Siempre estoy a la búsqueda del mejor y más técnico equipo de caza posible. Esta búsqueda, que a veces roza la obsesión, me ha conducido a múltiples pruebas, a grandes aciertos y a más de una desilusión.
A gastar dinero en auténticas chorradas y también a descubrir productos que colmarían las necesidades del cazador más exigente, caso del trípode protagonista de estas notas.
Para que un producto sea destacable, considero que debe ser ante todo práctico, silencioso, ligero y lo suficientemente robusto para aguantar el maltrato de las más duras salidas de caza.
Todo esto, sin duda, lo cumplen los productos de Spartan Precision Equipment, sobre todo su trípode Kapita. Productos que aúnan sencillez, robustez, versatilidad, fiabilidad, practicidad, un diseño atractivo y calidad de materiales.
El trípode Kapita se fija al rifle mediante un sistema compatible de imanes y esto es la seña de identidad de sus productos, algo que resulta tremendamente práctico y novedoso, ya que permite conectarlos o desconectarlos solamente cuando los necesitamos, sin cargar de peso el arma y sin tener que transportar continuamente un trípode fijo en el rifle, algo que normalmente resulta bastante incómodo.
DOS TIPOS DE MONTURAS
Este sistema de anclaje mediante imanes permite fácilmente poder usar estos productos en todas nuestras armas, solo necesitaremos equipar estas con unas pequeñas monturas. Para los que tenemos más de un rifle en nuestro armero, algo muy común, esta versatilidad es un requisito fundamental.
Spartan Precision Equipment pone a nuestra disposición dos tipos de monturas para nuestros rifles, una que podremos instalar nosotros mismos fácilmente y sin modificar nada del arma, y otra que ofrece un mejor acabado estético, pero que sí requiere ser colocada por un armero.
Ambas monturas funcionan perfectamente.
EL TRÍPODE KAPITA
Tres adjetivos describen a este sensacional trípode: polivalencia, robustez y practicidad.
El Kapita está construido en fibra de carbono de máxima resistencia y tiene las mismas monturas y características que su hermano pequeño, el bípode MKII, por lo que lo podemos usar en las mismas armas, sin necesidad de ninguna adaptación extra.
Solo pesa 650 gramos y, en su posición más corta, solo mide 76 cm, por lo que puede transportarse atado a la mochila, en nuestro maletín del rifle o en el avión sin problemas.
Su versatilidad hace que no solo se trate de un trípode para usar en nuestro rifle, es más bien un producto ‘todo en uno’, que nos hará aligerar mucho nuestro equipo de caza, ya que podemos usarlo como trípode, como bípode, como monopie o incluso como bastones para caminar.
Para la caza en montaña es un accesorio sensacional.
Todas sus patas se pueden desmontar rápidamente, y cada una de ellas puede usarse como bastón de trekking para caminar, o incluso como monopie de tiro, ya que cada pata tiene la misma montura magnética que el trípode.
Sus patas extensibles nos permiten usar el trípode sentado y de pie, por lo que se adapta perfectamente a cualquier modalidad de caza.
En su posición más corta, adecuada para disparar sentado, ofrece una estabilidad sensacional para cacerías como los aguardos. Y con sus patas extendidas nos permite usarlo en monterías o en recechos.
También tenemos la opción de utilizarlo como bípode, quitando solo una de sus patas. De este modo permite disparar más rápido que mediante el uso del trípode, y es una buena opción para modalidades de caza como la montería o para recechos en zonas de bosque, donde los lances deben solventarse lo más rápido posible.
Otra de las posibilidades del Kapita es que podemos utilizarlo como un trípode de fotografía o para nuestra óptica. Para ello únicamente tenemos que adquirir una económica montura enroscable para nuestra cámara de fotos, prismáticos o telescopio. Esto ha aligerado mucho mi mochila de caza, ya que siempre he llevado conmigo un trípode para la cámara de fotos.
He testeado el trípode y lo he usado con cámaras réflex profesionales, equipadas con objetivos pesados y de gran tamaño, y el trípode ha soportado el peso perfectamente. También lo he usado en rececho con un telescopio terrestre y con los prismáticos.
Personalmente, me encanta combinar los bastones de trekking con los prismáticos porque es un conjunto muy rápido de usar y ofrece una gran estabilidad.
CAZANDO CON EL TRÍPODE KAPITA
En una reciente cacería de corzos en el sudeste francés pude poner a prueba su versatilidad. Viajar a Francia en verano a cazar corzos se ha convertido en un evento fijo de mi calendario. Allí me permiten cazar sin guías y, siempre que esto es posible, lo prefiero ya que acertar o fallar en las elecciones depende exclusivamente de mí.
Un campesino me había hablado de un corzo que transitaba una siembra muy próxima a un frondoso barranco. Dediqué dos días de caza a ese corzo, lo veía en todas las salidas pero siempre me ladraba y escapaba antes de que pudiese meterlo en el visor.
En esos momentos siempre viene a mi mente la frase de «si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo», así que al día siguiente decidí cambiar de estrategia, llegar al campo muy temprano, en total oscuridad, y esperar al corzo en uno de sus pasos en el barranco. Esto me obligaba a tirar rápido y a cierta distancia, y la altura de la hierba no me permitía tirar tumbado, así que el uso del trípode se hacía indispensable.
Entre dos luces, el corzo hizo acto de presencia. Lo advertí dentro del bosque, reacio a entrar en la siembra. Generalmente los disparos con la luz tan temprana son complicados, pero por suerte pude resolver bien el lance y disparé sentado, con el apoyo del trípode Kapita, entre dos luces y a una distancia por encima de los doscientos metros.
Sin todoterreno disponible sacar el corzo de allí dependía de mis piernas. En ese momento es cuando agradeces los bastones de trekking desenroscados del trípode Kapita.