La caza en mano del zorzal es la más difícil, aunque para muchos cazadores también es más divertida. No solo hay que conseguir aproximarse a ellos de modo que se levanten a tiro, sino que además vuelan desde todo tipo de ángulos y los disparos se tienen que realizar a muy diferentes distancias: cercanas, medias y largas, cuando no larguísimas, por lo que hay que saber muy bien adelantar los tiros y se deben emplear chokes y cargas diferentes a las utilizadas desde puesto fijo.
1.- Si es posible, cazar siempre con el viento de cara, sobre todo si sopla con fuerza. Oirán menos nuestro avance y los zorzales no saldrán con el viento de cola.
2.- Si es posible, dejar que se enderecen, que vuelen más confiados y rectos.
3.- Caminar siempre por lugares por los que se pueda avanzar cómodamente para disparar sin muchas dificultades, acercándonos a manchones querenciosos o cerrados, y si es posible dar un grito o tirar una piedra.
4.- Mucho ojo al cobradero, si avanzamos por un arroyo o vaguada espesa, no disparar a los pájaros que vuelen por ésta. Esperar que la abandonen, a poder ser por nuestro lado o por el otro, si sabemos que podemos cruzarlo sin dificultad. Si no es así, mejor dejarlos sin tirar: posiblemente los tiraremos más adelante u otro día. Todo menos no cobrarlos.
5.- Al tiro debemos estar muy pendientes de otros que también puedan salir o sobrevolarnos.
6.- Si descubrimos en nuestro avance una zona muy querenciosa, a lo mejor nos conviene hacer una pequeña espera o colocarnos allí otro día.
7.- La ropa de camuflaje de buena calidad nos será de gran ayuda. Estamos hablando de prendas modernas de camuflaje técnico, diseñadas para mimetizar al cazador. Preguntar en las armerías.
8.- Utilizar un perro que cobre bien es crucial.
Texto: Redacción
Fotos: Javier Martínez Urbano