Una campaña para recabar sin rigor cifras de perros de caza abandonados y maltratados e intentar así criminalizar a los cazadores se ha puesto en marcha hace pocos días, según denuncian la Real Federación Española de Caza (RFEC) y las federaciones autonómicas de caza. La intención de los animalistas es recoger datos de perros de caza abandonados y maltratados sin contar con organismos oficiales ni científicos que validen las conclusiones y estadísticas.
La campaña consiste en la creación del correo electrónico [email protected] al que las protectoras y entidades animalistas deben enviar los datos de perros, presuntamente de caza, que hayan recogidos en los últimos cinco años. La información sobre cada perro no requiere de ninguna identificación que garantice su existencia y actividad y no ha de tener ningún tipo de control oficial ni verificación estadística.
Los datos recogidos serán empleados por los animalistas para criminalizar a los cazadores y protestar contra la enmienda presentada por el PSOE para excluir a los animales auxiliares de la caza del Proyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales que se encuentra en trámite parlamentario. Desde la RFEC denuncian «la ausencia absoluta de rigor, validez y credibilidad» de los datos que serán recogidos y presentados para atacar al sector de la caza.
Esta campaña iniciada e impulsada desde sectores animalistas obvia por completo los datos y estadísticas del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil pese a ser el único organismo oficial que recaba datos sobre abandono y maltrato, y cuyas cifras evidencian el compromiso de los cazadores con el bienestar de sus perros y con la tenencia responsable con carácter general.
Manuel Gallardo, presidente de la RFEC, es explícito en la denuncia ante las falsas informaciones que aparecerán en próximos días: «alertamos a los medios de comunicación generalistas de una campaña burda, ausente de rigor y basada en fake news, que podrán contrastar fácilmente poniéndose en contacto con sus federaciones autonómicas de caza o con el propio Seprona de la Guardia Civil».