La Real Federación Española de Caza (RFEC) estima que más de 150.000 cazadores llegados de toda España «tomarán las calles de Madrid para exigir el fin de las políticas anticaza del Gobierno y reivindicar su importancia como una actividad generadora de economía, fijadora de empleo, y que aporta enormes beneficios sociales, medioambientales y culturales al mundo rural». A partir de las 11 de la mañana, en la Plaza del Emperador Carlos V, todos los asistentes al 20M Rural comenzarán la gran manifestación convocada por la entidad federativa más Asaja, COAG, UPA, Oficina Nacional de la Caza (ONC), Alianza Rural, Unión de Criadores del Toro de Lidia (UCTL), Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (FENACORE) y Cooperativas Agro-alimentarias.
El sector cinegético, que estará representado a través de la RFEC, las 17 Federaciones Autonómicas de Caza, y las entidades que forman la ONC, reclamará en un día histórico el legítimo derecho a cazar, el fin de los ataques sin precedentes que se están perpetrando en la línea de flotación de la caza, con iniciativas como el Anteproyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los animales, el nuevo Real Decreto de Núcleos Zoológicos o la modificación del Código Penal, que pretende hacer extensible el maltrato animal a todos los animales vertebrados.
También se reclamarán otras cuestiones como el fin de la prohibición de la caza de la tórtola, revocar la inclusión del lobo dentro del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), la recuperación del silvestrismo y la caza en parque nacionales o el fin de las políticas ‘ecoanimalistas’ de Europa, que se aplicarán en nuestro país y que pretenden acabar con la caza de especies como la perdiz, la codorniz o el zorzal, además de prohibir el uso del plomo sin una alternativa viable.
Por ello, en la gran cita de mañana domingo se hace un llamamiento a que todos los cazadores lleven una prenda naranja de alta visibilidad para que, a través de una gran riada naranja, se exija el fin de estos ataques y se reivindique la importancia de la caza como una actividad generadora de economía, fijadora de empleo y que aporta enormes beneficios sociales, económicos, medioambientales y culturales al mundo rural. Por otro lado, hay que recordar que el fin de la caza tendría un impacto negativo sobre la biodiversidad, las especies amenazadas, los ecosistemas, los accidentes de tráfico, la agricultura, la ganadería, la transmisión de enfermedades o la pérdida de empleo, así como un sobrecoste económico para el erario público al dejar de realizar controles poblacionales a través de acciones cinegéticas.
Estas reivindicaciones serán apoyadas por una delegación de la Federación Europea de Caza y Conservación (FACE) encabezada por su presidente, Torbjörn Larsson, y que participará en la movilización representando a más de 7 millones de cazadores europeos. Este apoyo se suma al que han mostrado desde el otro lado del Atlántico, a través de vídeos y mensajes en redes sociales, la Federación Internacional de Caza de América Latina y las federaciones nacionales de México, Perú, Uruguay, Brasil, Chile, Paraguay, El Salvador, Costa Rica, Argentina, Cuba, Ecuador, Bolivia, Colombia, Honduras, Guatemala, Nicaragua, Panamá y Venezuela.