Podemos ha celebrado este sábado 9 de febrero en la ciudad de Soria, una Jornada de Debate interno sobre la caza. De esta manera, se ha continuado el proceso de reflexión que se inició hace un año con la aprobación de nuestro Documento Marco de Posición sobre la Caza.
En la reunión han participado los Secretarios Generales de Castilla y León, Pablo Fernández, y de Baleares, Mae de la Concha, además de responsables estatales y autonómicos del Área de Mundo Rural, Sostenibilidad y Soberanía Alimentaria, y Diputados y Diputadas en Parlamentos Autonómicos y en el Congreso, junto a inscritos e inscritas de la formación.
Queremos agradecer muy sinceramente la disponibilidad y la participación de los diversos representantes de organizaciones de cazadores, organizaciones ecologistas, expertos reconocidos del mundo de la caza, e instituciones de investigación, que nos han ayudado a profundizar en el tema.
La caza constituye un “hecho social” indiscutible que articula una diversidad de actividades, con relevancia social, cultural y económica en el medio rural. Aunque muchas de las personas que la practican ya no residen en los pueblos, sin embargo, el desarrollo de esta actividad mantiene vivo el vínculo con el territorio y con el origen rural que tiene una buena parte de la sociedad.
La caza forma parte de la realidad y nuestra formación quiere acercarse a ella con el respeto y la valoración necesaria que nos permita un diálogo honesto. Nuestra voluntad es poder avanzar en propuestas que mejoren el desarrollo de la actividad venatoria, siempre en coherencia con los principios de la sostenibilidad.
Sin embargo, como hecho social en un mundo en permanente cambio, la caza es un aprovechamiento que se desarrolla en unos ecosistemas cada vez más vulnerables, y en una sociedad que también evoluciona en sus valores y en su forma de entender la relación con la naturaleza y con el resto de los seres vivos.
Por lo tanto, queremos dejar de hablar de caza si o caza no, cuestión que no se debate, para centrar el debate en cómo queremos que se desarrolle la caza. Entender la dimensión cultural y emocional de la caza, entender el compromiso con la naturaleza de los diversos actores que intervienen, y rechazar los estereotipos que hemos construido, es esencial para poder dialogar y avanzar.
Siendo conscientes de su importancia como sector económico en términos de generación de ingresos agregados, empleos, actividades conexas y fuente de financiación de muchas entidades locales, sin embargo, es evidente que el futuro del medio rural no depende exclusivamente de la actividad cinegética, sino de que logremos activar una diversidad de alternativas y recursos para garantizar un mundo rural vivo. Garantizar una adecuada compatibilidad de usos y actividades en el mismo espacio es imprescindible para que todas las actividades contribuyan a este futuro del medio rural.
Por último, queremos alertar sobre las estrategias partidistas que tratan de atraer a toda costa a todo el colectivo hacia un espacio político apoyándose en estrategias identitarias que pretenden hacernos creer que en un todo homogéneo. Lo esencial, insistimos, es centrar nuestros esfuerzos en cómo se debe practicar la caza para que el conjunto de la sociedad la considere una actividad positiva y beneficiosa y como junto al sector, podemos avanzar en la resolución de los problemas que se arrastran. En este esfuerzo, el sector de la caza, siempre nos encontrará dispuestos a dialogar, trabajar y avanzar.