Tras la dimisión del presidente anterior, el que fuera alcalde de Fontanars dels Alforins por el PP, Vicent Ribera ha cogido las riendas de la sociedad de cazadores L’Alforí, tras contar con el apoyo de la junta directiva celebrada el pasado 7 de julio.
Su afición por la caza empezó cuando tenía 10 años, de la mano de su abuelo, aunque ahora reconoce que los jóvenes ya no tienen interés por la caza.
El objetivo principal es que una sociedad pequeña no se quede sin una directiva que pueda gestionar todos los trabajos que puedan surgir. La dimisión del presidente anterior y el apoyo de la junta directiva fue lo que me motivó a aceptar el cargo.
Este año no se podrá cazar hasta el 10 de noviembre y, depende de lo que veamos, se decidirá si se caza o no. Esto es lo que se decidió en la junta del 7 de julio. De todas formas, es conveniente quitar algunas perdices viejas de los bandos porque no dejan criar a las más jóvenes.
No hace muchos años, salías al campo y veías bandos de perdices. Ahora es muy raro verlas. Todo ha ido en contra de ellas. La proliferación de alimañas, la agricultura intensiva… La perdiz tiene muchos enemigos en el campo.
Nadie lo ha planteado en ninguna de las reuniones que hemos tenido. Si algún socio lo planteara, lo estudiaríamos.
Este año han sido 91 los socios los que han sacado el permiso para cazar.
Esto es una realidad. Cada vez hay menos jóvenes que quieran cazar. Desde los 10 años que recuerde, ya salía con mi abuelo al monte. Muchas de las cosas que hoy sé de la caza, las aprendí de él. Llevaba en la sangre la afición de la caza.
Siempre he sido de cazar con perro sin escopeta. Sin perro no saldría a cazar. Tenemos un pueblo con un bonito paisaje para la actividad cinegética. No hay autovías ni red de ferrocarril que corten el término municipal.
En este caso la junta no se ha renovado. Sólo ha cambiado la presidencia y han entrado dos nuevos miembros. El resto continúa. No obstante, esto que usted me plantea, lo abordaremos en próximas reuniones.
Debido a la escasez de lluvias durante la primavera, en el monte no hay comida verde y escasea la poca que hay. Sin embargo, por la zona de campo, se ven muchos ejemplares y algunos gazapos. En algunas zonas hay plaga y han provocado algunos daños a los agricultores. De momento, la enfermedad no se ha notado aunque los meses críticos son agosto y septiembre.
De momento aquí no hay una población excesiva de jabalíes.
No tenemos constancia de ningún ejemplar enfermo.
Hace años que esta modalidad ha ido a menos. Se ven algunas palomas, pero ya sabes que esto cambia de un día para otro.
Dejó de ser una fuente de ingresos cuando se limitó a 60 el número de puestos máximos por batida.
Hay varias posibilidades, pero faltan dos años para que termine el contrato y de momento no puedo anticiparte nada más.
Entrevista realizada por: Patricio Simó.