La Real Federación Española de Caza ha propuesto al Ministerio de Agricultura (MAPA) un plan de caza sostenible de la tórtola para la temporada cinegética 2021/2022, donde se establecen los criterios científicos a seguir por cotos y gestores cinegéticos para asegurar la caza sostenible de la especie y el mantenimiento de la gestión del hábitat por parte de los cazadores.
Según destaca el presidente de la Federación, Manuel Gallardo, el modelo de gobernanza propuesto “está fundamentado y justificado en muchas de las conclusiones alcanzadas a través de los workshops, mesas de trabajo, y debates establecidos en el seno del Consorcio Científico encargado de la realización del Programa Europeo de Caza Adaptativa”.
Por ello, solicita al MAPA que estudie un plan que hace “absolutamente sostenible el modelo de gestión expuesto, en un momento en el que no se puede permitir que se pierda el esfuerzo que realizan los cazadores para recuperar el hábitat de las tórtolas”.
Este modelo de gobernanza contempla, entre otras medidas, una tasa máxima de captura en España del 1,5% (94.000 tórtolas), con la que no se comprometería la recuperación de la especie, y se mantendría la gestión del hábitat que se realiza para la tórtola y otras especies, especialmente en territorios que cuentan con poblaciones reproductoras de gran interés para la conservación.
En cuanto a los periodos hábiles de caza, la propuesta se centra en la autorización durante dos días como máximo, distribuidos en dos fines de semana consecutivos, y a partir del último fin de semana de agosto (siempre después del día 20), para respetar el periodo de cría y reproducción de la especie exigido por el comité NADEG de la Comisión Europea.
La RFEC ha propuesto que el reparto de cupo entre las distintas comunidades autónomas se realice teniendo en cuenta las densidades de población reproductora de tórtola.
De esta forma, los cotos que quieran realizar un aprovechamiento sostenible de la especie deberán contar con poblaciones reproductoras, albergar hábitats favorables, o realizar una gestión de hábitat que favorezca a la especie.
Junto a estas medidas, se plantea la creación de un sistema de recogida de datos de caza a través de precintos y comunicación fehaciente de capturas que tendrán que cumplir los cotos autorizados, con la obligación de colocar un precinto en cada ave abatida.
Para poder demostrar que el plan cumple con los criterios de sostenibilidad exigidos por el Consorcio, la entidad federativa ha instado al Ministerio a la creación de una estructura necesaria para la aplicación del plan de caza adaptativa formado por un órgano científico asesor, un órgano de toma de decisiones y la recopilación periódica de datos para evaluar si se alcanzan los objetivos.
Este modelo de gobernanza y su estructura, donde tendría cabida la RFEC y las Federaciones Europeas de Caza y Conservación, está avalado por entidades de divulgación científica como la Fundación Artemisan o la Federación Europea de Caza y Conservación (FACE), y es absolutamente sostenible, ya que se ha realizado en base a los datos y al modelo matemático que utiliza la Comisión Europea para calcular un nivel mínimo de caza.