno (quizá por la inversión en infraestructura que hay que realizar y que a todos les hace dar un paso hacia atrás), es evidente que el coche eléctrico será el vehículo del futuro.
Se trata de un coche, como ya hemos dicho, de alto coste de adquisición. Son las baterías las que elevan su precio notablemente, por eso algunas marcas han puesto en marcha un plan de alquiler de baterías (Renault con el Zoe) haciendo que el coche tenga un precio de salida algo más bajo.
Otros muchos, en cambio, venden el coche y las baterías, como un coche normal. Las baterías tienen una vida útil determinada y cuando llegue el momento del cambio se cree que será más barato comprar un coche nuevo que cambiarlas. De momento hay varios caminos, el futuro nos dirá cual es el mejor.
VENTAJAS DEL COCHE ELÉCTRICO
La ventaja económica del coche eléctrico deriva en el coste por kilómetro.Tras realizar una recarga de las baterías el coste de recorrer 100 km. puede ser de 1 €. En un coche diesel con un consumo medio de 5,5 litros el coste en combustible de recorrer 100 km está en torno a 5,6€ (dependiendo del precio del combustible).
Los costes de mantenimiento se reducen notablemente, ya no hay que estar pendiente de aceites, líquidos, etc. pues no lo usan igual que otra serie de elementos de desgaste como el embrague. El nivel general de desgaste del vehículo es menor, por lo que se reduce la posibilidad de averías.
Las ITV se pagan a precio de gasolina (más barata que la de un diesel) y no pasan prueba de humos pues se trata de coches de cero emisiones. El seguro de los coches eléctricos es más barato. No debemos generalizar. pero las compañías. conscientes de que tienen un menor nivel de prestaciones y por las características generales de los potenciales compradores, tiene una póliza económicamente más “arreglada” que la de un vehículo de combustión.
Hay que comentarlo, aunque no entraremos a valorarlo mucho, pero es cierto que tienen un agrado de conducción diferente. Lo primero que nos llama la atención es que no hacen nada de ruido, el motor no suena, y el único ruido que llega al interior es el de rodadura, muy mitigado pues están bastante bien aislados acústicamente. Tampoco hay vibraciones. Una vez que iniciamos la marcha notamos que el par y potencia máxima están disponibles desde que pisamos el acelerador, luego la sensación de fuerza y empuje la tenemos en todo momento.
INCONVENIENTES
La dos más importantes ya las hemos dicho, el precio y la autonomía con el problema que supone las recargas fuera de casa. En España, y de momento, las ciudades no están preparadas para recibir al vehículo eléctrico. Con la adquisición del vehículo eléctrico debemos, además, invertir en una cierta infraestructura.
Hay que adecuar nuestro garaje y dotarle de un punto de recarga. Disponer de un cargador rápido (Wall box) es una necesidad y actualmente su instalación tiene un coste de 2.000€ aproximadamente, algo que debemos valorar.
Gracias a este punto de recarga rápida en 30 minutos habremos cargado el 80 por ciento de la batería del vehículo.
La carga a tope se estima entre 2 y 4 horas, ese 20% restante se hace mucho más despacio. Estos wall box se pueden comprar con el vehículo, como un equipamiento más (incluida la instalación). Esta opción nos permite además contratar una tarifa de recarga nocturna cuyo precio es más reducido.
También se puede cargar en un enchufe corriente de casa, en este caso el tiempo de carga dependerá de la potencia que tengamos contratada y puede estar entre las 4/5 horas y las 7/8 horas. En cualquiera de los dos casos lo que no se debe olvidar es adaptar nuestra tarifa eléctrica a las nuevas necesidades, si no aprovechamos las tarifas de tipo discriminación horaria (antiguamente denominada tarifa nocturna), para aprovechar las zonas valle, el precio de la recarga saldrá más caro, aunque sin llegar al precio del combustible fósil.
Hay otras marcas que, conscientes de las limitaciones de radio de acción de un vehículo eléctrico, han incorporado un motor que tiene la función de recargar la batería: son los REEV (Range Extended Electric Vehicle) o REX (Range Extended). De éstos solo tenemos en Europa los de BMW, pues los de General Motors no se comercializan. Son una buena solución, pero de momento sólo se ha apuntado a ella el BMW i3.