La Asociación Española del Perro de Sangre (Aepes) ha superado su récord de rastreos de piezas de caza en 2021 haciendo un total de 445 intervenciones en el campo con la finalidad de localizar las piezas heridas porque parte de su filosofía reza que «la acción de caza no termina con el disparo sino con el cobro de la pieza». Aepes ha dado a conocer el registro de rastreos contabilizados durante el año pasado, 390 tras una pieza herida y 50 para comprobar si la bala pegó en el animal, que la asociación valora en 705.000 euros en trofeos y 126.905 euros en carne. De los 390 rastreos a pieza herida, en 231 ocasiones (el 52%) el equipo conductor-perro de sangre consiguió encontrarse al animal.
El incremento en rastreos con respecto al año anterior se debe, según la asociación, al inicio de la pandemia de la Covid-19. De hecho, en abril de 2020 no se contabilizó ninguna salida al campo. No obstante, comparadas las intervenciones de 2021 con las de 2019, Aepes ha registrado un aumento de las salidas, pasando de 316 a 445, lo que supone un incremento del 45%. En 2021 se ha experimentado un «aumento drástico» de las intervenciones sobre cabra montesa, con un total de 42, siendo la especie que mayor porcentaje de recuperaciones con remate ha requerido, ya que de las 19 cabras recuperadas, 10 se han tenido que rematar. Le siguen el muflón, el gamo y el ciervo, con un total de 40, 33 y 30% respectivamente sobre el total de recuperaciones en las que ha sido necesario el remate de la pieza. Los cuatro rebecos rastreados y encontrados se hallaron muertos, mientras que el jabalí y el corzo arrojan un 15% de recuperaciones con remate.
De las 231 piezas rastreadas que fueron encontradas en 2021, 19 fueron cabras montesas como se ha señalado, aparte de los 91 jabalíes, 76 corzos, 30 ciervos, 6 gamos, 5 muflones y cuatro rebecos. En cuanto a las localizaciones de los rastreos, la comunidad castellanoleonesa tiene el porcentaje mayor, con 111 animales, seguida de Aragón (83), Castilla-La Mancha (76), Extremadura (55), Andalucía (50), Cataluña (26), Madrid (15), Galicia (5), La Rioja (1) y Asturias (1). Aepes realizó en Portugal 10 intervenciones.
La Asociación Española del Perro de Sangre también lleva el registro de las modalidades de caza en las que se desarrollan los rastreos, y durante 2021 se ha comprobado que el rececho es donde se han podido recuperar más animales, 141 concretamente; seguido de las esperas, con 60 animales recuperados. En monterías y batidas solo se han podido recuperar 20 y 8 animales respectivamente, «al no ser una práctica tan habitual recorrer con perros de sangre especializados en este tipo de jornadas venatorias», matizan desde Aepes.
Los datos de 2021 se han obtenido de la información facilitada por 68 conductores que emplearon para la búsqueda 77 perros o equipos de perros de sangre. Las razas empleadas han sido sabueso de Baviera, teckel y su cruce, braco alemán, braco francés, alano español, drahthaar, jack russell y jagd terrier. La raza que más piezas heridas ha recuperado es el sabueso de Baviera, con un 62,02%, seguido del tecke, con un 27,42%. El resto de razas tienen porcentajes de recuperación inferiores al 5%, siendo el braco alemán el que destaca por encima del resto.
Acerca de las distancias recorridas hasta localizar la pieza, el 43% de las intervenciones han finalizado antes de los 400 metros, con un 36% llegando a cobrar la pieza, lo que constituye un « éxito muy elevado» para Aepes. Rastreos inferiores a 1.000 metros llegan al 30% con la mitad de recuperaciones, un 16%, mientras que rastreos hasta los 3.000 metros registran un 20% con una tasa de recuperación del 6,4%. Los rastreos de 3.000 a 8.000 metros englobaron el 7% con solo cuatro animales cobrados. Como dato singular, el rastreo más largo realizado fue de 11.500 metros sin que se llegase a localizar la pieza. En función de los datos recogidos, la posibilidad de cobrar la pieza herida disminuye según aumenta la distancia recorrida.
Las intervenciones de los miembros de Aepes en la recuperación de piezas heridas tras el lance se derivan del uso de armas de fuego, rifle en un 83% y escopeta en el 1%, o de arcos y ballestas, con un 16%.
Desde Aepes quieren promocionar el rastreo con la ayuda de perros para contribuir con «una forma de entender la caza en la que se valoren los aspectos éticos y tradicionales de esta actividad, así como el respeto a los animales abatidos».