El humilde conejo de monte tiene una enorme relevancia ecológica y socioeconómica: considerado un «ingeniero del ecosistema» por su capacidad para modelar el entorno, es la presa de más de 40 especies de mamíferos y aves en el monte mediterráneo, y vital para la conservación de especies emblemáticas como el lince o el águila imperial ibérica. Es una especie esencial y de gran importancia para la caza menor, pero también el vertebrado que más daños agrícolas provoca en España.
Para mejorar la compleja gestión del conejo de monte, entidades de todos los sectores implicados —administraciones públicas, ciencia y sectores cinegético, agrario y conservacionista— pusimos en marcha en 2022 el proyecto LIFE Iberconejo, con financiación de la Unión Europea.
La situación del conejo es muy relevante para el sector cinegético, que ha tenido una implicación clave en todas las fases del proyecto: desde el seguimiento de poblaciones hasta la definición de buenas prácticas para su fomento y prevención de daños, pasando por una amplia labor formativa.
Una de las principales metas del proyecto era generar información fiable, actualizada y comparable a nivel ibérico sobre la situación de la especie: cuántos conejos hay, donde están, y cómo están cambiando sus poblaciones. El seguimiento de la especie en la península se ha caracterizado por la falta de metodologías comunes entre las regiones, y esto ha complicado su gestión y alimentado el conflicto con la agricultura.
Primer censo ibérico del conejo de monte
La puesta en marcha de un sistema de seguimiento ibérico del conejo de monte ha sido uno de los grandes avances del proyecto: un seguimiento estandarizado, coordinado y a largo plazo, consensuado por todos los sectores.
Fruto de ese trabajo se ha elaborado el primer censo ibérico del conejo de monte, con un mapa de abundancia de la especie a un nivel de detalle sin precedentes.
El mapa se basa en un modelo matemático desarrollado por investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) que integra diversas fuentes de datos: la situación poblacional a gran escala —las estadísticas cinegéticas de animales cazados—, datos a escala regional y local —conteos de conejos o de indicios de su presencia sobre el terreno, respectivamente —, e información sobre las características del hábitat.
El mapa muestra la abundancia del conejo de monte con un detalle de 2×2 km para toda la península, y pretende ser una herramienta útil para las administraciones y gestores.
Los resultados confirman, a escala ibérica, lo que muchas sociedades de caza apreciaban en sus cotos: la densidad es alta en las grandes zonas agrícolas —como las dos mesetas y los valles del Ebro y Guadalquivir—, pero escasea en territorios con predominio del monte mediterráneo, como Sierra Morena, las sierras extremeñas o gran parte de Portugal. Además de presentar gran heterogeneidad sobre el terreno a pequeña escala.
Además, los datos de estadísticas cinegéticas muestran que, desde 2009, las poblaciones han disminuido un 17,6 % en las regiones participantes (Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Portugal).
Los conejos capturados en zonas agrícolas se han reducido un 10,17 %, con una tendencia al alza en los últimos años, mientras que la especie sigue en caída libre en zonas de monte, con un declive del 57,75 %.
Las causas de ese descenso son múltiples, como la pérdida del paisaje tradicional en mosaico que favorece a la especie o las enfermedades. Al mismo tiempo, pese a medidas administrativas como las declaraciones de emergencia cinegética que permiten intensificar el esfuerzo de caza, la especie sigue provocando daños relevantes en los cultivos en muchas zonas agrícolas, con un problema marcado, como son las zonas de seguridad, principalmente de infraestructuras lineales.
En resumen: el conejo está descendiendo de manera importante donde cumple un papel beneficioso para la biodiversidad y para la caza, y solo nos quedamos con el papel negativo, el de los daños.
Una ‘red de observadores’ del conejo de monte
Para obtener resultados fiables y comparables entre distintas regiones sobre la situación del conejo, un punto clave es coordinar la recogida de datos sobre el terreno. Por eso la formación en las metodologías de seguimiento ha sido uno de los pilares básicos del proyecto, con 91 cursos impartidos y 1.789 personas participantes.
En las formaciones han participado todos los sectores –técnicos de las administraciones y agentes medioambientales, agricultores, o voluntarios de ONG conservacionistas–, pero destaca la implicación de la Real Federación Española de Caza (RFEC), que ha desarrollado 29 cursos con 826 cazadores formados, en colaboración con sus federaciones autonómicas y la Fundación Artemisan, a través del Observatorio Cinegético.
Las personas formadas tienen ahora conocimientos y herramientas prácticas para participar en el seguimiento de la especie en sus salidas de campo: tanto el Observatorio Cinegético, como la aplicación SMART adaptada en el marco del proyecto para los conteos de conejo. La formación y la implicación de todos los sectores clave garantiza que este seguimiento se mantendrá más allá del proyecto, aportando información esencial para una gestión adaptativa de la especie.
Estableciendo las buenas prácticas para el fomento y la prevención
Más allá de mejorar el conocimiento sobre la especie, la meta del LIFE Iberconejo era contribuir a mejorar el estado de sus poblaciones y mitigar su impacto sobre la agricultura. La doble cara del conejo de monte, escaso en algunos lugares y sobreabundante en otros, hace tremendamente compleja su gestión. Conscientes de ello, los socios del LIFE Iberconejo hemos recopilado el conocimiento más actualizado sobre la gestión de la especie en un Catálogo de Buenas Prácticas.
El documento se ha elaborado a partir del análisis de 84 estudios (después de una revisión bibliográfica de 361 documentos) la mayoría ibéricos y las conclusiones de las jornadas técnicas celebradas por el proyecto, con participación de expertos de España y Portugal. Esta visión equilibrada y basada en la evidencia científica busca evitar errores del pasado y promover una gestión más eficaz, adaptada a las realidades locales.
El Catálogo recoge 28 medidas con un beneficio positivo contrastado, detallando posibles vías de apoyo o financiación en el marco de la Política Agraria Común (PAC) durante el período de programación 2023-2027. Abarca tanto acciones para la recuperación del conejo en zonas donde escasea como otras destinadas a prevenir los daños en aquellas donde es abundante: algunas dirigidas a mejorar los factores del hábitat, como el refugio o el alimento; las actuaciones de gestión como las repoblaciones o los cercados; las medidas sanitarias y la gestión cinegética; o medidas específicas para la prevención de daños a la agricultura, como los inhibidores y el huroneo.
Junto a la información sobre los fondos disponibles de la PAC, el Catálogo incluye presupuestos estimados, indicadores para evaluar la eficacia de las medidas, y justificación de la evidencia científica que respalda cada una de ellas. Todo ello pretende facilitar su consulta y su aplicación, convirtiéndola en una herramienta útil para propietarios de fincas, gestores cinegéticos, agricultores o gestores del territorio. Puede consultarse de forma gratuita en la página web del LIFE Iberconejo, junto al resto de herramientas generadas por el proyecto.
Con este proyecto pretendíamos demostrar que la colaboración entre todos los sectores implicados —administraciones, científicos, cazadores, agricultores y conservacionistas— no solo es posible, sino imprescindible para afrontar los retos de esta especie clave de los paisajes mediterráneos. Este modelo de colaboración seguirá en marcha en el futuro, pues las administraciones competentes —el MAPA en España y el ICNF en Portugal— mantendrán el Comité de Coordinación Ibérico del Conejo de Monte: el espacio de gobernanza donde se han debatido y acordado todos los avances del LIFE Iberconejo.
Para el sector cinegético, el proyecto LIFE Iberconejo ha supuesto un nuevo reconocimiento al papel que juegan los cazadores en la conservación del medio natural. Esperamos, sobre todo, que las nuevas herramientas y conocimientos desarrollados sean útiles para reforzar una gestión cinegética sostenible y basada en la mejor evidencia disponible: solo así podremos reducir el impacto negativo del conejo de monte y potenciar todos los beneficios que supone para la naturaleza y el mundo rural.
Consultar los resultados del proyecto en: www.iberconejo.eu/resultados
Autores: Ramón Pérez de Ayala (director Proyecto Life Iberconejo- WWF) y Juan Herrera (Real Federación Española de Caza)