Perico Castejón defiende la gran relevancia de la estética en cualquier actividad y hace un llamamiento a monteros y podenqueros a cuidar su vestimenta, buscando la armonía entre funcionalidad e imagen cuando disfrutan de la “fiesta” montera.
Son dos las características por las que principalmente enjuiciamos y valoramos las cosas en la vida. Una de ellas es la capacidad de hacer bien lo que se espera que hagamos bien. Y la otra, la estética, es decir, la belleza que rodea a todo el conjunto durante la acción.
Así, en los monteros se juzga de un lado la categoría de cazador, porque sepa leer el campo, valore el día de caza por encima del resultado propio o porque aproveche bien un puesto… Pero, por otro lado, también es muy importante la imagen que pueda proyectar a consecuencia de sus modales y de su forma de vestir.
Cada actividad cuenta con su indumentaria apropiada, que proviene de una mezcla entre la funcionalidad para la acción y la estética o armonía en cuanto a las formas de las ropas y los colores.
No es lo mismo disfrutar de un partido de fútbol del Real Madrid o del Barcelona vistiendo los jugadores su atuendo de gala que verlos vestidos cada uno como le parezca, unos con mono de trabajo, otros con chándal, pantalón de tenis… La diferencia es notable.
No es lo mismo disfrutar de una buena faena de un gran torero con su traje de luces que verlo con unos vaqueros o un chándal en mitad del ruedo.
La belleza de la puesta en escena, la estética en la actividad, es muy importante y engrandece la actividad en sí misma.
LA CAZA NO ES DIFERENTE
Y tampoco es igual ver a los monteros vestidos con ropas tradicionales de montería, según las costumbres, que mezclan funcionalidad y estética, con colores para la ocasión, verdes o marrones, y llevando los zahones, tan útiles para el frío o para entrar al monte a pistear una res, que ver a cazadores vestidos de camuflaje tipo Rambo americano, o de paisano corriente, como si fueran a la plaza de su pueblo.
Y mucha diferencia hay si vemos a los podenqueros vestidos de campo con ropa de pana, camisa y zamarra al uso para entrar al monte, amén de los zahones o delanteras, que verlos con monos de trabajo, que no se sabe si van a la sierra o a cortar el césped en algún jardín… o a trabajar de mecánicos en un taller de coches.
Los rehaleros quieren elevar su estatus y consideración. Y esa demanda llevan incorporada en su discurso, pero algunos se presentan de cualquier manera en la montería, llamando la atención en muchas ocasiones por lo inapropiado y antiestético de la indumentaria.
Queremos fomentar el turismo cinegético, tanto extranjero como del interior, y éste es el objetivo de varias autonomías en las que la caza es un recurso abundante. Pero lo que enseñamos al exterior en el caso de la montería es a unos señores con mono de trabajo que sueltan los perros a veces de unos camiones indecentes y a unos monteros vestidos de austriacos y a otros de Rambo americano.
Todos tenemos en la mente los cuadros de la caza del zorro en Inglaterra y Francia. Monteros y perreros muestran una impecable imagen con indumentarias funcionales pero también bonitas y estéticas, con perros en excelente estado que transmiten ya de primeras las mejores impresiones.
¡POR FAVOR, CUIDEMOS NUESTRA VESTIMENTA!
Tan importante como hacer las cosas bien es presentarlas adecuadamente. Cuidemos nuestra vestimenta según las costumbres que nos han llegado y que se han perdurado en el tiempo por ser prácticas y estéticas.
En el caso de los rehaleros, no utilicemos monos de trabajo, ni ropas estridentes, llevemos ropas de campo, delanteras que tanto ayudan y, por seguridad, algún elemento visual reflectante, como una gorra o un chaleco. Si se quiere cambiar el aprecio por el rehalero, comencemos por cambiar nuestra imagen externa.
Luego, el que los perros cacen de forma excelente se da por hecho.
Perico Castejón
Creo que el artículo está desfasado o trasnochado. En la actualidad se programan un sin fin de eventos cinegéticos, ganchos, monterías y etc…
Cada cual ya debería saber dónde va y en que condiciones se debe presentar pués el acto de la caza es un acto social más y en consecuencia tienen su propio protocolo o códigos no escritos. A éstas alturas y con la oferta que existe de prendas de caza, si uno hace el ridículo es porque no tiene más luces.
Siempre, ir elegantemente vestido, ha prestigiado cualquier acto, evento o actividad. Es una manera de estar y moverse en la vida que, a la vista está, genera polémica y tensiones… Por algo será…
En otro orden de cosas, una montería es un acto social. Es una señal de respeto y consideración ir bien vestido. Así mismo, es una modalidad de caza que forma parte de nuestra tradición cinegetica, y cómo tal, conlleva el uso de ciertas prendas que forman parte de dicha tradición. El que se sienta incómodo con esos usos y costumbres, quiere en cierto modo, a mi parecer, sustituir esa tradición, quitarle su esencia, justificándolo y cambiadlo por la “comodidad”, “utilidad”, “practicidad”… Se logra finalmente menoscabar el tono y prestigio de la acción de la caza.
La caza es cultura. La cultura es tradición.
Envidia: deporte nacional.
El artículo es muy interesante, y de todo punto, conveniente. Mejorar requiere frecuentemente de reflexión. Reflexión o debate, sosegado y productivo. Sin retrotraerse a la lucha de clases decimonónicas o caer en el odio a quien viste de forma distinta a la tuya, parece claro que el buen gusto existe, y que también es aplicable al mundo de la caza. Procuremos aprender, y mejorar en vez de sentirnos agredidos o minusvalorados. Saludos.
Todos tienen su parte de razón, y como escribe el señor Ulloa, el mayor efecto negativo se genera cuando se mezclan las dos formas “extremas” de vestir.
Dignificar la CAZA es cosa de todos. Un poco de estilo siempre viene bien.
Un saludo…
Un saludo a todos aquellos que para disfrutar de su afición no necesitan aparentar nada
Volvemos a lo de siempre.Para que sirve ir de corbata zahones y común sombrero lleno pinks si después no saben ni quitarle el aire al puesto.Para que quieren zahones si jamás han entrado en el monte.Volvemos a lo de siempre las diferencias de clase.Un saludo a todas esas gentes sencillas que disfrutan partiendo monte solo por afición.
Seguimos en las mismas.Para que quieres una corbata unos zahones si la mayoría no saben ni quitarle al aire al puesto.Ni han entrado ni entrarán jamás en el monte hay que seguir haciendo diferencia de clase.Un saludo a toda esa gente sencilla que disfruta partiendo monte solo por afición.
Un refrán campero de mi tierra dice que “no se pueden mezclar las vacías con las parías”. Esa es la clave del articulo de Perico.
Yo uso corbata de lana cuando hace frío y voy al monte, aunque solo vaya con uno de mis hijos, y ¡vaya si abriga! Mis amigos cazadores también la usan, además de sombrero y calcetines con borlas. A todos nos parece muy bien, muy cómodo y elegante.
Entiendo que haya otros grupos de cazadores a los que les parezca raro o incómodo, al igual que a mi me parece antiestética la ropa de camuflaje o un mono verde. También he visto bodas donde los mas elegantes eran los camareros y el maitre y alguna otra donde el chaqué era la prenda mas usada y un invitado escocés lucía un kilt. En ambos casos se divertían a lo grande pero hubiera sido un craso error mezclar el personal de ambas celebraciones.
Llarmarme raro, pero para cazar yo siempre he ido con la ropa más vieja que tenía. Unos vaqueros desgastados, una chaqueta negra o una del ejército de cuando se hacía la mili. Cosas sencillas y funcionales. Eso de ir con corbata, el gorro con la típica pluma y el pin, los pantalones piratas con zapatos y los calcetines rojos o verdes, lo veo muy ridículo. No hace falta ir de Rambo ni de “señorito”, la ropa tiene que ser cómoda y práctica, que estorbe lo menos posible al ir por medio del monte, ya sea para estar quieto en el puesto o para ir con la rehala.
Otra tontería que lleva de moda muchos años son los zahones, ¿para que narices se pone un cazador de mayor zahones? Si no puedes salirte del puesto a rematar un bicho y los puestos están en sitios limpios y de fácil acceso. Los rehaleros lo entiendo, vas pateando por medio el monte y sí, son necesarios, pero los postores…
Podría estar enumerando muchas tontadas de este estilo, pero yo la caza la tengo como mi hobbi, mi deporte, una manera de desconectar y estar en el campo sin preocupación alguna. No de estar poniendome un modelito super arreglardo o parecer un militar.
Por cierto, el artículo me parece lamentable e innecesario.
No es necesario ir de guerrillero ni de modelo de pasarela, hay atuendos muy adecuados y prácticos hoy en día para ir de montería, en la mayoría de la cuales, nos tocará, con un poco de suerte, tirar de alguna pieza e incluso cargar con ella, con lo cual queda todo dicho. Ropa sobria , cómoda y práctica. Buena caza.
PERICO TIENE TODA LA RAZON.- Los comentarios descalificadores que se han leido, no son sino chorradas mayusculas, especialmente los “socializantes”. No olvidemos que hay grandes almacenes de DEportes, donde la ropa bien puesta cuesta cuatro chavos, no es preciso pues ir de “cristian Dior montero con chaque tones de 800 € y zahones de 1500. Asi pue, procuremos vestir decentemente, desechando los atuendos de guerrillero barato, y nos rspetaremos mas a nosotros mismos y ganaremos el respeto de los demas.
un saludo a todos
En la media veda acudí a una tirada de palomas en la que uno de los cazadores se presento en chanclas, bañador bermudas y camiseta de tirantes. La caza es un deporte y tiene su parte de acto social, por lo que una correcta vestimenta para la actividad a desarrollar no esta de mas.
No estoy de acuerdo con los comentarios. Yo no uso corbata, me parece un accesorio inútil por un motivo, no aporta calor, ni ninguna utilidad para la caza. Pero de eso a no ir adecuado al campo, va un abismo. Hay monterías que parecen guerrilleros en vez de cazadores, y eso si que desdice, y si una montería es cara, los asistentes iran acorde a su nivel económico.
Muy de acuerdo con el señor Luis Sanz. Un artículo lamentable.
Evidentemente ir al monte vestido de cualquier manera no me parece adecuado, pero igualmente lo es quien va de tal forma vestido q parece q jamas en la vida ha sacado del monte una res, que nunca se ha manchado de sangre y otros etc que si que dan vergüenza ajena.
A estos son a los que hay que alejar del campo más que a los rehaleros q van con su mono…
Manda narices de verdad leer un artículo de esta calaña…
Un artículo lamentable. Así no conseguiremos desestigmatizar el mundo de la caza. Seguirá asociándose a señoritos. A mí, por ejemplo, me duele en el alma cuando veo a un montero con corbata, como si estuviera en una oficina. Es un símbolo de distinción de clases.
Que tendrá que ver un partido de fútbol, donde las grandes marcas de ropa les pagan millones por vestirles así, con un rehalero que las pasa canutas para poder mantener sus perros.
Las tradiciones están bien, pero la ropa ha mejorado mucho. Con la cantidad de tejidos técnicos que hay ahora, más baratos, más ligeros y con las mismas propiedades.
Hay gente que se sigue empeñado en hacer distinciones. En fin, así nos va.
Un saludo
Pues nada, al corte inglés a hacer cola