Por unas u otras razones, a unos nos gustan los perros grandes, y a otros los pequeños. Pero vamos a ver que ventajas reales, e inconvenientes, tiene los perros en función de su tamaño. No solo la efectividad en la caza tiene que ver con las dimensiones y la fuerza, sino que hay patologías que van asociadas a la constitución del animal.
PERROS GRANDES
Antes de entrar en el tema, hay que diferenciar entre grande y pesado. Un perro grande es el que tiene buena talla, pero puede ser un perro ligero. Así, los podencos campaneros (los podencos blancos, que se ven habitualmente en las monterías) son grandes, pero ligeros.
En cambio, hay perros relativamente pequeños, que pueden ser muy pesados, por ejemplo el basset hound. Esto tiene mucho que ver con el tipo de osamenta que tenga el perro, ya que el hueso es el tejido más pesado del organismo, y por lo tanto los perros con poco hueso darán el tipo ligero, y los de mucho hueso, el tipo pesado.
Pondré un ejemplo que todos vemos con frecuencia. Un pointer es un perro de talla media y ligero, en cambio, un labrador es también de talla media, pero es un perro pesado.
Si los medios en altura veremos que tiene tallas similares, pero si los pesamos comprobaremos que un labrador pesará un 30% más que un pointer, como media.
Hecha esta aclaración, en la caza son frecuentes los perros de talla media-grande, entorno a los 25-35, peros siempre (o casi siempre) de peso ligero o medio, y de constitución atlética. Se excluyen los perros de talla pesada por las dificultades para moverse en el monte y los lentos que son, entre otros temas que iremos comentando.
No obstante, muchas razas y perros son de buena talla, porque ello tiene importantes ventajas. Algunas razas de muestra tienen estas características, como determinadas líneas de Bracos Alemanes, Drathaar o de Weimar.
Esto les hace ser resistentes, tanto al trabajo como al frío. Además, un perro de gran talla, puede cobrar animales mayores, como los zorros, algo que no hacen perros menores.
Tengo un buen amigo, experimentado cazador que sabe mucho de caza y de perros, que dice que el hecho de que un perro de pluma mida una cuarta más o menos, tiene importancia a la hora de localizar los efluvios de la pieza.
La verdad es que puede tener razón, ya que las capas de aire se mueven a diferente velocidad, cuanto más arriba más rápido se desplazan. Por ello, no corre lo mismo el aire a 5 cm que a 50 cm del suelo. Por lo tanto, si el perro es más alto, se será más fácil captar el olor, o al menos será más rápido en hacerlo.
Pero sobre todo, las razas utilizadas en la caza mayor, suelen ser las de mayor talla. Ello se debe en gran medida a que, para esta modalidad, se necesitan perros de gran fuerza y resistencia. Además, el tranco (la longitud de la zancada) es mayor, por lo que con los mismos pasos, un animal recorre mucha más distancia, y la caza mayor en general necesita perros muy resistentes en la persecución.
Si quieres saber cuales son las mejores razas para montear, te recomiendo que leas este artículo. “Las mejores razas para montear”
PERROS PEQUEÑOS
Las razas más pequeñas pueden tener muchas otras ventajas, especialmente si de lo que se trata es de la caza menor. Un perro pequeño se mueve infinitamente mejor entre la maleza tras un conejo, que uno de gran talla, y a la hora de seguir a un zorro en su madriguera, el grande tiene que esperar fuera.
Pero no solo eso, en la caza mayor, razas pequeñas como los teckel o los terrier, sacan su otra faceta muy destacable, su valentía. Todo lo que tienen de pequeños lo tienen de valientes, por ello no es raro verles en las rehalas entre perros que les superan en mucho en cuanto a tamaño. Esto se debe a que cuando un gran jabalí recula contra una mata, los que entran allí para solucionar el asunto suelen ser estos perros chicos.
Y como los humanos nos estamos volviendo cada vez más urbanitas, el tamaño pequeño de estas razas, también juega en su favor. Un perro de talla pequeña es mucho mejor para mantener en un piso, y más fáciles y cómodos para llevar en el coche, pero luego en el campo nos pueden dar tantas satisfacciones, o más, que un perro grande.