La Fundación Artemisan quiere puntualizar que el marco jurídico del lobo no ha cambiado, por lo que tanto la caza de esta especie al norte del Duero como el control poblacional al sur de mismo, se podrá hacer del mismo modo que se venía haciendo hasta ahora.
Eso se mantiene igual tras la publicación el pasado día 5 de junio de la Orden ministerial mediante la cual se incluye al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
Esta Orden que ha sido modificada viene a incluir a todas las regiones al sur de Duero en este régimen de protección especial cumpliendo con lo que refleja la Directiva Habitats, donde en todas las regiones al sur de Duero está prohibida su actividad cinegética, pero no su control de poblaciones por daños.
La Fundación Artemisan reclama una vez más la necesidad de trabajar por la modificación de dicha directiva, siendo una absoluta injusticia que siendo la misma población (la del norte que la del sur) esté prohibida su caza sólo en una parte, no teniendo ningún tipo de justificación biológica.
Mucho menos si se tiene en cuenta que en las regiones o zonas donde la especie se ha convertido en especie cinegética sus poblaciones crecen sin los continuos conflictos con la ganadería extensiva generados al sur del Duero.
Es necesario recordar que al sur del Duero se encuentra sólo el 20% de la población de la especie, causando sin embargo el 80% del total de los daños. En esa zona la gestión se hace cada día más insostenible y se está provocando la desaparición de una actividad, la ganadería extensiva, clave para el mantenimiento de nuestro entorno natural y para la socioeconomía de los pueblos rurales en España. Esta situación de conflicto al sur del Duero perjudica tanto a los ganaderos como al lobo.
Aunque la modificación de la Orden del pasado día 5 viene a cumplir con la directiva europea, Artemisan considera que no era necesaria dicha publicación, ya que no viene sino a marcar desde el inicio de esta nueva legislatura la protección que esta especie tendrán en los próximos años y el poco o nulo trabajo que habrá desde la administración nacional para cambiar el estatus de esta especie.