En este artículo presentamos un compendio de información disponible en la bibliografía y el conocimiento propio que han adquirido, en el Servicio de Ecopatología de Fauna Salvaje, dando asesoramiento para la gestión del fenómeno del jabalí urbano.
El jabalí (Sus scrofa) es un suido, igual que el cerdo doméstico o los facóqueros de África, entre otros. La distribución natural del jabalí se extiende desde el oeste de Europa y la cuenca del Mediterráneo hasta el este de Rusia, Japón y el Sudeste Asiático.
Tiene una gran capacidad de adaptación, encontrándose desde el nivel del mar hasta zonas alpinas, lo que ha favorecido que en épocas recientes haya colonizado nuevos territorios en Suecia, Finlandia o Estonia.
Por otro lado, el hombre lo ha reintroducido en el Reino Unido, donde se había extinguido hacía siglos, y lo ha introducido en el continente americano, Australia y Nueva Zelanda, donde no ha llegado por sí mismo.
El jabalí y el cerdo doméstico pertenecen a la misma especie y en muchos lugares se ha constatado la hibridación entre ambos, pero conviene aclarar que no es un fenómeno generalizado ni la causa principal de la expansión del jabalí.
En cualquier caso, en las últimas décadas han aumentado la abundancia y el área de distribución del jabalí, y hoy en día nadie discute que hay más jabalíes y en más sitios.
Este aumento generalizado de las poblaciones de jabalí ha favorecido su llegada al medio urbano, no tanto por la necesidad de colonizar nuevos territorios como por el abanico de posibilidades que dicho entorno ofrece a esta especie tan oportunista.
Así, la aparición de jabalíes en zonas periurbanas e incluso dentro de las ciudades se ha incrementado considerablemente en los últimos años.
Los principales factores que han potenciado este fenómeno han sido:
- El aumento de las áreas urbanizadas
- La gran disponibilidad de refugio y alimento que el jabalí encuentra en estas zonas.
Así, el jabalí ha aprendido a aprovechar fuentes de alimento de origen humano (basura, comida para gatos o el suministro directo de alimento por parte de personas –alimentación directa–), a la vez que encuentra zonas con vegetación cerrada donde refugiarse (parques, jardines, parcelas, descampados…).
La colonización del medio urbano por el jabalí es un fenómeno que está ocurriendo en muchas ciudades del mundo, especialmente en el continente europeo, y supone un nuevo y creciente desafío para la gestión de esta especie cinegética.
Ciudades como Barcelona, Berlín, Varsovia, Montpellier o Génova tienen que afrontar la presencia habitual de jabalíes dentro de su trama urbana.