La pequeña Gloria: ¡vamos a corzos!

Escribir sobre el menor de nuestros cérvidos nunca es tarea fácil, por dos fundamentales razones:

En primer lugar, porque mucho es lo ya escrito sobre él por parte de biólogos, ingenieros de Montes, cazadores o, simplemente, naturalistas y admiradores de la especie, en general.

La segunda razón, y no menos importante, es que cuanto más creemos saber de él, más patentes son nuestras carencias, por lo que sentar cátedra sobre cualquiera de los aspectos que, a él, sus costumbres o su caza envuelven, resulta difícil. Quizás radique ahí, en parte, su gracia. Y no digamos nada si a lo anterior añadimos la falta de costumbre con la pluma del que escribe, ahora, sobre el tema.

 

Cuanto más creemos saber del corzo, más patentes son nuestras carencias, por lo que sentar cátedra sobre cualquiera de los aspectos que, a él, sus costumbres o su caza envuelven, resulta difícil

 

Un interés creciente

Dicho esto, es innegable que el corzo lleva tiempo de moda, despertando en muchos una pasión desmedida (sentimiento que comparto desde mis años tempranos), convirtiendo la apertura de la temporada, que en muchas comunidades autónomas coincide con los primeros días de abril, en uno de los momentos más esperados del año.

Para quienes llevamos algún tiempo en esto del corzo, es fácil entender el interés que suscita el pequeño animal en los no iniciados que, año tras año, se van sumando a este ‘club’. Que el desarrollo de su caza coincida en meses en los que el campo experimenta una explosión de vida, de colores, de contrastes, de cambios de estación, etc., es, sin duda, motivo suficiente para fundirnos con la naturaleza en búsqueda de nuestro soñado trofeo. Otro de los motivos es que la desveda se produce justamente en meses de parón cinegético importante, como es el caso de la montería (desde finales de febrero hasta el mes de septiembre) y la caza menuda (hasta la media veda o la apertura de la general, según sea el caso).

Corzo

Tras el descorreado de los corzos, el mes de abril es uno de los más propicios para la observación y selección de los trofeos.

 

Mejorar su caza

Centrándonos en el tema que da título a estas letras, llegado el mes de abril, y a causa del interés que despierta la especie, las ganas de mejorar en su caza y lo que, bajo mi punto de vista, es más importante, en su gestión, es inevitable también plantearse cuál es la más adecuada para ‘manejar’ las poblaciones de nuestros acotados.

Preguntas como: ¿es bueno cazar los corzos en abril? ¿Qué tipo de corzos sería más ‘correcto’ extraer anualmente de la cabaña corcera? ¿Conviene eliminar los mejores trofeos en primavera en lugar de hacerlo más adelante, por ejemplo, durante el celo? El debate está servido, pues….

Como comentaba al principio, afirmar algo al cien por cien cuando de corzos se trata, es delicado. Son varios e importantes factores a tener en cuenta, tales como las circunstancias personales de cada cazador, su disponibilidad de tiempo o la forma en la que acceden a los permisos, pues no es lo mismo su acceso a través de un intermediario que, en la mayoría de los casos, te acompañará en el rececho haciendo cuanto esté en su mano para que el cazador se lleve el mejor corzo a casa, a que el aprovechamiento completo recaiga sobre un arrendatario concreto, que pueda permitirse gestionarlo de la manera que crea oportuna, decidiendo por su cuenta qué ejemplares extraer.

Teniendo en cuenta lo anterior (y como suele decir un buen compañero corcero: “¡prohibido prohibir!”), que cada cual actúe, dentro del marco legal vigente, como considere oportuno, en base a sus posibilidades, objetivos y ética personal (donde no quiero entrar, al tratarse de terreno pantanoso y de no poca subjetividad). Lo recomendable, bajo mi punto de vista, es utilizar el sentido común, por desgracia el menos común de los sentidos, complementado con la lectura de las estupendas obras publicadas sobre la materia, o utilizando la información recopilada por asociaciones especializadas, como la del Corzo Español (ACE) con interesantes apuntes sobre la observación, la biología, la fotografía y la caza, conservación y gestión del pequeño ungulado.

Abril nos ofrece, por tanto, multitud de posibilidades. Coincide el comienzo de temporada con un momento en que las siembras de cereal y leguminosas comienzan a despuntar, constituyendo un alimento idóneo para los corzos, que a diario acuden a ellas decididamente, realizando, incluso, largos desplazamientos que favorecen su observación, pudiendo encontrarlos campeando casi a cualquier hora del día. Aquellos otros lugares donde la existencia de siembras es reducida y, por el contrario, predominan zonas boscosas y de monte, también ofrecen buenas oportunidades, al carecer de hojas las especies caducas, lo que facilita la localización de los animales.

 

Coincide el comienzo de temporada con un momento en que las siembras comienzan a despuntar, constituyendo un alimento idóneo para los corzos, que a diario acuden a ellas

 

Es también en este período cuando los grupos invernales comienzan a disgregarse paulatinamente, separándose los machos e iniciándose los primeros escarceos entre ellos; los más adultos y territoriales irán conformando sus cuarteles mediante marcajes, expulsando a los más jóvenes y patrullando muy a menudo sus límites, ofreciendo al cazador o al observador la posibilidad de interceptarlos.

 

 

Corzo 2

Debemos decidir qué tipo de corzo es el que queremos tener en nuestro acotado y, en tal caso, elegir ahora los selectivos.

 

Control de selectivos

En este escenario, comenzaremos a elaborar nuestros ‘planes de caza’, planteándonos, en base a lo observado, qué animales han de ser abatidos antes o después, conforme a nuestros objetivos de gestión, basándonos en el tipo de acotado en el que nos encontremos, la disponibilidad de alimento y la situación de las poblaciones y densidades del cérvido.

Cada uno, en base al sentido común –repito– y la propia experiencia, actuará como considere oportuno, aunque es mi opinión que lo más interesante sería concentrar los primeros lances en aquellos corzos, bien o mal llamados ‘selectivos’, jóvenes sin futuro, enfermos, erráticos, etc. Al ser expulsados por los machos adultos, se retirarán a parcelas apartadas donde no se sientan amenazados, y verlos, cuando la temporada esté avanzada, resultará más difícil, tornándose su caza complicada. Coincide, además, que dichos ejemplares desplazados son los causantes de la mayoría de los accidentes que provoca la especie en la carretera.

No será este un mal momento para intentar hacerse con los ‘abueletes’ de la zona, corzos que quizás pretendimos cobrar en anteriores temporadas y que, por una u otra razón, no fuimos capaces de abatir. Su mayor exposición, aunque escasa, nos facilitará algo las cosas.

Grupo de corzos

En este periodo es cuando los grupos invernales comienzan a separarse, poco a poco, produciéndose las primeras peleas por los territorios.

 

El problema lo tendremos con esos corzos no tan jóvenes, de mediana edad, aunque de adulta apariencia, con bonitos trofeos, clara expresión de su plenitud física y buen estado de salud, que serán los que más dudas nos planteen, porque si nuestras miras van más allá de colgar unas cuantas medallas en la pared, deberemos tener suficiente sangre fría para levantar el dedo del gatillo y dejarlo marchar para hacerle frente más adelante, quizás en la época de celo, cuando haya tenido la oportunidad de dejar su simiente, o, aún mejor, al finalizar la temporada. Si, finalmente, no conseguimos hacernos con él, podremos intentarlo, si los amigos de lo ajeno nos lo permiten, a principios de la siguiente temporada, habiendo disfrutado de un año más de campeo.

Corzo 4

Aunque hay diferentes opiniones, abril es el mes más indicado para concentrar las primeras cacerías en animales jóvenes, sin futuro o con visos de deformidad en el trofeo.

 

En cualquier caso y aunque no tardaremos en conocer datos interesantes sobre las capturas de la temporada pasada, claramente afectada por la situación pandémica actual, no debemos tener prisa en la consecución de nuestros cupos de captura.

Quizás muchos de los lectores no lo sepan, pero no hace demasiados años que la caza del corzo en muchas zonas se practicaba únicamente del 15 de julio al 15 de agosto, periodo en el que había que concentrar todos los abates. Hoy día la temporada es larga y la caza siempre nos da una oportunidad. En nosotros está el saber aprovecharla. Aprovechemos también este mes para organizarla y hacer los deberes, pues pocas épocas son tan bonitas para la caza como la primavera y tan corceras como el mes de abril, nuestro abril corcero.

Corzo

Los corzos viejos, con menor rendimiento en las cubriciones, son los candidatos perfectos para los primeros lances de abril, dejando los grandes trofeos para momentos posteriores.

 

Texto y fotos: Federico Calzada Serrano

Más informacion:   Asoc. Corzo Español

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RESPONSABLE Ediciones Trofeo S. L - CIF B86731221 - Ediciones Trofeo
CONTACTO C/Musgo nº 2 Edificio Europa II-1D . 28023, Madrid (Madrid), España
Tel. 91 805 35 52 - Email: [email protected]
Puede ponerse en contacto con nuestro Delegado de Protección de Datos en el
email [email protected]
FINALIDADES Gestión de las solicitudes de suscripción recibidas a través de nuestra página web, envío de
comunicaciones comerciales, promocionales y de información de nuestros productos y/o servicios .
LEGITIMACION Consentimiento explícito del interesado ; Existencia de una relación contractual con el interesado
mediante contrato o precontrato
CONSERVACIÓN Gestión clientes : Durante un plazo de 5 años a partir de la última con{rmación de interés. Los datos
personales proporcionados se conservarán durante los plazos previstos por la legislación mercantil
respecto a la prescripción de responsabilidades, mientras no se solicite su supresión por el interesado
y ésta proceda, y mientras sean necesarios -incluyendo la necesidad de conservarlos durante los
plazos de prescripción aplicables-o pertinentes para la {nalidad para la cual hubieran sido recabados
o registrados
DESTINATARIOS Gestión clientes Ecommerce (suscripciones): Administración Tributaria ; Bancos, cajas de ahorros y
cajas rurales
Gestión clientes: Administración Tributaria ; Bancos, cajas de ahorros y cajas rurales ; Administración
pública con competencia en la materia
TRANSFERENCIAS INTERNACIONALES No realizamos transferencias internacionales de sus datos
PROCEDENCIA Suscriptores a la revista: El propio interesado o su representante legal . La vía principal de
suscripción son los formularios de nuestra página web.
DERECHOS Usted tiene derecho acceder a sus datos, recti{carlos, suprimirlos, limitar u oponerse a su tratamiento,
a su portabilidad, a no ser objeto de decisiones automatizadas, a retirar su consentimiento y a
presentar reclamaciones ante la Autoridad de Control (Agencia Española de Protección de Datos).
Más información en nuestra https://trofeocaza.com/politica-de-privacidad/ o
[email protected]

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image

Image Image Image Image

Image Image Image

Image Image Image Image

Image Image Image

Image Image Image