Las fincas Solana y Cabeza Negros son dos de los cuatro cotos de caza de los que es propietaria y gestiora Dehesa de Solana Extremeña, destacando ambas fincas en el ámbito cinegético por los resultados de sus monterías, tanto por la abundancia de jabalíes como por la calidad de los trofeos de venado, propiciados sin duda por la calidad de la bellota y buenos pastos en sus dehesas.
Dehesa de Solana Extremadura, S.L. es una empresa familiar que comienza su andadura en el año 1973, con la adquisición de una parte de la finca Dehesa de Solana. Con el paso del tiempo, sus propietarios han ido adquiriendo varias dehesas colindantes, llegando en la actualidad a una base territorial en propiedad de más de 2.500 hectáreas, y que sumadas a los arrendamientos de fincas colindantes y próximas, su superficie de actuación llega a alcanzar la escalofriante cifra de 6.000 hectáreas.
PARAISO NATURAL PARA LA FAUNA SALVAJE
Situada al suroeste de la provincia de Cáceres, y haciendo frontera con Portugal en varios kilómetros a lo largo del curso del río Sever (afluente del Tajo), la finca Dehesa de Solana está enclavada en el corazón del Parque Natural Tajo Internacional.
Dicha comarca, declarada ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) y abrazada a su vez por los parques naturales Sierra de San Pedro y Sierra de San Mamede (Portugal), es un paraíso natural para la fauna salvaje y las aves.
El buitre leonado, buitre negro, alimoche, cigüeña negra, cormoranes, anátidas, águilas, y un largo etcétera, son algunas de las especies que habitan la zona, distinguiendo así a esta finca como un lugar privilegiado para la observación y el disfrute de la naturaleza.
APROVECHAMIENTO AGROPECUARIO
La diversa orografía del terreno, compuesta por llanos con pequeñas ondulaciones, regatos, colinas y riveras del río Sever, y complementada a su vez con 60 hectáreas de regadío, constituyen en su conjunto una magnífica dehesa natural, donde la presencia de especies de caza mayor (venados, jabalíes y gamos) conviven con unas magníficas ganaderías de vacuno autóctono, ovejas merinas y cerdo ibérico.
EXPLOTACIÓN INDUSTRIAL Y COMERCIAL
A Dehesa de Solana no le basta con dirigir sus recursos exclusivamente hacia un aprovechamiento agroganadero, y por ello ha ampliado sus actividades agropecuarias a la actividad industrial y comercial.
Como actividad industrial relevante, cabe destacar la construcción de un secadero de jamones y productos selectos del cerdo ibérico en la propia finca, en plena dehesa y a 12 kilómetros de la localidad más próxima.
En dicho secadero se elaboran excelentes productos, en su gran mayoría fruto de los cerdos que nacen, se crían y se ceban en la propia explotación.
Asimismo, y con el fin de comercializar estos productos, Dehesa de Solano Extremadura S.L. cuenta, además, con un equipo humano de ventas, con tienda en la propia fábrica y en la ciudad de Cáceres, y con la participación en una empresa del propio grupo con cuatro tiendas especializadas en Madrid, donde se vende y se degustan sus productos..
Además, la actividad industrial de la cría del ibérico se ve apoyada por una fábrica de pienso, construida en la propia finca, que permite hacer en cada momento el pienso más adecuado para la calidad de las carnes que se elaboran.
ACTIVIDAD TURÍSTICA
Aprovechando que Dehesa de Solana es un lugar ideal para sumergirse en el mundo del cerdo ibérico y del jamón, ya que sin salir de la propia finca se puede conocer todo el proceso (desde el nacimiento, la cría y el engorde en montanera, hasta la transformación de estos productos), cabe destacar también la actividad turística que en esta finca se desarrolla a través de una visita guiada, tanto de la finca en su conjunto, pudiendo observar a los animales en pleno campo, como de una visita didáctica a la fábrica y la degustación de los productos que en ella se elaboran.
Como complemento a esa actividad turística, y con objeto de poder ofrecer al visitante un programa lo más completo posible, la finca cuenta con una casa rural con 6 habitaciones dobles completas, y un refugio con otras dos habitaciones dobles, ubicada en plena dehesa, en una antigua casa de Carabineros para vigilancia de fronteras.
Belen Pinilla