La Fundación Artemisan ha sido incorporada oficialmente al Consejo Internacional para la Conservación de la Caza y la Vida Silvestre (CIC), una autoridad global que busca proteger la biodiversidad y caza sostenible, que agrupa a cazadores, entidades y gobiernos más de 80 países. Esta adhesión, aprobada durante la 71ª Asamblea General del CIC celebrada en Doha (Catar), refuerza el posicionamiento de la fundación como una de las principales defensoras de la conservación de la vida silvestre en España.
Fundada a finales de 2016, Fundación Artemisan, bajo el liderazgo de José Luis López-Schümmer, ha trabajado incansablemente en reforzar el valor de la caza sostenible como herramienta para la conservación de la biodiversidad, desarrollo rural y participación ciudadana. Su integración en el CIC supone un paso clave para fortalecer la cooperación transeuropea en materia de ciencias aplicadas a la vida silvestre.
El Director General del CIC, Sebastian Winkler, ha dado la bienvenida a la fundación, señalando que “su credibilidad científica, capacidad de participación pública y sólida visión política enriquecerán nuestros esfuerzos globales, especialmente en la División de Ciencias Aplicadas del CIC, donde su experiencia será de gran relevancia”.
Como nuevo miembro activo de dicha división, Fundación Artemisan colaborará en proyectos alineados con el Plan Estratégico 2030 del CIC y el Marco Mundial de Biodiversidad, que abarcan temas como la gestión de especies cinegéticas, medios de vida rurales y la iniciativa “One health”.
José Luis López-Schümmer, presidente de la Fundación Artemisan, ha subrayado que a través de este acuerdo, el CIC entra a formar parte de los colaboradores de la fundación, favoreciendo el intercambio de experiencias y la unión de esfuerzos para seguir protegiendo la naturaleza y el futuro de la caza a nivel global.
Además, el CIC ha remarcado que esta adhesión coincide con la reciente publicación del estudio sobre el impacto económico, social y ambiental de la caza en España, elaborado por Fundación Artemisan. El estudio revela que la actividad cinegética genera 10.190 millones de euros anuales y sustenta aproximadamente 199.000 empleos, cifras que superan ampliamente los datos estimados en 2016, lo que pone de manifiesto la creciente importancia de la caza no solo para la gestión de la biodiversidad, sino también como pilar indispensable de la economía rural.
Finalmente, el CIC señala que esta colaboración con Fundación Artemisan impulsará el intercambio de conocimientos, la comunicación conjunta y el desarrollo de iniciativas conjuntas con socios de Europa, Latinoamérica y África, abordando cuestiones como las especies migratorias, proyectos LIFE o la participación en diálogos políticos de la UE sobre biodiversidad, carne de caza o sostenibilidad rural.
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