La Junta de Extremadura trabaja en la elaboración de una Orden de Vedas que recorta los periodos de caza de algunas especies de caza menor más significativas en la región, como son los zorzales, las palomas y la perdiz roja. En el caso de la paloma torcaz, se pretende recortar su temporada de caza al segundo domingo de febrero, fecha que también se prevé de cierre para el zorzal común. La caza de perdiz con reclamo se baraja cerrar el tercer domingo de febrero.
Desde la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza) afirman que la nueva Orden «difiere poco de las anteriores», aunque contenga «cambios sustanciales, hechos sin ningún tipo de criterio técnico ni científico» y ante los que han presentado alegaciones. El propósito del nuevo calendario cinegético, adelantan desde la entidad federativa, «trata de mejorar y adaptar los periodos hábiles de caza a la fenología de las especies cinegéticas de la región».
El pasado marzo, la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio de la Junta de Extremadura anunciaba la prórroga de la Orden General de Vedas de 27 de marzo de 2020 para la temporada 2021/2022 hasta el próximo periodo de media veda en la región. Desde la consejería que encabeza Begoña García Bernal reconocieron haber recibido distintas recomendaciones provenientes del Comité NADEG de la Comisión Europea o de la Unidad de Medio Ambiente y Urbanismo de la Fiscalía General del Estado sobre la necesidad de revisar los periodos de caza de algunas especies de caza menor, lo que implicaría realizar un «detenido análisis» de éstos y plasmarlo en la correspondiente Orden General de Vedas.
Por este motivo, desde la Junta trabajan ahora en un calendario de caza para la temporada 2022/23 que recorta periodos de caza de especies como la paloma torcaz, la perdiz roja y las distintas especies de zorzal. Esta «reducción sustancial de los días de caza» se justifica, según aclaran desde Fedexcaza, por la necesidad de adaptar los periodos de caza según las consideraciones del grupo europeo de expertos sobre la Directivas Aves y la de Hábitats que componen el Comité NADEG. Así, las fechas de caza no deberán coincidir con el periodo reproductivo y migratorio de las especies cinegéticas.
En el caso de la paloma torcaz se mantendría el cupo de 15 palomas torcaces por cazador y día durante el periodo de media veda, pero su comienzo se retrasaría al 20 de agosto, «dado que su periodo reproductor finaliza en la segunda decena de agosto, para cumplir con lo establecido con la Comunidad Europea», aclaran desde la federación de caza. La tórtola común o europea seguirá manteniendo el llamado “cupo cero”, por lo que no estará permitida su caza.
En cuanto al periodo de caza de torcaces durante la temporada general, la conocida como prórroga palomera finalizaría el segundo domingo de febrero para las tres especies (torcaz, zurita y bravía). La temporada de caza para palomas comenzaría el próximo 1 de noviembre.
En el caso de los zorzales, el periodo hábil de caza comenzaría también el primer día de noviembre, pero terminaría el 31 de enero para zorzales charlos, alirrojos y reales, mientras que la caza de zorzales comunes podrá realizarse hasta el segundo domingo de febrero. Se establece un cupo de 25 ejemplares y una serie de medidas «para conseguir un aprovechamiento racional», como la distancia entre puestos (mínimo de 50 m), la prohibición de cazar el mismo paso más de una vez por semana o de mañana y tarde a la vez, y la colocación máxima de una línea de escopetas por paso de aves.
Con relación a las cuatro variedades de zorzales, desde Fedexcaza argumentan que estas especies presentan «buenos datos poblacionales», según datos recogidos por los programas Sacre y Sacin de SEO-BirdLife y otros de Fundación Artemisan, y que su invernada en la península ibérica, en cuanto a cantidad de aves, no está condicionada por la práctica de la actividad cinegética «sino por razones medioambientales». El recorte del calendario de caza «va a suponer un trauma lo suficientemente grande para el sector» como para aplicar además «cupos exiguamente innecesarios», por lo que desde la entidad federativa piden que no se establezcan límites de capturas «hasta que se armonicen los criterios nacionales del aprovechamiento de la especie».
En el caso de la caza de perdiz con reclamo, el borrador de la nueva Orden de Vedas establece que comenzaría el tercer sábado de enero y finalizaría el tercer domingo de febrero, limitándose el cupo de capturas por cazador y día a 2 ejemplares en cotos de caza no intensivos y a 2 ejemplares en zonas de caza limitada. Esta reducción de piezas cazables responde a la intención del NADEC de catalogar como “Vulnerable” a la especie, proceso que se rechaza de pleno desde el sector cinegético.
Desde Fedexcaza se pide a la Administración que el periodo de esta modalidad finalice el último domingo de febrero y que el cupo de perdices se mantenga en las 4 perdices permitidas hasta este momento en acotados no intensivos. «Es una medida absolutamente arbitraria, que no responde a ningún tipo de justificación legal o científica, que desprende un enorme perjuicio sobre una modalidad que practican más de 5.000 extremeños y que supondría un gran daño para los mismos y para cientos de cotos».
La Federación Extremeña de Caza alude a un informe realizado por los doctores Jesús Nadal y Sebastián Hidalgo en 2020, titulado Alegaciones a la propuesta de Birdlife para declarar vulnerable la perdiz roja, en el que se muestra «una tendencia estable de la perdiz roja» sin «ninguna evidencia científica» que pueda demostrar la regresión generalizada de la especie en España durante el último decenio.