La marca norteamericana organizó en uno de los más prestigiosos campos de tiro del mundo, en Inglaterra, una interesante prueba de su amplia gama de balas. Lógicamente, TROFEO no quiso perderse esta trascendental cita y viajó hasta Reino Unido para ser testigo de excepción de la gran precisión, velocidad y poder de parada de esta munición.
Si bien lo más emocionante fue la cacería en sí, en la que pude comprobar, junto a mis compañeros de la prensa, la eficacia del material cedido para el evento (cartuchos Hornady, rifle Merkel Helix y visores y prismáticos Leica, no lo fue menos probar a fondo toda la gama de cartuchos Hornady en el magnífico campo de tiro de Bisley.
Y cuando digo a fondo me estoy refiriendo a que en esta ocasión pude comprobar su eficacia sobre caza real, pero también su precisión y velocidad, así como la penetración y expansión de cada tipo de bala en el que probablemente sea el mejor campo de tiro del mundo.
UNA PEQUEÑA “CIUDAD”
A los aficionados al Tiro Olímpico a buen seguro les sonará el nombre de Bisley por haber sido el campo de tiro elegido en las Olimpiadas de 2002.
En 1890, la National Rifle Asociation (NRA) de Gran Bretaña trasladó sus instalaciones de Wimbledon a Bisley, en el sur de Inglaterra, donde se celebraron los Juegos Olímpicos de 1908, Pero Bisley no es un campo de tiro cualquiera, sino que es como un pequeño pueblo que ocupa una superficie de 3,56 kilómetros cuadrados con numerosos edificios, la mayoría de la época victoriana.
Incluso hay un tren, denominado Bisley bullet (La bala de Bisley), que comunica Bisley con la población más cercana, Brookwood Station. Bisley, además de albergar la NRA, es propiedad del Ministerio de Defensa y se usa para toda clase de prácticas de tiro, tanto civil como militar (Operacional Shooting).
En Bisley, además de las militares, también existen otras instalaciones de todo tipo: tiendas de armas, talleres armeros, dos completos campos de tiro al plato, tiro de precisión… ¡Incluso cabe la posibilidad de disparar en campo abierto hasta a 1.200 metros de distancia! Cómo no, también hay galerías de velocidad, campos de tiro práctico, de caza con tiro de precisión…
Y también podemos disparar sobre venado y jabalí móvil a 50 y 100 metros gracias a un impresionante simulador de caza. Lógicamente, la entrada está restringida y las medidas de seguridad que allí rigen son muy estrictas al objeto de evitar hipotéticos accidentes.
A lo largo de estos años, como periodista dedicado a la caza y las armas, he tenido la oportunidad de disparar en campos de tiro de toda Europa, e incluso en los campos olímpicos de Atlanta y en el de los Marines, en Houston (Estados Unidos), pero nunca había visto algo parecido… La verdad es que impresiona.
Después de haber disparado en él, da lástima tener que volver a nuestras pobres y escasas instalaciones, en las que a los cazadores nos resulta muy difícil (por no decir casi imposible) entrenarnos y comprobar nuestras armas y municiones, ya que casi todos los campos de tiro pertenecen a la Federación de Tiro Olímpico,
¡MANOS A LA OBRA!
Tras registrarnos y firmar los preceptivos documentos legales autorizándonos el uso de las instalaciones, empezamos a tirar al venado y al jabalí móviles a 100 y 50 metros respectivamente. Los recorridos se realizan de derecha a izquierda y viceversa.
Primero se dispara una vez en cada sentido, y tras dominar el adelanto que hay que realizar para alcanzar la zona vital del blanco, se prueba con dos o tres disparos. Gracias a la rapidez del rectilíneo Helix, se logra disparar sin desencarar.
Sin embargo, colocar los tres tiros dentro de la zona vital del blanco es otra historia que precisa mucho temple y, sobre todo, entrenamiento. Después disparamos a 50 y 100 metros sobre blancos de precisión, comprobando la calidad y fiabilidad del rifle, del visor y de los cartuchos.
Poco a poco, fuimos reduciendo el tamaño de los blancos, acertando cada vez más gracias al continuo entrenamiento. No basta con coger el rifle, puesto a tiro por un armero, únicamente para asistir a una cacería.
A continuación, el equipo de Hornady llevó a cabo para nosotros la prueba “reina”: medir la velocidad de cada cartucho, así como comprobar la penetración, expansión, cavitación y deformación de cada bala (de los seis tipos que comercializa) en un “jabón” balístico especial que recrea perfectamente la densidad del cuerpo de un animal similar a un corzo.
Así, los cazadores podríamos hacernos una idea fidedigna de cómo funciona cada una y elegir la que más nos convenga según la situación cinegética en la que nos encontremos.
Supongo que eso de elegir “tu” bala se podrá hacer en las armerías de “Yankilandia”, pero en España, obviamente, tenemos que conformarnos, como siempre, con las existencias, debido a los costes que deben soportar los importadores a la hora de tener que homologar cada tipo de munición y a las limitaciones de stocks de las armerías.
LOS RESULTADOS, SORPRENDENTES
Echando un vistazo al resultado de las pruebas realizadas, es fácil encontrar la punta más adecuada al tipo de caza que pensamos desarrollar. Los datos hablan por sí solos. Asimismo, contemplando las fotografías podemos apreciar fácilmente los pequeños fragmentos de metal desprendidos por cada tipo de punta. Solamente cabe añadir que la cartuchería Hornady la distribuye en España la firma Ardesa, al igual que los rifles Merkel y los productos de óptica Leica. Que la disfruten… ¡y buena caza!