El Parlamento de Suecia ha sacado adelante una propuesta que contraviene normativas internacionales en materia medioambiental. Más de la mitad de sus diputados han aprobado la decisión de reducir el número de lobos en el país de los 300 ejemplares estimados a una cantidad no superior a 170. La Comisión de Agricultura y Medio Ambiente del parlamento creada a tal efecto ha tomado una decisión que rompe los acuerdos que tiene Suecia con la Directiva de Hábitats de la UE, que tiene como objetivo preservar y proteger las especies en peligro de extinción.
Los diputados de la Cámara sueca que han votado favorablemente esta medida se basan en la decisión adoptada en 2013, cuando el Riksdag decidió que debía mantener una población de lobos en el país de entre 170 y 270 ejemplares, cumpliendo así con lo indicado por la normativa europea sobre hábitats. Esa cantidad creció hasta unos 400 animales debido a la «inmigración de lobos del extranjero y del intercambio genético con Noruega, donde hay otros 85 animales y que no está sujeta a la normativa por no pertenecer a la UE», afirma Michael Schneider, experto sueco en depredadores.
En 2016, el Tribunal Supremo modificó el número mínimo de ejemplares de la especie que garantizaban su conservación en 300. Esta cifra resulta mínima para los ecologistas, mientras que ganaderos y cazadores consideran que es el tope que puede soportar el país. El Partido Moderado quiere rebajar esta cifra a los 100 ejemplares, cantidad «mínima viable» que establece Agencia Sueca de Protección Ambiental. La diputada verde Maria Garfjell dice que esto sería ilegal: «Las consecuencias son que viola la legislación de la UE contra la biodiversidad, y podría llevar a que Suecia sea llevada ante los tribunales de la UE».
Los moderados, sin embargo, pretenden seguir con su planteamiento aunque ello signifique enfrentarse a los postulados medioambientales de la Unión Europea. «Estamos preparados para plantar cara a la UE, para terminar con las exigencias que han estado imponiendo contra Suecia durante tanto tiempo. Debemos poner nuestros pies en el suelo y demostrar que tenemos influencia nacional sobre el manejo de los depredadores», ha explicado John Widegren, portavoz de política rural.
Los lobos solitarios no son los que causan daños, sino las manadas, sobre las que se realiza un severo control en aquellas zonas donde se crían renos. Algunos gobiernos regionales se han puesto de acuerdo en terminar de manera completa con estos grupos de carnívoros salvajes. Un estimación poblacional de la Agencia de Protección Ambiental sueca cifra en casi 500 lobos los presentes en la península escandinava, estando unos 395 en Suecia. Estas cifras, de 2020/21, podrían no ser certeras debido a la caza ilegal de lobos y a que no se contabilizan los ejemplares muertos por atropellos y en conflictos con el ganado.